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La salida de inversores saquea las reservas del Banco Central

En menos de un mes, la entidad monetaria vendió el 80% del último desembolso del Fondo. Sólo este martes, se perdieron 1.926 millones de dólares. En la renovación del principal título de referencia de la deuda argentina, el Bonar 24, los tenedores no los reinvirtieron y sacaron los dólares del país

Este martes se aceleró la pérdida de reservas del Banco Central, que en menos de un mes sacrificó el 80% de los 10.870 millones de dólares que ingresaron por el cuarto desembolso del Fondo Monetario a principios de abril. En la renovación del principal título de referencia de la deuda argentina, el Bonar 24, los tenedores resolvieron retirar los 1.600 millones de dólares correspondientes al capital y a los intereses. Ese día la pérdida total de reservas fue de 1.926 millones de dólares. Según el portal baenegocios.com, “el número despertó preocupación porque el gobierno no logró retener a los inversores. El grueso de los bonistas recibió los dólares y, en lugar de reinvertirlos, los sacó del país”.

“Es un pésimo dato porque no sólo no se retuvo absolutamente nada sino que encima se fue más de lo que vencía”, planteó el analista Christian Buteler. En esa línea, Santiago López Alfaro, de Delphos, advirtió: “Baja reinversión en bonos argentinos. Mejor que vayan pensando alguna opción para el vencimiento en junio de 1.500 millones del dólar link A2J9”.

Aunque las reservas brutas del Banco Central cerraron el martes en 68.926 millones de dólares, lo que realmente tiene a disposición el BCRA se ubica en torno a los 20.000 millones de dólares, según el cálculo de distintas consultoras.

La velocidad de la caída es lo que encendió las alarmas. Desde el 9 de abril, cuando el FMI depositó su cuarto envío por 10.870 millones de dólares, las reservas perdieron 8.555 millones, el 80%. Una sangría mucho más rápida que en los anteriores desembolsos, que duraron entre dos y tres meses. Sólo en los cuatro días hábiles de mayo se fueron 2.729 millones de dólares.

A partir del aval de Christine Lagarde para vender las divisas provenientes del crédito del FMI para contener el dólar, la evolución de las reservas se convirtieron en uno de los datos clave a monitorear ya que marcan el «poder de fuego» del que dispone el Central para enfrentar una eventual corrida cambiaria.

Hacienda había acortado el vencimiento de las Letes que licitó entre el lunes y el martes de 217 días a apenas 80, para evitar que su vencimiento caiga después del 10 de diciembre e intentar retener por esa vía parte de los dólares salientes del Bonar 2024.

Finalmente, colocó 988 millones de dólares en las letras con vencimiento el 19 de julio a una tasa nominal anual del 4%, casi la totalidad de los 1.000 millones de dólares que había puesto en juego, aunque sólo el 73% de lo que vencía. Además, adjudicó 31.127 millones de pesos en Lecaps a 49 días de plazo con una tasa del 59,4% anual.

Uno de los datos clave a seguir el martes era cuánto de ese vencimiento podía retenerse en activos argentinos, que en el último mes sufrieron un duro castigo ante una ola vendedora a raíz de los temores de default durante el próximo mandato, cuando vencerán cerca de 150.000 millones de dólares de deuda pero ya no habrá dólares del Fondo de respaldo. La caída de las reservas fue elocuente: como ocurrió en abril con el pago del AA19 por 3.500 millones de dólares, los inversores salieron en estampida.

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