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La tecnología reemplazó a la hinchada: el fútbol se reinventó por la pandemia y los hinchas también

Las ligas que volvieron a disputar sus torneos usan diferentes formas para reemplazar a los hinchas en los estadios: transmisiones por zoom, autocines, gigantografías, sonido ambiente y hasta se propuso crear un robot

Parece un videojuego, pero es un partido real. Betis y Sevilla abren el telón de la Liga de España en el regreso tras una pandemia que se cobró muchas vidas. En las tribunas se simulan las siluetas de los y las hinchas, y por los parlantes se escucha un sonido ambiente. Hay aplausos, abucheos y canciones de fondo, pero no hay hinchas. El regreso de las diferentes Ligas de fútbol después del parate por el coronavirus fue sin público y con tecnología. Las cadenas de televisión que cuentan con los derechos para transmitir los partidos innovaron en una nueva idea: escuchar al público, aunque no esté. Como si fuera casi un cuento de ciencia ficción, la hinchada fue reemplazada por tecnología, aunque fue imposible sustituir la pasión.

En el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, el derby andaluz reabría el telón de la Liga de España detenida en marzo por la crisis sanitaria. El partido, que terminó 2-0 para el Sevilla por sobre el Betis, contó con el reemplazo de las parcialidades dentro de la cancha con tecnología. En las tribunas primaron los colores rojo y blanco del equipo local. En las afueras, los bares sacaron los televisores a la vereda. Los andaluces, que se juntaron en las calles para ver el partido por TV, tuvieron la posibilidad de quitar el sonido ambiente y escuchar los gritos de los jugadores y el sonido de la pelota en los botines.

El clásico de Sevilla se vive con intensidad, pero en familia y con amigos. No es de vida o muerte, las clásicas gastadas tienen como protagonista al humor y la ironía, sin ofensas ni violencia. Lo describe así Kike, hincha del Betis, desde Sevilla. El derby andaluz fue el primero que vivió sin su papá, de quien heredó la pasión por el verdiblanco, y el primero con las tribunas vacías. Lo vio en su casa, con un grupo reducido de amigos. En España, el Covid-19 se cobró más de 28 mil vidas y el fútbol volvió a jugarse hace unas semanas.

“Los bares sacaron los televisores y las mesas a las calles para verlo ahí, eso no cambió, normalmente se vive así”, cuenta Kike sobre cómo es el derby. Los tapaboca aún son obligatorios en España, sin embargo, muy pocos lo usan, mucho más en los bares. Los guardan en el bolsillo, en la mochila, o lo usan de collar en el cuello.

Gentileza: Goal.

“Los cinco primeros minutos fueron extraños, la mayoría de la gente le sacó el audio artificial. Después te metes en el partido y no notas nada. Sí que después de tres meses encerrados, parece un partido de barrio, sin físico, sin ritmo, sin juego”, narra sobre cómo vivió ver el clásico sin hinchas.

En la Bundesliga, la primera de las grandes ligas que volvió a la carga después de la pandemia, los hinchas fueron reemplazados por figuras de cartón, aunque personalizadas. En el partido entre Borussia Mönchengladbach y Bayer Leverkusen, los hinchas dijeron presente por medio de figuras de cartón con su imagen en tamaño real. Los afortunados que tuvieron su figura en las gradas llegaron a pagar hasta 19 euros.  Más de 13.000 personas se unieron a la movida y la mayor parte de lo recaudado fue para instituciones sanitarias en lucha contra el coronavirus. Los visitantes también estuvieron presentes con sus gigantografías. Aunque no fue necesario un pulmón para separarlos.

En Corea del Sur, el FC Seoul buscó innovar con maniquíes muy reales, pero la jugada le salió mal: eran muñecas sexuales y tras el partido tuvo que pedir disculpas y pagar una multa. En Dinamarca, en tanto, los hinchas pudieron ver los partidos por Zoom, la plataforma que se volvió indispensable para las reuniones en tiempos de cuarentena. Fue en el clásico entre Arhus GC y Randers, que contó con más de 10 mil hinchas conectados por la aplicación de videollamada. En la liga danesa también improvisaron un autocine, todo vale para que los hinchas sientan el partido más cerca.

En la L-League de Japón, apoyados por su tecnología de avanzada, pusieron parlantes en las tribunas para que los hinchas, mediante una aplicación de celular, pudieran expresarse desde sus casas. Gritos, aplausos, festejos y abucheos. Innovador, aunque lejano a la realidad.

El jugador número 12

No se trata de la hinchada de Boca, sino de la traducción de “Player 12”, una iniciativa de una empresa catalana que quiere usar robots en las tribunas. Ciencia ficción pura. La empresa Idemm Farma, especializada en crear aplicaciones para telemedicina y control remoto de pacientes, presentó el proyecto “Player 12”, donde a través de una aplicación conectada a un robot instalado en el asiento de cada abonado, el hincha podrá sentir que está en la cancha gracias a una cámara que mostrara lo que sucede en todo momento.

El robot, que consiste en un panel con tres cámaras, no sólo transmite al hincha lo que pasa en el estadio, sino que devuelve para dentro del campo, a través de una pantalla y sistemas de altavoces, las sensaciones y emociones que genera el usuario desde su casa.

Con robots o por Zoom, con hinchas de cartón o con muñecos, el fútbol en pandemia parece ser otro. Y el espectáculo también. Sobra tecnología, falta pasión.

 

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