En una semana las redes sociales se volvieron terrenales logrando varios acontecimientos; como atrapar a un capomafia, convocar a una marcha política e incentivar al actor Hugo Arana a su primera “puteada” pública.
¿Hasta dónde lo que ocurre en la Web influirá en la vida real? ¿Hay un límite?
El mundo de las comunicaciones está ante un verdadero fenómeno de masas, tal vez el más importante en el despertar del siglo XXI.
Facebook, a escala mundial, es hoy un efectivo nexo entre personas que hacen causa común en la red para salir de ella y adquirir protagonismo social y político en el mundo real.
No se trata de candidatos que montan comandos de campaña en Las Cañitas y abren una cuenta en Facebook para capturar el voto joven. Tampoco de hombres de 40 y pico buscando reencontrar a sus añoradas novias de la escuela secundaria. Es mucho más que eso, son personas que se vinculan con otras en forma horizontal y aleatoria, tras objetivos propios y más allá de los liderazgos. Y la amenaza es tal que el gobierno de China, el país con más internautas en todo el mundo (300 millones), lo ha censurado recurrentemente y la compañía está a punto de anunciar su retiro de Beijing.
Los argentinos, una vez más, se subieron a la ola y pasaron a estar entre los fervientes usuarios de Facebook y Twitter.
El caso que tuvo como trágico protagonista al hijo de los actores Antonio Grimau y Leonor Manso es otro ejemplo. El joven llevaba 21 días muerto cuando su desaparición fue denunciada ante la Policía Federal y fue encontrado sin vida apenas 24 horas después de que su padre iniciara su búsqueda a través de Facebook y el hecho tomara estado público para proyectarse desde la red social a radios, canales de televisión y diarios. Este grupo llegó rápidamente a reunir casi 15 mil adherentes y la cara de Rebolini se expandió con velocidad viral entre los usuarios de la red social. Curiosamente, tras el hallazgo del cadáver en la morgue judicial porteña, casi diez mil personas más se sumaron al grupo para dejar mensajes de condolencia a sus padres.
Franco Castro López, de 16 años e hijo de una pareja de farmacéuticos marplatenses, fue asesinado de un tiro en el cuello cuando se dirigía junto a otros adolescentes a participar de una fiesta por el día de San Patricio. Un hombre, que buscaba venganza porque supuestamente alguien había abusado de su “nena” en la calle, le disparó casi sin mediar palabra y huyó. Tras el hecho, amigos, familiares y vecinos del adolescente recurrieron a Facebook para pedir testigos que pudieran conducir a la detención del homicida. Finalmente, cuando los pedidos de solidaridad se expandían en la red, el sospechoso fue apresado. Tras la detención, Facebook empezó a ser usada para convocar a una marcha en reclamo de justicia. “A hacer justicia por Franco y todas las personas que mueren día a día gracias a la inseguridad que hay en el país. Hagamos que nos escuchen”, expresaba la convocatoria. Además el grupo creado para decirle “Hasta siempre” contó con la incorporación de más de 700 personas en pocas horas y otras eligieron dejarle mensajes de despedida en el “muro” que la víctima tenía en su Facebook. “Bueno, Franquito, siempre te voy a querer amigo, descansa en paz”, escribió Tomi. “Fuiste una excelente persona, me alegra mucho haberte conocido y haber pasado momentos juntos a vos”, le dijo Meli. Y Agustín eligió transcribir en su memoria la canción de la película infantil Toy Story: “Yo soy tu amigo fiel… y si un día tú te encuentras lejos, muy lejos… cierra los ojos y recuerda que… yo soy tu amigo fiel”.
Facebook también fue muy eficaz en la organización del reciente festival “Argentina abraza a Chile”, en solidaridad con las víctimas del terremoto que sacudió al pueblo trasandino. Miles de personas, por iniciativa propia e independientemente de los organizadores, reprodujeron la invitación desde sus propios muros. Del mismo modo, como nunca antes, Facebook (también su competidora Twitter) fue fundamental en Chile para el hallazgo de personas desaparecidas y organizar la asistencia a los damnificados.
“Las redes sociales como Facebook son muy relevantes y están dando lugar a otro tipo de voces, que se pueden expresar libremente y conglomerar a una gran cantidad de personas en torno a temáticas comunes. Es algo que nació para quedarse y evolucionar. En los próximos años no van a tener la misma forma que hoy, quizá tengan una plataforma diferente. Pero es seguro que van a permanecer. Esto, que empezó con Facebook y siguió con Twitter, está ocupando un lugar que antes tuvieron el teléfono, la radio y la televisión. En el caso chileno, tras el temblor, colapsó la red de telefonía celular y la gente recurrió a las redes sociales para tomar contacto con sus familiares”, describe Martín Enríquez, CEO de Socialmetrix, una compañía que se dedica a cuantificar y analizar el funcionamiento de las redes sociales.
La Argentina, con casi 7 millones de seguidores, es el único país latinoamericano que figura entre las diez naciones del mundo con más cuentas registradas en Facebook. Casi un 15 por ciento de los argentinos abrieron una. Es un caso que no deja de tener sus particularidades, ya que no en todos lados la red social alcanza semejante porción de seguidores. Sin ir más lejos, entre los brasileños, sólo un 3 por ciento la usa.
“Estamos en una época en la cual Facebook empieza a tener un fuerte rol social.
Otras veces, lo que se gesta a partir de Facebook es simplemente un hecho social sin más consecuencias que la propia materialización. Es lo que sucedió en torno a Facundo Arana, quien prometió expresar un insulto en cámara si el grupo “Yo quiero ver putear a Arana” reunía más de 80.000 miembros. La movida superó ampliamente la cifra y el actor les dio el gusto a sus fans en el programa de Roberto Pettinato, en América TV.
Fronteras afuera, durante los últimos días, uno de los casos que más llamaron la atención fue el del mafioso italiano Pasquale Manfredi, de 33 años, quien figuraba entre las cien personas más peligrosas de su país y fue atrapado por no resistir la tentación de entrar a Facebook, donde se identificaba con el nick de “Scarface”, emulando al personaje encarnado por Al Pacino en la película de Brian De Palma. La policía logró detenerlo en la región de Calabria, luego de realizar un seguimiento a sus “contactos” en la red social.
“Muchas veces se dice que sitios como Facebook crean relaciones superficiales y eso es en parte cierto”, advierte la licenciada Sahovaler de Litvinoff. “Pero, de todas maneras, la gente no confunde lo que es verdadero con lo que es virtual”, concluye.
El sonriente muchacho de pelo erizado (así aparece Zuckerberg en su foto más conocida) dio vida a una criatura que, hoy por hoy, parece tener posibilidades infinitas. Su obra, ciertamente, aún tiene una historia por ser escrita.
Fuente: Noticias23
