“No puede haber demora en encarar este problema, habrá un debate y hay que hacerlo ya porque no tenemos elecciones intermedias. Sería interesante que en el año 2012 o 2013 se encare la reforma de la Constitución, ya que está lejos de un año electoral como 2015”. De esta manera el abogado constitucionalista Iván Cullen se refirió a la necesidad de modificar la Carta Magna de la provincia de Santa Fe.
En diálogo con El Ciudadano, Cullen identificó la autonomía de los municipios como uno de los temas prioritarios a resolver y ve la reelección consecutiva del cargo de gobernador y la representatividad en la Cámara de Senadores como puntos conflictivos para avanzar en una reforma.
“La reforma de la Constitución provincial de Santa Fe más que necesaria es imprescindible, porque la Constitución que tenemos, que el 13 de abril del año que viene cumple 50 años, es la más antigua del país. Fue sancionada en otra época”, indicó Cullen.
“Es una Constitución muy buena para la época –promulgada en 1962, donde la democracia era permanentemente interrumpida por golpes de Estado–, en el sentido de buscar que el gobierno pueda gobernar y que no se perturbe la gestión. En Diputados le asegura la mayoría al partido que gana, de 50 diputados 28 son para el que triunfa. En la Cámara alta es un senador por cada departamento. La Corte Suprema unifica la gestión judicial y además se le otorga a la Corte toda la competencia en lo contencioso administrativo, y de esta manera trata de asegurar que toda la interpretación jurídica de los problemas administrativos tenga una sola cabeza para ser interpretado de manera uniforme”, amplió el abogado, y agregó: “Pero claro, pasaron los años y todo esto fue cambiando, porque hoy el paradigma no es «el que gana gobierna y el que pierde controla», sino que ahora es el consenso”.
—¿La autonomía municipal es uno de los puntos prioritarios?
—La Constitución de Santa Fe no consagra la autonomía municipal porque se desconfiaba en aquella época de los municipios, se prefería centralizar el poder. Pero esto también ha cambiado. Además el municipio ha cambiado de funciones, antes tenía las tradicionales, como tránsito, urbanismo, pero ahora es requerido por la población para cualquier tema. Ante un problema de vivienda la gente va y se lo pide al municipio. Es decir que tiene muchas más funciones el municipio moderno y en consecuencia es imposible trabajar sin un grado de autonomía. Para cortar un árbol se necesita una autorización de la provincia, y eso evidentemente no responde a las necesidades actuales. La autonomía municipal es la clave y es lo que ya exige que no se pueda demorar más en encarar la reforma constitucional.
—Algunos sectores plantean que para esto no es necesario que sea a través de una reforma, sino que puede sancionarse mediante una ley.
—Esto es imposible porque la autonomía es un desgajamiento de las competencias que tienen las provincias. Las provincias tienen las competencias originarias, parte de estas competencias pasan a ser en forma exclusiva o concurrentes de los municipios. Eso no lo puede decir más que la Constitución, no puede una ley sacarle a la provincia o mermar las competencias que las provincias tienen por la Constitución. En consecuencia no hay que entrar en ese mecanismo que es la forma más sencilla de cambiar para no cambiar nada. Con eso lo que se logra es que no se tenga autonomía, por eso hay que insistir en la reforma constitucional.
—¿La reelección del cargo de gobernador es otro impedimento para llegar a un acuerdo?
—La reelección siempre fue el cuco. En realidad hay que sacarlo de lado si la reelección es el problema, si se quiere poner tendría que regir no para el período que está en vigencia, sino con posterioridad. Esta sería la única forma de asegurarlo. Nosotros tenemos una gran ventaja en la Constitución de Santa Fe que otras no lo tienen y me parece sumamente importante. La reforma del 62 fue sabia, establece que los temas sobre los cuales se va a expedir la convención reformadora tiene que expedirse por todos por sí o por no, y si hay algún tema que no trata no vale ninguna reforma. Es importante porque si hay un temor de que aparezca la reelección, debemos aclarar que tienen que tratarse todos los temas.
—En cuanto a la elección de Diputados, ¿se debería modificar que quien gane tenga la mayoría automáticamente de la Cámara baja?
—Tenemos que ir a un sistema de representación proporcional, incluso creo que tiene que haber candidaturas independientes. No hay que tenerle miedo a los candidatos independientes, en este sistema de boleta única ocasiona la ventaja de que no es que vaya a modificar la representatividad porque son muy pocos los independientes que entra por esta vía, pero si lo que modifica es que mejora la calidad de los oponentes. Si un partido se encuentra con un independiente prestigioso que le puede sacar muchos votos, se va a esforzar para poner mejores candidatos y esto es lo bueno. Hay que cambiar que el que gane la elección se lleva la mayoría, hay que acostumbrarse a consensuar.
—Y en cuanto a Senadores, ¿qué modificaciones se deberían hacer?
—Hay que modificar el sistema de Senadores. No hay representación de minorías, es uno por cada departamento. Los departamentos responden a una vieja división de la Policía, no tienen ninguna representación institucional. El departamento Garay tiene 30 mil habitantes y elige un senador y el departamento Rosario que tiene 1.200.000 habitantes elige un senador. Hay allí también una distorsión bastante grande. Incluirlo como tema de la reforma es difícil porque hay una gran resistencia por parte del justicialismo, lograr que el justicialismo acepte que esto se discuta… bueno, siempre se puede lograr todo, es cuestión de conversar.
—¿La unicameralidad es una posibilidad?
—Es una posibilidad, no es un problema sustancial en la medida en que el Senado cambie su composición. El socialismo hace un análisis del poder que tiene el justicialismo en las localidades del interior, ese gran poder político que significa tener mayoría en muchos departamentos y en consecuencia tienen mayoría en Senadores. Evidentemente yo me inclino más por un sistema a través de regiones, como lo hizo Córdoba, esto puede ser un poco la idea debido a que el socialismo ha trabajado sobre los nodos, dividir la provincia en cinco regiones. Para la parte administrativa ha dado muy buenos resultados, la gente tiene un problema en el norte y no tiene que venir a Santa Fe sino que tiene un nodo, por ejemplo, en Reconquista. Me parece que eso sería más adecuado y además designar tres senadores, dos por la mayoría y uno por la minoría, así tendríamos una mejor representación. Y además, si hay un solo senador no se puede respetar el cupo femenino, ese también es un argumento. Tampoco hay que dejar pasar la oportunidad de una reforma con un sistema en Senadores que distorsiona totalmente la representación.