El gobierno provincial creó en 2011 un registro para agencias de seguridad privadas, en la órbita del Ministerio de Seguridad. La medida respondió por aquel entonces a la necesidad de regulación de un sector en constante expansión que ya cuenta con 10.000 vigiladores y 220 empresas en toda la provincia, el 70 por ciento en Rosario. A poco menos de un año del nacimiento del registro, El Ciudadano dialogó con Ana Viglione, la funcionaria a cargo del control, y Miguel Milano, representante de la cámara que agrupa a los empresarios del sector. Ambos coincidieron en relacionar el crecimiento de la demanda de seguridad privada con el desarrollo económico de la ciudad y no con el presunto incremento de la inseguridad.
La seguridad privada es un negocio que entró en un proceso de expansión en los últimos años. Los números indican que a fines de mayo de este año el rubro involucraba un personal de 7.000 vigiladores repartidos en 138 empresas, sólo en la ciudad de Rosario. El número crece, de forma lenta pero constante, año a año. El gobierno santafesino, atento a este fenómeno y consciente de la necesidad de regulación estatal para evitar lo que podría convertirse en el surgimiento de una suerte de ejército paralelo dependiente de particulares, dio lugar en octubre de2011 ala creación de un registro de libre acceso donde figuren todas las empresas y vigiladores “en blanco” de la provincia.
El registro es una base de datos a la que se accede vía web, que permite a cualquier ciudadano verificar los datos de toda agencia de seguridad privada habilitada por el Estado, así como también de la totalidad de su personal.
Balance positivo
Ana Viglione es la titular dela Dirección Provincialde Autorizaciones, Registro y Control de Agencias Privadas de Vigilancia, dependiente del Ministerio de Seguridad. Su dependencia es la encargada de la elaboración y mantenimiento del registro: toda empresa y vigilador que se habilita, pasa por la oficina de control dela Dirección, y luego se carga al registro, que se actualiza todos los meses. A poco menos de un año de su creación, Viglione sostiene que el registro “ha mejorado la comunicación, porque la gente visita la página, lo que transparenta la actividad”. Según datos de la propia Dirección, el sitio registra en lo que va de 2012 unas 4.300 visitas a la sección de Agencias de Seguridad. Para la abogada, su importancia tiene que ver con “lo que significa como consulta permanente para el ciudadano sobre las empresas y vigiladores que están habilitados. El balance es positivo”, subraya.
Viglione remarca que la web se utiliza para chequear información más que para denunciar: “No ha habido tantas denuncias. Las que recibimos, totalmente anónimas, tienen que ver en su mayoría con el vínculo laboral entre empresas y vigiladores que denuncian que desempeñan su labor parcial o completamente en negro”.La Direcciónde Control de Agencias de Seguridad Privada trabaja, en ese sentido, articulando con el Ministerio de Trabajo: “Hemos intensificado las inspecciones, en especial en Rosario. Nosotros ponemos el ojo en la parte administrativa, y Trabajo atiende el reclamo del vigilador”, explica la funcionaria.
A mayo de este año figuran 138 empresas en Rosario y 45 en la ciudad de Santa Fe, de 220 como total en la provincia. En Rosario se concentra el 70% de la actividad: se contabilizan 7.000 vigiladores de un total provincial de 10.000, y casi 1.400 objetivos –edificios a proteger-, mientras que en Santa Fe se registran sólo 400. “Hay un incremento paulatino en el número de empresas”, indica Viglione. “Pero contrariamente a lo que se supone, la inseguridad no es la única variable para explicarla. Rosario tiene un movimiento económico importante, y es lógico que al existir obras nuevas, edificios, shoppings, torres, que contratan seguridad durante y después de la construcción, se incrementen los números. A su vez, los comercios, por ejemplo restaurantes, suelen verlo como un servicio que pueden ofrecer al cliente”, agrega.
Algo para destacar es que en Rosario, del total de vigiladores, sólo 400 portan armas. La mayoría sólo porta un handy y un celular para comunicarse con el 911 y con la empresa. Los que portan armas pertenecen a empresas grandes, que deben cumplir requisitos más rigurosos. En esto el Estado es muy cuidadoso para controlar. Ante cualquier falta cometida, existe una cancelación provisoria, pero también una definitiva.
La visión de los empresarios
Miguel Milano es el Director Ejecutivo de las empresas El Centinela, de vigilancia privada, y AMCO Transportadora de Caudales. También es síndico dela Cámara Santafesinade Seguridad Privada (Casasep). Desdela Cámara, el análisis sobre la implementación del registro también es positivo: “El registro es extremadamente profesional, y ha sido ecuánime. Nos ha tratado a todos por igual y con la misma vara, sin excepciones. Nosotros apoyamos la medida desde un principio porque confiamos en que terminaría con las empresas que tienen tarifas a mitad de precio a costa del trabajador, el cliente y el Estado”, sindica. Las faltas más usuales, según Milano, son “evasión, trabajadores que no están anotados, o que tienen otros trabajos y vigilan como changa, y hasta policías contratados como si estuvieran haciendo adicionales que no son adicionales”. Entre las ventajas que advirtieron desde la implementación de la medida, el referente en seguridad privada nombra quizás la más difícil de erradicar, las agencias ‘truchas’ que operaban con connivencia policial. Milano indica que desde Casasep notan un cambio de actitud desde el Estado provincial: “hoy por hoy nos asisten, se trabaja conjuntamente para lograr el mejoramiento de la profesión. A mí me encanta que me controlen, porque si uno hace las cosas bien, puede demostrar que es más eficiente. Eso hace que el cliente te elija ya no por precio, en lo cual no se puede competir con los que están fuera de la ley, sino por seriedad. El cliente no tiene tiempo de controlar por su cuenta si la empresa está en blanco o no, y esto lo facilita”. El empresario afirma que “la demanda de seguridad privada no ha aumentado en cuanto al servicio que ofrecemos, seguridad física en grandes empresas”. Por el contrario, opina que “en Rosario tenemos mucha menos inseguridad que en Buenos Aires y la ciudad de Santa Fe. Hoy los problemas que estamos teniendo tienen que ver pura y exclusivamente con el tema de la droga”. En ese sentido, Milano explica que “hay un incremento lógico y proporcional ligado al crecimiento económico, tanto del número como del tamaño de las empresas, que al expandirse requieren más personal de seguridad. Lo que ha ido aumentando es la demanda de seguridad electrónica: alarmas, sensores, videocámaras, que suelen ser más baratas pero no tan efectivas”, advierte.
Para el síndico de Casasep, ha habido en los últimos tiempos un cambio de paradigma: “La seguridad es un bien lujoso que se ha tornado caro para la mayoría, es difícil que se expanda a toda la población. Quizás en los barrios haya habido un incremento de garitas de vigilancia privada, pero yo no ofrezco ese servicio porque me parece competir con la policía y mezclar las obligaciones”, detalla. Sin embargo, y como dato curioso, Milano afirma que “lo que sí ha aumentado es el acompañamiento de seguridad personal para llevar dinero”. Esto sucede, según su experiencia como empresario de transporte de caudales, porque “a veces el cliente quiere ahorrarse pagar un blindado, o su dinero no es del todo blanco, ya que esos movimientos deben informarse ala Unidadde Información Financiera. Ese tipo de operaciones son, para mí, demasiado arriesgadas”, concluye.