Icíar Bollaín, la destaca realizadora española que se hizo conocida para el público argentino hace muchos años con la recordada Te doy mis ojos, tras su último film a la fecha, Maixabel (2021), está de regreso en las pantallas con Soy Nevenka, que se acaba de estrenar en el Festival de Cine de San Sebastián.
El film cuenta la historia real de Nevenka Fernández, la primera mujer que se atrevió a denunciar a su acosador, su jefe y alcalde de Ponferrada, Ismael Álvarez, en una película que es “un acto político” y una llamada de atención a cambiar el foco hacia el agresor.
“Hay muchos #MeToo todavía pendientes, en la política, en la empresa, y todos sabemos que queda mucho por hacer. Hay que dar espacio y que eso se escuche”, reclamó la directora madrileña, en una rueda de prensa en el Kursaal, donde habló de su película que de este modo ingresó en competencia en la Sección Oficial de la 72ª edición del encuentro donostiarra.
Acompañada de los protagonistas del film, Mireia Oriol y Urko Olazábal, los productores Juan Moreno y Koldo Zuazua y la guionista Isa Campo, Bollaín habló de la pertinencia de rodar esta película, aun cuando existe un documental de 2021 y una novela de Juan José Millas, Hay algo que no es como me dicen, en las que, no obstante, se apoyaron tanto ella como Isa Campo para la composición de la ficción.
“Me pareció que la distancia de estos 23 años nos permitía no sólo entrar en el acoso que sufrió, sino plantearnos dónde estamos ahora”, dijo contundente Bollaín.
Contar el acoso
La realizadora es consciente de que la película se podía enfocar de muchas maneras, “pero tenía muy claro que queríamos contar el acoso; pensamos que había ahí un tema que nos hacía falta entender bien: es difícil entender a una víctima de acoso. Y queríamos al espectador con ella”, planteó.
Y en el mismo sentido, Isabel Campo sumó que “aunque se ha avanzado en temas de consentimiento, de sensibilidad, en cuanto al acoso, todavía hay mecanismos sociales que perduran. Nos parece que siempre hay alguna grieta por la que no se cuenta totalmente la versión de la víctima y socialmente ahora estamos viviendo un momento en esa línea”.
Soy Nevenka, con Mireia Oriol en el papel principal, comienza en el 2000, cuando una jovencísima Nevenka Fernández es nombrada concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada. Todo el mundo, su familia incluida, le advierte de que se mantenga lejos de Ismael, el alcalde (que acaba de enviudar), de la edad (y amigo) de su padre.
El vasco Urko Olazábal, como Ismael Álvarez, cuenta que el alcalde es un hombre acostumbrado a hacer su voluntad en lo político y en lo personal, y Nevenka le gusta.
Cuando el acoso se hace insoportable, la joven decide denunciar, aunque es consciente del precio que va a tener que pagar. No cuenta con nadie, la sociedad de Ponferrada le dará la espalda y los medios la van a someter a un juicio público.
Hay, en Soy Nevenka, piezas documentales llenas de comentarios de periodistas como Ana Rosa Quintana acusándola directamente de no haber querido defenderse del acoso del alcalde. “Todo eso pasó”, recordó Bollaín.
Silencio cómplice
La película denuncia “el silencio cómplice” alrededor de Nevenka, señaló Bollain. “Esto tiene que cambiar”, afirmó la directora madrileña, ganadora de dos premios Goya de trece veces que estuvo nominada.
Y profundizó: “Ha cambiado la respuesta social, estoy convencida, lo hemos visto, pero creo que todavía ponemos el foco en la víctima, «que hable, que denuncie». Creo que hay que intentar cambiar el foco, y mirar hacia el agresor. Y en nuestro entorno más cercano, aislarlos y no ser cómplices con el silencio”.
Soy Nevenka finaliza con el juicio celebrado en 2002 que marcó un antes y un después en España. Nevenka es una mujer debilitada y exhausta que se pierde en sus ojeras y en el dolor que muestra su rostro, que no cambian con el resultado del juicio.
Para el productor Juan Moreno, “la sociedad ha mejorado, pero no estamos ni al diez por ciento del camino que hay que recorrer. Soy Nevenka es un acto político y la hemos hecho porque creemos que puede servir: la gente joven tiene que ver cómo un pueblo entero salió a defender a un acosador. Nuestra vocación es ayudar en ese sentido”.
Por el momento, tras su paso por San Sebastián, la película llegará a los cines de España el próximo 27 de septiembre y después se podrá ver a través de una plataforma.