La edición 32 de la Supercopa de Italia se muda a Arabia Saudita. El partido, que disputarán Juventus y Milan el próximo 16 de enero, se jugará en el estadio Rey Fahd, Riad. Y según adelantaron en los portales web italianos, las mujeres no podrán asistir libremente. Es decir, sólo podrán presenciar la gran final acompañadas por hombres y sí se acomodan a los estándares de vestimenta del lugar.
En Arabia Saudita hay muchas cosas que las mujeres no pueden hacer. Que van desde desplazarse sin un pariente masculino, ya que la tradición religiosa se fundamenta en el principio de que la libertad de movimiento hace a las mujeres vulnerables al pecado, hasta abrir una cuenta bancaria sin permiso de su marido. No pueden viajar, tienen que ir a playas exclusivas para mujeres y hace pocos meses ganaron el derecho a manejar un auto.
Y si bien estas exigencias corren sólo para las mujeres de dicha cultura, ahora se quieren imponer a cualquiera que quiera ir a ver el partido entre el Milan y la Juventus.
El código de vestimenta en Arabia Saudita es estricto. La mayoría de las mujeres se ven obligadas a llevar una túnica negra -la abaya- y un velo que deja al descubierto solo el rostro. La policía religiosa saudita controla estrictamente esta norma en las calles y centros comerciales.
Igor Boni y Andrea Maccagno, coordinador y miembro del Comité Ejecutivo +Europa Torino (una organización sin fines de lucro que agrupa distintos movimientos políticos) respectivamente, hablaron sobre el tema y criticaron a la Liga de Fútbol Italiana y a los dos clubes involucrados por su “comportamiento condescendiente”, ante esta prohibición. Y pidieron, además, que tengan “dignidad y rechacen la solicitud oficial para que no se imponga una limitación a la participación de las mujeres”.
“¡El deporte también debe ser un vehículo de derechos! “, sentenciaron.