Ya pasó un mes. El último lunes 16 de marzo, Central jugó su último partido, ante Colón en el Gigante de Arroyito. Desde entonces, los jugadores auriazules cumplen con el aislamiento obligatorio y entrenan en sus hogares a partir del plan de trabajo que reciben de parte del cuerpo técnico que comanda Diego Cocca.
Uno de los encargados de organizar esas tareas, y de supervisar su cumplimiento, es el profesor Javier Bustos. Y aunque no haya certeza sobre fecha de la vuelta a las prácticas grupales en campo, el preparador físico canalla vaticina importantes cambios de hábitos y prepara el terreno pensando en lo que vendrá.
Además, a diferencia de otros, prefiere no hablar de cuántas semanas de pretemporada demandará la puesta a punto de los jugadores para la competencia. “Para mí lo importante a la hora de programar esos trabajos tiene que ver con el formato de la próxima competencia, y hoy no hay certezas al respecto de eso”, plantea con firmeza Bustos sobre ese tema.
—¿Cómo van transitando los jugadores esto del entrenamiento hogareño?
—La verdad es que, más allá de la situación, se mantiene la muy buena predisposición de parte de los jugadores. Seguimos con un plan de trabajo que, lógicamente, vamos variando para generar nuevas expectativas en los futbolistas. La idea es tratar de motivar y por eso en estos días armamos planes de entrenamiento un poco más individuales antes que generales, como lo veníamos haciendo antes. Por suerte están todos bien de salud, que es lo más importante.
—¿Cómo es el seguimiento a los jugadores con el entrenamiento?
—En el inicio hicimos varias reuniones grupales con la plataforma digital Zoom. Después, los jugadores me fueron enviando videos, ya sea con dudas de cómo hacer algunos ejercicios como del tema de los espacios, para desarrollarlos. En el inicio de esta etapa de entrenar en casa ellos recibieron un kit con elementos para entrenar, y todos se fueron adaptando a lo que tenían que hacer. Por suerte, como esto se veía venir por lo que ocurría en Europa, nosotros fuimos armando materiales de ejercitación en video con tiempo de antelación. Y eso fue muy útil para que los jugadores puedan entender rápidamente los trabajos que les propusimos. En los últimos días ampliamos el kit de elementos y con eso pudimos variar un poco los ejercicios para combatir el aburrimiento y el acostumbramiento. Todo esto lo hacemos acompañando también en lo emocional, porque estar bien de la cabeza es muy importante en este tipo de situaciones.
—¿Ayudaría a mejorar la calidad de los entrenamientos si hubiera permiso de las autoridades para trotar/correr al aire libre?
—Creo que sí, sería bueno para los jugadores. Pero no sé si ayudaría a mejorar los entrenamientos porque lo ideal será la vuelta a los trabajos frente a frente. Eso es lo que hacemos nosotros, hablar con los jugadores desde lo general a lo específico. El trabajo hoy por hoy es muy personalizado. No es lo mismo lo que hacen los defensores, que lo que realizan los volantes o los delanteros. No sé cuánto nos podría variar en la calidad del trabajo el poder correr al aire libre. Sí sería positivo en lo mental, en eso no tengo dudas. El estado emocional es importante y correr al aire libre, cambiar de ambiente, estaría bueno. Pero es algo que hoy no podemos manejar, y nos tenemos que adaptar a lo que se puede hacer.
—¿Imaginás que tanto el tiempo como los trabajos de reacondicionamiento del plantel serán similares al de una pretemporada?
—En principio sí. Nosotros trabajamos en base a la construcción del jugador. Y lo hacemos pensando en el modelo de juego. La reinserción a la competencia no debería ser complicada. Pero llevará cuidados y esfuerzo. Lo primero pasará por reeducar los horarios, algo vital para que los entrenamientos rindan de la mejor manera.
—Se habla de que en su regreso, los entrenamientos serían en grupos reducidos. Teniendo en cuenta que habrá condicionamientos iniciales, ¿cuánto tiempo demandaría una pretemporada?
—Lo primero pasa por saber para qué tipo de torneo nos vamos a preparar, cuánto va a durar. Una cosa es la preparación para una competencia de seis meses. Ni hablar si en ese período habrá o no doble competencia. Pero acá todavía no se sabe. Hay mucha incertidumbre aún. Como los profes nos llevamos mucho por esto que denominamos “tiempos de inicio”, creo que habrá que dedicarle buen tiempo a esto de la construcción del jugador para la competencia. Especialmente en la parte física, que en nuestro caso lo hacemos a partir de ejercicios con pelota simulando situaciones de juego. Trabajamos mucho con lo situacional. Y en este tiempo, todo lo que tiene que ver con tiempo y distancia de esos trabajos, seguramente se ha ido perdiendo. Eso implica que habrá que reconstruirlo.
—¿No existe una fórmula que estime cuántas semanas de preparación hacen falta para la vuelta a la competencia en relación al tiempo de parate de trabajo grupal en campo?
—Considero que no. Especialmente porque nosotros programamos una pretemporada en relación a la competencia, y hoy nadie sabe cómo será el próximo torneo. Si empezáramos a entrenar el lunes, tendríamos que saber para afrontar qué torneo. Y también necesitaríamos tener claro si será con semanas limpias, como le llamamos nosotros, o si habrá partidos entre semana. Los entrenamientos se organizan y programan de acuerdo al calendario de la competencia.
—Circula un borrador con recomendaciones sanitarias que sugeriría Conmebol pensando en la vuelta a las prácticas de fútbol. ¿Cómo lo ves?
—A partir de esta triste situación que estamos viviendo por el coronavirus, van a cambiar un montón de cosas. Y nos tendremos que ir adaptando y reinventando. Lógico que en la vuelta a las prácticas la situación de trabajo no será la ideal. Uno se va informando sobre las novedades y las vamos hablando con nuestro equipo interdisciplinario de trabajo, que entre otros componen médico, kinesiólogos y nutricionista. Algo vimos del bosquejo que prepara Conmebol con recomendaciones sanitarias para la vuelta al trabajo. Y nosotros tenemos ya encaminada lo que sería la parte logística. Ya charlamos con los empleados que manejan el predio de Arroyo Seco para que vayan resembrando las canchas, refuercen todo lo vinculado a la higiene de los espacios. Después, no tendremos que ir adaptando atendiendo las indicaciones del cuerpo médico. Lo más importante siempre será cuidar la salud tanto de los jugadores como de sus familias.
—Da la sensación de que en la vuelta a la actividad, las cosas ya no serán como antes. Y que tal vez se modifique nuestra idea de “lo habitual” o “lo normal”. ¿Cómo imaginás el regreso de las prácticas en campo?
—El fútbol se entrena jugando al fútbol. La preparación física del futbolista parte del mismo juego, de la adaptación a las situaciones, de la exigencia, del modelo de juego del entrenador. Habrá que volver a entrenar sobre todas esas cuestiones. Después sí creo que habrá cambios estructurales en el entrenamiento, por lo menos en una primera etapa. Creo que pasará mucho por el cambio de hábitos, de nosotros los profes y de los jugadores. Habrá que adaptarse a una situación que no será común. Lo poco que pude ver de lo que están haciendo algunos equipos de Alemania es que cumplen con trabajos en el que los jugadores tiene buena distancia entre sí. El mate, los vestuarios, las arengas, los festejos de los goles, son muchas cosas que ahora se comparten de una manera y uno imagina que, al menos en un principio, se darán de otra manera y se sentirán extrañas.
«Estamos muy felices acá»
Uno de los temas de agenda en el Mundo Central está vinculado al futuro de Diego Cocca y su cuerpo técnico. Es que el DT tiene vínculo hasta mitad de año y todavía no hay certeza alguna sobre si habrá o no renovación. “Sé que a mitad de año se termina nuestro contrato con Central, pero al respecto de eso no tengo ninguna información más”, reconoció Bustos sobre el tema.
“La verdad que ese tema lo maneja Diego; las cuestiones contractuales generalmente la resuelven los entrenadores, nosotros formamos parte del equipo de trabajo, somos los asistentes del técnico. Pero tengo entendido que hace algunos días Diego dio una entrevista en la que dejó a la vista que está muy cómodo en Central”, confió Bustos al ser consultado sobre las chances de que el cuerpo técnico renueve vínculo con Central.
“Es algo que uno dice también en cada entrevista que le hacen, que estamos muy felices acá. La decisión sobre seguir o no después del 30 de junio la tomará él (por Cocca) con los dirigentes de Central. En mi caso, hace 14 años que sigo a Diego trabajando con él en cada club que lo contrata. A uno le toca esperar la resolución del futuro”, apuntó el profe.
