Hay veces que el fútbol deja de ser un espacio de diversión y pasa a ser un lugar hostil, con los insultos como moneda corriente. Fuera de la cancha, y muchas veces, dentro de ella, las protagonistas tienen que aguantar de todo. ¿Cómo se hace para construir un deporte más inclusivo para que el juego esté libre de violencia? Y el fútbol femenino está dando sus primeros pasos y se encuentra en un momento crucial para que sea transformador, liberador, inclusivo y más justo. Al menos esa es la idea.
Hace unas semanas, las jugadoras de ADIUR, equipo que milita en la Primera A del torneo de la Asociación Rosarina de Fútbol, escribieron en la cuenta de Instagram del fútbol femenino: “Lamentamos que sigan existiendo los comentarios discriminatorios hacia nuestras compañeras, esperamos que las responsables y las autoridades hagan algo al respecto. Esperamos que se ponga como prioritario, de una vez, la concientización e información necesaria para todos los clubes. El respeto debería ser la base de todo y ojalá podamos aprender, todas, todos y todes”.
En esta oportunidad y para respetar el deseo de la persona que recibió insultos discriminatorios, en esta nota no figurará su nombre. El pedido de las futbolistas del club del Viaducto contó con el apoyo de algunas de sus pares y llegó a la Asociación del Fútbol de Rosario, quien rápidamente escribió un comunicado repudiando lo sucedido.
“No vamos a tolerar ningún tipo de maltrato, agresión e insulto racista, xenófobo, homofóbico, transfóbico o lesbofóbico hacia cualquier persona vinculada a los espectáculos deportivos que organizamos dentro de nuestra orbita”, manifestaron desde la entidad que rige el fútbol de la ciudad.
Nataly Borda es jugadora de Central Córdoba, delegada del futbol femenino y parte del consejo auxiliar del futbol femenino en Rosarina. Y dialogó con El Hincha sobre el trabajo que vienen realizando desde la institución, que desde septiembre del año pasado cuenta con una Comisión de Género y Diversidad.
“Estamos tratando de construir un fútbol sin violencia y un espacio libre y seguro para todos los deportistas y las deportistas”, afirmó. Y continuó: “Nuestra postura es de repudiar todo tipo de agresión, insulto y violencia”.
El eje está puesto en prevenir y concientizar. En esa línea, la Asociación organizó una capacitación en Ley Micaela, acción que se pretende repetir en varias oportunidades.
Nataly explicó: “Ya tenemos una agenda sobre prevención. Es la forma con la que contamos para abordar este tema, trabajar fuertemente el tema de prevención y poder brindar herramientas a los clubes, los profes, las jugadoras. A veces cuesta mucho manejar el tema de los insultos en las tribunas, pero de los agentes deportivos (profe, jugadoras, DT, PF, todos aquellos que estén en la cancha y sean representantes de los clubes afiliados a la Liga) no se va a tolerar ningún acto de violencia. Lo vamos a repudiar y a sancionar”.
“Como primera medida, en este caso puntual el rol de la Asociación fue comunicarnos con ella, solidarizarnos y apoyarla. Luego hicimos el comunicado que es general, porque no queremos revictimizarla”, continuó.
Sobre las posibles sanciones en casos de discriminación que sucedan en una cancha de fútbol, explicó que “la herramienta legal para que el Tribunal de Disciplina pueda sancionar es el informe del árbitro”. “En este caso puntual, la arbitra no escuchó el insulto por ende no lo informó. Pero la decisión fue que, a pesar de no contar con un informe, lanzar el comunicado, porque no lo vamos a tolerar”, continuó.
El lunes pasado la Rosarina decidió citar a entrenadores y entrenadoras, capitanas de los equipos de las tres categorías y árbitras para comenzar a trabajar de manera conjunta contra este tipo de situaciones. En esa lógica, todas las personas presentes firmaron un acta de compromiso que tiene como “espíritu el cumplimiento de las resoluciones de Presidencia y de la elaboración de una agenda de trabajo conjunta entre la Casa Madre y los clubes afiliados. La misma, velará por la protección y defensa de los derechos constitucionales que amparan a cada uno de nuestros deportistas y todos los actores que participan de nuestras competencias oficiales”. La acción se repitió el jueves con las divisiones inferiores.
Sobre la reunión, la ARF publicó: “Ratificamos nuestro compromiso en seguir trabajando en el desarrollo de un marco favorable, basado en la igualdad, el trato digno, la no discriminación y el respeto a las mujeres y a la diversidad, promoviendo un entorno seguro y libre de violencias para todo/a deportista y actores que formen parte de nuestra casa”.
Volvió a enfatizar en el repudio a todo tipo de discriminación “ya sea por género, identidad sexual, orientación sexual, discapacidad, condición socioeconómica, lugar de residencia, entre otras”. Y afirmó que “todo acto violento y/o discriminatorio será informado y severamente sancionado por el Tribunal de Disciplina y/o el Consejo Permanente de Prevención y Sanción de la Violencia Deportiva”.
El fútbol femenino tiene por delante un gran desafío: transformar el fútbol que conocemos y empezar a crear espacios de contención, inclusión y juego. El compromiso está tomado.