Por María Laura Da Silva – Télam
La Red de Agroecología (Redae) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) acompaña en la actualidad el desarrollo de más de 80 experiencias agroecológicas que se llevan adelante en todo el país, con superficies que van desde la media hectárea en horticultura y frutales, y de hasta 300 hectáreas en sistemas mixtos agrícolas-ganaderos.
A través de un relevamiento realizado por la Redae, se sistematizó y geolocalizó en un mapa online más de 80 producciones agroecológicas, las cuales comprenden sistemas productivos mixtos, extensivos y hortícolas –en un 30% cada uno-, agrícolas y ganaderos –representados por el 18% cada uno- y apícolas y forestales –en un 3%-.
Télam dialogó con el coordinador nacional de la Redae, Rodrigo Tizón, quien explicó que “la mayor parte de las producciones son mixtas (agrícola-ganaderas) en la agricultura extensiva y hortícolas en la intensiva, también hay una gran variedad de producciones, en carnes: ovina, caprina, vacuna; leche y huevos; frutales: frutos secos, cítricos, vid para vinificar y uva de mesa, olivos; aromáticas, algodón, caña de azúcar”.
“La Red de Agroecología tiene como misión apoyar todos los módulos agroecológicos, experiencias, parcelas, acompañamientos de agentes de INTA a campos privados en todo lo que tiene que ver en agroecología, es bien territorial. Se maneja en parcelas, en campos, no es abstracto ni teórico, sino que uno puede identificar un sitio”, señaló el investigador.
“La Redae tiene 10 años de existencia”, aseguró Tizón, y resaltó que el mapeo es una iniciativa dentro de una estrategia más amplia que tiene como ejes la investigación, el intercambio de conocimiento y el acompañamiento de sistemas participativos de garantía.
Las escalas de producción van desde la media hectárea en horticultura y frutales hasta aproximadamente 300 hectáreas en sistemas mixtos (que, a su vez, por ejemplo, se integran forestales y producción de huevos o apicultura).
De acuerdo con el Inta, la agroecología es un sistema de producción sustentable en el tiempo mediante el manejo racional de los recursos naturales, que contemple la diversidad biológica y sin la utilización de productos de síntesis química; brinde alimentos sanos y abundantes, manteniendo o incrementando la fertilidad del suelo.
Tizón señaló que “prácticamente no hay producciones puras agroecológicas, sino que se puede decir que están todas en una transición, porque ninguna llega a cumplir con todos los requisitos para ser agroecológico, no completamente”.
En este sentido, manifestó que cada experiencia tiene distintos niveles de transición, ya que “hay muchas que son jóvenes con foco en la eficiencia del uso de recursos -incluso insumos químicos-, y otras, con niveles más avanzados donde cuentan con rediseño del sistema diversificado de la producción, sumando también metodologías de comercialización adecuadas para la agroecología (sistemas participativos de garantías)”.
“Esto quiere decir que en un campo donde se investiga, donde se hace cierta actividad productiva, después si se obtiene un producto, ese producto va a ser reconocido por un sistema participativo de garantía”, que certifica que proviene de una producción agroecológica, expuso.
Los Sistemas Participativos de Garantía son una serie de procedimientos para garantizar la calidad y trazabilidad de un producto o sistema agroecológico, adaptándose a la realidad de los agricultores familiares, campesinos e indígenas, promoviendo su participación directa junto con consumidores y otros actores locales en el proceso de la autocertificación, según la dependencia nacional.
En este marco, el coordinador de la Redae expresó que “todas las experiencias tienen una etapa de comercialización”, no obstante, indicó que “la etapa de comercialización adecuada para la agroecología es a través de sistemas participativos de garantía”.
“Puede pasar que un sistema agroecológico o un sitio productivo agroecológico venda en los canales convencionales de comercialización porque todavía no llegó a una etapa madura de la agroecología, no lo pudo hacer, no encuentra el mercado, hay diferentes factores. Entonces, a esa etapa se le llama transición agroecológica”, sostuvo Tizón.
En este marco, aquellas experiencias que sí se encuentran en un nivel más avanzado de la transición, llegan al Sistema Participativo de Garantías para que ese diferencial en la producción “llegue al consumidor de una manera reconocible”.
“Para eso se le pone un sello, una marca que se pueda identificar, pero no es una certificación convencional -que podría ser una empresa de tercera parte- sino como lo dice la palabra “Sistema Participativo” lo que hace es a través de un equipo, de un grupo donde están incluidos los productores, el INTA, el Senasa, algún municipio o alguna universidad y todas esas instituciones arman una comisión que le pone el sello al producto”, afirmó Tizón.
Entre las formas de producir más avanzadas en la transición se encuentra la ganadería, en particular de pastizal, dado que cambia poco el paisaje productivo respecto del ecosistema natural.
En tanto, la horticultura a cielo abierto también ofrece ciertas ventajas para abordarla desde un enfoque agroecológico, y los sistemas agrícolas mecanizados de grandes extensiones y la horticultura bajo cubierta son los menos evolucionados hacia la agroecología.
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