La querella solicitó este miércoles la pena de prisión perpetua para el abogado penalista Rubén Ernesto Carrazzone al acusarlo como autor del femicidio de su esposa Stella Maris Sequeira, que se presume ocurrió en diciembre de 2016 cuando la mujer, cuyo cadáver nunca fue hallado, desapareció de su vivienda del partido bonaerense de Ezeiza.
El pedido fue formulado por la abogada Raquel Hermida Leyenda, quien representa a la familia de la víctima, en su alegato ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata.
Durante su exposición, Hermida Leyenda pidió para el penalista de 66 años la máxima pena como autor de los delitos de «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género» (femicidio) y «falsa denuncia por secuestro extorsivo».
«Yo conocí a Stella Maris Sequeira el 3 de abril del mismo año en que ella fue brutalmente asesinada. Es la primera vez que estoy en un juicio donde la víctima de un femicidio habló conmigo», dijo la abogada al inicio de su alegato.
Luego, explicó que en casos de femicidios como el presente, se deben valorar «los indicadores» que la propia víctima va dando a su entorno antes de ser asesinada y en ese sentido mencionó el aporte que hicieron al declarar una hija y una hermana de Sequeira.
«Se encerraban en una de las casas y al día siguiente tenía hematomas. Ese fue también el final de Stella Maris Sequeira», dijo la letrada, quien luego también explicó que según relataron los familiares «todo cambió» cuando Carrazzone comenzó a convivir con la víctima, al punto de que ella «dejó de verse con su madre y sus hermanas».
Ante los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Fernando Canero, la abogada también se refirió al hecho de que el juicio giró en torno a un homicidio, en el que nunca se halló el cadáver.
«En este caso no hemos encontrado a Stella, pero recordemos que el cuerpo del delito no es el cadáver. Y jurisprudencialmente en nuestro país está absolutamente asentado», afirmó y luego enumeró una serie de casos en los que se arribó a condenas por homicidio sin el cuerpo, como los casos de Miguel Bru en 1993, la turista suiza Annagreth Würgler en 2004, la docente Beatriz Argañaráz en 2006, Roxana Núñez en 2009 y Érica Soriano en 2010, entre otros.
Al abordar la calificación y la condena a solicitar, la letrada dijo: «En el caso de autos, no existe ninguna causa de justificación ni de inimputabilidad que mesure la pena contra Carrazzone.»
«Tampoco existe causales de atenuación, así que en representación de la querella voy a pedir la prisión perpetua para Rubén Ernesto Carrazzone por el homicidio de Stella Maris Sequeira», señaló al cierre de su alegato, transmitido por el canal de YouTube del Poder Judicial de la Nación.
El TOF 2 de La Plata dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo viernes, cuando será el turno del alegato de la fiscalía.
El debate comenzó el 31 de marzo del año pasado y es desarrollado por la Justicia Federal, ya que inicialmente el caso fue investigado como un presunto secuestro extorsivo, debido a que el abogado denunció que había recibido un llamado para que entregara dinero si quería recuperar a su esposa, lo que finalmente se desestimó.
En el juicio, el acusado -quien está alojado en el penal de Ezeiza- reiteró su inocencia y aseguró que el proceso judicial en su contra «es una burda, vil e inmunda comedia».
Sobre su relación con Sequeira, aseguró que eran «una pareja consolidada y con proyectos» y sostuvo que «fue una bendición» haber conocido a su esposa y a la hija de ella, Solange Ponzo (34) -ahora querellante en la causa-, ya que le «trajeron felicidad» en su vida.
«A pesar de algunos enfrentamientos que podemos tener ahora, siempre va a prevalecer el gran cariño que tengo a Solange como hija», señaló Carrazzone, quien en varias oportunidades solicitó la excarcelación y-subsidiariamente el arresto domiciliario-, lo cual le fue denegado.
También se refirió a los dos llamados a su teléfono celular que dieron inicio a la denuncia por «secuestro extorsivo» y en este punto negó haberle pedido «ayuda» a Miguel Ángel Franco (58) -quien estuvo detenido en la causa y finalmente fue sobreseído- para «simular» un caso de ese tipo.
Por su parte, al declarar como testigo del juicio, Ponzo afirmó: «Estoy totalmente convencida de que Carrazzone mató a mi mamá y la desapareció.»
La víctima, quien convivía desde hacía 13 años con el penalista, desapareció el 29 de diciembre de 2016 de su casa de la calle El Ombú 786, del Barrio El Trébol del partido bonaerense de Ezeiza, en el sur del conurbano.
El abogado denunció el hecho recién el 31 de ese mes y, un día después, aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que supuestamente le exigían 80.000 dólares para liberarla.
Sin embargo, la pesquisa determinó que se había tratado de una falsa denuncia, tendiente a entorpecer la investigación y ocultar el femicidio.
Finalmente, Carrazzone fue imputado por la Justicia por los delitos por los que hoy es juzgado y el cadáver de la víctima nunca fue hallado.
