La increíble victoria de Rosario Central sobre Godoy Cruz por 3 a 2 de este lunes en Córdoba por los cuartos de final de la Copa Argentina trajo a la memoria a la recordada noche de Cali, cuando aquel equipo del «Patón» Edgardo Bauza perdía 3 a 0 con uno menos a los 43 minutos del segundo tiempo y en apenas dos minutos Juan Antonio Pizzi metió dos goles y llegaron a los penales, que ganó 4 a 3 con una actuación mágica de Laureano Tombolini, que atajó cuatro disparos.
Este lunes, Central se jugaba no sólo el pase a semifinales de la Copa Argentina por cuarta edición consecutiva sino la continuidad en el cargo del técnico uruguayo Paolo Montero, cuyo equipo lleva 11 partidos sin ganar en el torneo de primera (cinco en el anterior y seis en la Superliga), con tres derrotas consecutivas.
Además, en el olvidable primer tiempo a Central le pasó de todo: a los 9 segundos Fernando Tobio rechazó débil hacia el medio y sobre el cuerpo del «Morro» García, quien se fue solo y fue derribado por el mismo marcador en la puerta del área, que le costó la expulsión en la primera jugada del partido.
Y a los pocos minutos, Washington Camacho dejó la pelota sobre la línea de fondo en un ataque rival, que fue punteada por «Pol» Fernández y el «Morro» García «ajustició» al «Ruso» Rodríguez y la clavó abajo, junto al primer palo.
Después el «Chaqueño» Herrera cayó en el área con Cobos y el juez Ariel Penel cobró el penal que el goleador Marco Ruben, que acumula casi 900 minutos sin convertir, pateó débil, a la derecha del uruguayo Burián, quien adivinó y se quedó con la pelota.
Y como las malas suelen venir acompañadas, como dice la sabia letra del tango, en la jugada siguiente Angileri metió el segundo con un cabezazo al ángulo superior derecho, como para liquidar el partido.
Peor no le podría haber ido a Central, que en el complemento se rehízo con el fútbol del «Pachi» Carrizo y de Washington Camacho, más la potencia goleadora de Fernando Zampedri, a quien Montero había dejado en el banco.
Claro que Central contó también con los errores no forzados de Godoy Cruz, que por momentos sobró el partido como cuando el ingresado Javier Correa no se la dio al «Morro» García, solo por el medio, y la tiró afuera en un mano a mano por la izquierda.
Primero el chileno Parot metió un centro con rosca hacia Camacho, quien hizo una pared de pecho con el «Pachi» Carrizo y el uruguayo cruzó un zurdazo que entró abajo, junto al poste izquierdo del arquero.
Después «Pol» Fernández se fue bien expulsado por una plancha sobre «Caramelo» Martínez y en otra jugada lujosa Camacho lo dejó solo a Carrizo por la derecha del área y el «Pachi» la «picó» sobre la salida del arquero y empató el duelo en Alta Córdoba.
Luego el propio Carrizo metió un derechazo que Burián salvó al córner y Mauricio Martínez reventó el travesaño desde el borde del área, hasta que cuando faltaban tres minutos el «Pachi» metió un tiro libre en la cabeza a Zampedri, quien la clavó en el ángulo superior derecho para redondear la noche épica de Central en el estadio de Instituto.
El final le tenía guardado a Central una cuota extra de sufrimiento y adrenalina cuando el «Morro» García quedó solo en el área en el último centro, pero su remate fue tapado a medias por Ferrari, la pelota rebotó en su compañero Diego Vera y la valla fue salvada por el «Ruso» Rodríguez.
Y este lunes, este Central de Paolo Montero, que «salvó» su vida deportiva en el cargo como cuando le ganó a Boca en el batacazo de la Copa Argentina, venció en forma increíble a Godoy Cruz cuando estaba en la lona e hizo recordar a aquella noche mágica de Juan Antonio Pizzi y Laureano Tombolini en Cali, de hace 16 años.
