La delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) terminó ayer su visita al país con una conferencia de prensa, en la que manifestó “preocupación por la estrategia gubernamental en materia de libertad de prensa”, junto a otras opiniones críticas hacia el gobierno nacional. Previamente, los integrantes de la delegación tuvieron un encuentro con periodistas de distintos medios de comunicación, quienes le informaron “sobre los obstáculos que impiden la plena vigencia de la libertad de expresión en grupos oligopólicos representados por el grupo Clarín”.
En ese encuentro, el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Gonzalo Marroquín, contestó con evasivas sobre el caso de Papel Prensa, donde Clarín y La Nación manejan la producción y distribución del papel para diarios en la Argentina, y definió la presunta apropiación de hijos de desaparecidos por parte de la familia Noble-Herrera como “cosas de familia”, de “las que no se puede opinar”, porque “son casos que están en tribunales”.
Durante la presentación ante la prensa, Marroquín –que representa al diario Siglo XXI de Guatemala– señaló que es “mejor una prensa con excesos que una prensa controlada”, al tiempo que afirmó que “el periodismo militante lleva al país y a la sociedad a la confrontación”.
Respecto del tema Papel Prensa, los delegados repitieron que “son los tribunales los que tiene que decidir al respecto” y advirtieron: “Cualquier cambio que le permita al gobierno controlar el papel es tremendamente más peligroso”, agregó Marroquín.
Marroquín, acompañado por varios directivos de la entidad, calificó además como “nefasta” a la ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual y tildó de “negativo” al llamado “periodismo militante” que impulsan algunos sectores de la prensa afines al kirchnerismo.
“El periodismo militante es negativo, porque lleva al país y a la sociedad a la confrontación”, sostuvo el titular de la SIP, que al mismo tiempo denunció un “acoso permanente” a periodistas independientes o críticos en el país.
En otro pasaje de la conferencia, Marroquín planteó que el deterioro de la libertad de prensa que señala la SIP se registra en la Argentina por lo menos desde 2005, cuando la entidad había efectuado su anterior visita al país.
A su vez, indicó que la situación con la que se encontraron aquí es propia de naciones con “gobiernos autoritarios e intolerantes”, que pretenden “controlar la información” sobre todo en períodos anteriores a elecciones o frente a la posibilidad de renovar un mandato.
Marroquín se mostró igualmente “preocupado” por “el incumplimiento de las decisiones judiciales sobre el otorgamiento de la publicidad oficial o cuando se ordena que se prohíba el bloqueo o el corte de circulación contra los medios de comunicación” y el gobierno lo desoye.
Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, quien no estuvo presente en la conferencia, dejó un mensaje escrito en el que expresó que “si la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no revierte esta situación de ataques permanentes contra los medios de comunicación, el pueblo argentino perderá otra vez, como en épocas oscuras del país, la verdadera libertad de expresión”.
Rivard no tomó parte de la conferencia porque perdía su avión, aclaró Marroquín, quien sí estuvo acompañado por otros directivos de la entidad.