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La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva desestimó el uso de ibuprofeno inhalado

A través de un comunicado, la organización explicó que "su eficacia no fue comprobada y corre un riesgo para el personal tratante". En Santa Fe se aprobó el tratamiento hace dos semanas para la recuperación de pacientes con coronavirus

Las opiniones sobre el uso del ibuprofeno inhalado están dividas en la comunidad médica y terapéutica. Si bien se autorizó en algunas provincias (entre ellas Santa Fe) como método compasivo para el tratamiento del coronavirus, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) recomienda «que no sea empleado con fines terapéuticos».

A través de un comunicado emitido por la Sati este jueves explicaron que «su eficacia no ha sido comprobada, hay objeciones de seguridad en relación con los pacientes y corre un riesgo para el personal tratante».

“La acción antiinflamatoria de la droga podría disminuir una respuesta excesiva de los mecanismos inmunológicos del huésped, pero podría también reducir la capacidad del paciente de hacer frente a la infección por covid-19 u otras infecciones concurrentes o silente, los inhibidores de la cicloxigenasa como el ibuprofeno deterioran la inmunidad por CD4 T y exacerban, por ejemplo, infecciones por Mycobacterium tuberculosis aerosolizado”, destacan en su argumento.

«La pandemia covid-19 ha puesto al sistema sanitario y a sus profesionales bajo un estrés nunca visto. Los intentos por encontrar terapéuticas para una enfermedad que ya ha producido a nivel global casi un millón de muertes han sido extensos y desesperados», señala el texto.

En ese marco, sostiene que «se han formulado un sin número de hipótesis que, aún sin haber sido verificadas se han publicitado como soluciones mágicas y han creado en la población falsas expectativas de curación de la enfermedad».

«Es el caso con el recientemente postulado ibuprofeno inhalado», agrega el texto, y explica que «hasta hoy, es una hipótesis formulada sin ninguna verificación y de validez a priori cuestionable».

Santa Fe aprobó su uso

Hace dos semanas, el Ministerio de Salud de la provincia aprobó el uso del ibuprofeno de sodio inhalado como tratamiento de uso compasivo para la recuperación de pacientes con coronavirus. La resolución fue firmada por la ministra de Salud santafesina, Sonia Martorano, quien consideró «necesaria la instrumentación de normas expeditivas que permitan la utilización de recursos terapéuticos aun en vías de registro ante la autoridad sanitaria».

El producto, que fue desarrollado por químicos e investigadores del Conicet y del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor), se aplica en Córdoba, Mendoza, Buenos Aires, Jujuy y Salta.

Según el decreto, el tratamiento podrá realizarse en instituciones de salud públicas y privadas habilitadas de la provincia de Santa Fe, y deberá contar con el consentimiento tanto del paciente como de la autoridad sanitaria por ser un tratamiento experimental.

El tratamiento consiste en una modificación de la molécula del ibuprofeno que la convierte en soluble en agua y, de esa manera, se convierte en una solución para nebulizar. Según refieren los científicos, es un tratamiento aconsejable para la fase 2 de la enfermedad, en la que los síntomas más relevantes son la falta de respiración y señales de hipoxia.

La autorización del uso de ibuprofeno de sodio inhalado había sido pedida por la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, a partir de una solicitud de un grupo de investigadores de Conicet, y fue replicada por diputados provinciales. También la impulsaron desde el Concejo municipal.

Desde la cartera de Salud provincial, entendieron que «existen principios activos aprobados y de demostrada seguridad», junto con «evidencia del uso de ibuprofeno sádico hipertónico nebulizable en tratamiento de pacientes positivos de covid-19, llevado a cabo por médicos especialistas en cuidados intensivos que bajo su responsabilidad profesional lo emplearon con éxito».

El tratamiento se puede aplicar con el consentimiento del paciente, familiar responsable o representante legal autorizado, y la conformidad de la autoridad sanitaria responsable del efector de salud, quien determinará cómo realizar la selección del paciente a tratar.

 

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