“Este es un buen momento porque no hay un proceso electoral que contamine esta decisión”. En esos términos explicó el diputado provincial Leandro Busatto la decisión del interbloque del PJ de intentar avanzar con la reforma de la Constitución apenas un año después de que haber votado en contra del proyecto presentado en la Legislatura por el gobierno del Frente Progresista.
Según Busatto, este es “un buen momento” para buscar consensos que permitan acordar una ley que declare la necesidad de actualizar la Carta Magna. El año pasado lo intentó sin éxito el gobernador Miguel Lifschitz cuando instruyó a sus diputados a convocar a una sesión especial para votar el proyecto que tenía dictamen de una sola de las cinco comisiones a las que había sido asignado: Asuntos Comunales.
La sesión especial se hizo el 29 de agosto de 2018 y el resultado fue negativo para el gobierno: votaron a favor 24 diputados del Frente Progresista y lo rechazaron 25 legisladores de los bloques del PJ, Cambiemos, Igualdad y Participación y del Frente Social y Popular. El argumento más repetido de la oposición es que no era el momento oportuno para tratar el tema, en medio de la creciente crisis económica y con la sospecha de que Lifschitz lo promovía para lograr su propia reelección.
El último viernes, el interbloque del PJ emitió un comunicado en el que llaman al resto de las fuerzas políticas a buscar los acuerdos necesarios para avanzar con el tema. La idea es poder votar la ley que declara la necesidad de la reforma –proyecto que aún se encuentra en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados– antes de que termine el período ordinario de sesiones legislativas, el 30 de noviembre, ya que en esa fecha perderá estado parlamentario.
En ese escrito, los legisladores también proponen un cronograma tentativo para llevar adelante la reforma. Si logran la sanción de la ley antes del 30 de noviembre, la idea es votar convencionales en conjunto con las elecciones de medio término de 2021 y realizar la Convención Reformadora a partir del 1º de marzo de 2022 por un lapso de 120 días prorrogables por otros 60 días.
La pregunta del millón es por qué ahora el PJ impulsa la reforma cuando un año atrás votó en contra. En declaraciones a Radio 2, el diputado Bussato –quien forma parte de la mesa de transición designada por el gobernador electo Omar Perotti– indicó que están “convencidos de que una instancia tan importante necesita de un análisis político e institucional generoso, que trascienda las apetencias electorales y las especulaciones políticas de cada sector”.
“Lo que hicimos el viernes fue ratificar nuestra voluntad reformista”, añadió el diputado del PJ. “Esta es una buena instancia, en este recambio político que vamos a tener en la provincia”.
Consultado por el voto negativo del año pasado, Busatto contestó: “Creemos que en agosto de 2018 lo que hizo el actual gobierno fue buscar la reelección tomando como rehén a la Constitución. Por eso decimos que la voluntad de reformar la Constitución tiene que estar desprovista de este tipo de especulaciones”.
Según el legislador del PJ, en 2018 “el socialismo tuvo más interés en la reelección que en la reforma de la Constitución propiamente dicha. Por eso, dejada atrás cualquier posible especulación electoral, nosotros ratificamos nuestra voluntad de avanzar hacia la reforma de la Constitución”.
Además, Busatto rechazó que el intento sea promovido por el propio Perotti, quien asumirá en diciembre con una Constitución que no permite la reelección: “Omar no ha intervenido hasta aquí, pero obviamente que hemos tocado el tema con él y tiene una visión muy parecida a la nuestra”. Y agregó que “este es un tema que excede a los nombres propios de Omar Perotti, Miguel Lifschitz”.
Para la sanción de la ley que declara la necesidad de la reforma se requiere el voto de los dos tercios de cada cámara: 34 diputados y 13 senadores. Por sí mismo, el peronismo no tiene ese número: cuenta con 11 diputados y 11 senadores. A partir de esa necesidad, los legisladores que responden a Omar Perotti iniciaron conversaciones con los representantes de los otros bloques en busca de apoyo para este nuevo intento reformista.