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La provincia suma una estrategia para la detección masiva y rápida del coronavirus

Se instalará en el Hospital "Eva Perón" de Granadero Baigorria un laboratorio de detección digital y masiva que permitirá realizar una mayor cantidad de testeos de Covid-19. La misma tecnología estará disponible en Reconquista y Rafaela, que se suman a los ya existentes en Rosario y Santa Fe

El Ministerio de Salud de la provincia informó que está en marcha un importante proyecto, surgido e impulsado por el gobernador Omar Perotti, tras gestiones y diálogos con el gobierno nacional y el Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). El mismo prevé la instalación en el Hospital Escuela “Eva Perón” de Granadero Baigorria de un laboratorio regional de detección masiva y ultrasensible de virus mediante la técnica de PCR pero digital, denominada Droplet Digital PCR (DDPCR). “En el Hospital Eva Perón se instalará un polo tecnológico por pedido del gobernador Omar Perotti a Nación, donde se instalará un aparato DDPCR que servirá en esta instancia para hacer pooles de estudios de Covid-19, es decir testeos masivos. Pero podrá luego ser usado en dengue, leptospiris y todo lo que sea biología molecular en virus”, destacó la ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano.

“La provincia está apostando a la ciencia y tecnología”, sostuvo la funcionaria. Y dio como ejemplo de la afirmación que “13 científicos santafesinos han sido premiados y subsidiados para desarrollar proyectos con relación a coronavirus”.

“Éste es uno de ellos”, marcó sobre la construcción y gestión del Laboratorio Regional.

La nueva instalación formará parte de una red de laboratorios que tiene pilares en Reconquista y Rafaela, que se sumarán a los ya existentes en Rosario (Cemar) y Santa Fe (Laboratorio Central), donde se se realizan los análisis de los hisopados.

El director provincial de Bioquímica, Germán Henrich, resaltó sobre el mecanismo remarcó la técnica de PCR Digital en casos de Covid-19 “no da falsos negativos”, ya que, comparada con la que se utiliza actualmente “la sensibilidad de detección es mayor, una relación de 1 por sobre 10”. Además, sostuvo: “No se presentarían casos dudosos con cargas virales no detectables que deban tener que repetirse periódicamente para descartar o confirmar la enfermedad”.

Sumado a ello, en un solo estudio pueden analizarse cientos de muestras, mientras que en la PCR Real Time, que se utiliza actualmente, los estudios se hacen desde el vamos por muestras individuales. En esa línea, el funcionario resaltó que la implementación del sistema de análisis permitirá agilizar los tiempos, pero además reducir la inversión, que actualmente se destina a reactivos para muestras individuales. “Un análisis de PCR tradicional para Covid tiene un valor aproximado de 36 dólares, mientras que con un equipo de PCR Digital es de 25 dólares”, ilustró Henrich. Implica una reducción de costos de nada menos que el 30 por ciento.

Por su parte el director del Hospital Eva Perón, Jorge Kilstein, expresó su satisfacción por la iniciativa. “Un biólogo argentino radicado en Estados Unidos se repatriará para acompañar a la provincia en este importante proyecto”, destacó.

El investigador del Conicet Nicolás Olszevicki realizó un video para la divulgación y explicación del método de Pool Testing, herramienta que utilizan Alemania e Israel y ya se implementó en la provincia de Buenos Aires, epicentro nacional, junto a Capital Federal, de la transmisión de Covid-19. En esa línea, el científico destaca que el testeo es otra herramienta clave –la principal es, claro está, el aislamiento y distanciamiento social especialmente en áreas de circulación comunitaria– para tratar de frenar la expansión del nuevo coronavirus, al que se continúa investigando en todo el planeta pero ya se reveló como el más virulento de la historia en cuanto a contagios.

En ese marco, Olszevicki resalta que el método por “pool” resuelve el cuello de botella de la escasez de test, ya que permite un análisis masivo de muestras. Un mecanismo análogo se utiliza desde hace ya décadas para los análisis de las donaciones de sangre, que se practican por lotes: cuando un lote da una alarma, recién ahí se pasa a la fase siguiente, que es el examen secuencial de muestras hasta que se detecta la o las que evidenciaron un problema.

Con el Covid-19 el mecanismo es similar: “Cuando se rastrean los contactos de un caso confirmado, lo más lógico es testear al universo de personas en común con quien se contagió. Supongamos que hay 64 personas sospechosas de haber contraído la enfermedad y que hay que hallar a dos contagiados. Lo más lógico sería hacer 64 testeos para encontrarlos y aislarlos, lo mismo que a sus contactos cercanos. El problema es que se gastaría un test por persona sospechosa, y además se consume mucho tiempo. Por eso, armar grupos de muestras aparece como una buena alternativa”, explica el investigador.

Así, como en un tablero de ajedrez, se agrupa a las 64 muestras en 8 columnas por 8 filas (lógicamente cada una tiene a 8 personas) y se realiza un test por fila y por columna.

“Supongamos que dan positivo dos columnas y dos filas. En algunas de las cuatro posiciones hay casos positivos. Acto seguido, se analiza cada muestra de manera individual para hallar casos positivos”, continúa Olszevicki. Y la cuenta es categórica: “En total se gastaron 20 tests: 8 por cada fila, 8 por cada columna, y los 4 que se hicieron de forma individual”, concluye el científico.

Es decir, más de tres veces menos test que con el método convencional utilizado hasta ahora, cuyo resultado sería el mismo: 60 personas no contagiadas. Pero para determinar, además de abaratarse el costo específico en reactivos un 30%, como destacó el director de Bioquímica santafesino, se genera un ahorro de más del 60% en el análisis mismo, y con una fuerte baja en los tiempos para llegar a los resultados.

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