A pesar de que la temperatura bajó casi 20 grados en la jornada de ayer y la lluvia que cayó en la madrugada trajo mucho alivio, los cortes de luz no cesaron. Por problemas en redes de media tensión al menos cuatro grandes sectores de la ciudad seguían al cierre de esta edición sin suministro eléctrico. Las interrupciones fueron causantes, incluso, de algunas situaciones particulares. Por ejemplo, el dueño de un bar ubicado en Salta y bulevar Oroño decidió cortar el tránsito a un día de que Salta se abriera al paso vehicular luego de la explosión en el edificio ubicado a la altura del 2141. Además la Administración Provincial de Impuestos debió cerrar sus puertas por un piquete de vecinos ofuscados en Tucumán y Dorrego.
Este viernes quedaron atrás las altas temperaturas que azotaron el jueves a la ciudad y tuvieron su pico a las 14 cuando se llegó a los 39,2 grados y una térmica de 46,1.
Ayer el día amaneció lluvioso (cayeron casi 20 milímetros y hubo a la madrugada ráfagas de viento de unos 60 kilómetros por hora que provocaron daños menores) y así llegó el alivio. La máxima apenas trepó hasta los 25 grados.
Piquetes
A pesar de eso los cortes de luz siguieron y fueron causantes de algunas situaciones muy particulares.
A 24 horas de que se abriera el tránsito en la cuadra de Salta al 2100 (arteria que estuvo cerrada por la demolición del edificio ubicado a la altura del 2141 luego de la explosión del 6 de agosto pasado que causó 22 muertes) un comerciante volvió a cortar la arteria.
El hombre es el propietario del bar Malos Conocidos, ubicado en la esquina noroeste de Salta y Oroño. El piquete realizado por Mariano Nardi (el empresario en cuestión) fue en uno de los sectores donde hasta el jueves estaban las vallas que impedían la libre circulación en la zona.
“Ya me cansé. Desde ayer (por el jueves) a las tres de la tarde que no tengo luz. Tengo un chico recién nacido, perdí toda la mercadería y la verdad que me colmaron la paciencia esta gente de la EPE. Mentras tanto el alquiler te lo siguen cobrando y la luz te la siguen cobrando”, sostuvo ofuscado ante los medios que llegaron hasta el lugar.
Tras eso, dijo estar agotado por la situación que vive. “Me cansé de llamar, de hacer todos lo reclamos. Tengo reclamos del 26 de diciembre que se cortó la luz y se me quemó un motor de la heladera. Creo que esta gente nos toma para la joda a todos. Estoy desesperado, tomé la decisión solo”, dijo angustiado antes de pedir “disculpas a todos los vecinos”.
En tanto, por la falta de luz, la oficina de la Administración Provincial de Impuestos (API) y Catastro, ubicada en calle Tucumán al 1800, tuvo que cerrar sus puertas. Así, la atención quedó suspendida apenas iniciada la jornada. Un cartel en el ingreso del inmueble explicaba cuál era la situación: “Por falta de energía no se atiende al público. Disculpe las molestias”.
A media cuadra, en la esquina de Dorrego y Tucumán un grupo de personas había iniciado también a la mañana otro piquete en demanda de la reposición del servicio eléctrico. Hasta pasado el mediodía el tránsito en ese sector del centro se hizo caótico. Los vecinos mencionaron allí que estaban sin luz desde el martes al mediodía.
Ya por la tarde la obstrucción vehicular más importante por la zona en cuestión (la cual es muy transitada) y la cantidad de comerciantes que se acercaron al corte se dio en barrio Echesortu. En San Juan y Castellanos un grupo de personas salió a reclamar porque (según dijeron) hacía más de 30 horas que estaban sin servicio.
“Estamos desde las 14 del jueves sin luz, nos dijeron que la solución estaría a las 12 de la noche de ese día, después a la mañana, al mediodía, nos tienen así”, contó una de las damnificadas en declaraciones radiales.
Los cortes oficiales
Según la propia información oficial, promediando la mañana de ayer y ya con el alivio que trajo la baja en la temperatura y la lluvia aún eran 11 las zonas sin luz en toda la ciudad por inconvenientes en las redes de media tensión. Todas esas interrupciones se arrastraban desde el jueves.
En tanto, por la noche y al cierre de esta edición quedaba sin reponerse la energía en cuatro zonas; Córdoba, Entre Ríos, Rioja y Corrientes; Marcos Paz, Campbell, Forest y Colombia; San Lorenzo, Alvear, Zeballos y Avellaneda; y Amenábar, Felipe Moré, Doctor Riva y Rouillón.
El dato incluye apenas los cortes reconocidos por la EPE y deja afuera los inconvenientes que sufren varios vecinos por fallas en redes de baja tensión. Es decir, los cortes puntuales que se dan en cada cuadra o pequeños sectores de la ciudad. Ayer estas interrupciones también se multiplicaron por todos lados.
Abrieron más sobres
Al tiempo que se anunció que se reforzarán las cuadrillas, desde la EPE también se informó ayer que se abrieron los sobres de la licitación de nuevos centros de distribución y más líneas de media tensión, por 49 millones de pesos.
La EPE abrió las ofertas económicas de cuatro licitaciones simultáneas destinadas a la ampliación y refuerzo del sistema. La compulsa de ofertas en su mayoría es para obras en Rosario.
La licitación comprende un presupuesto de 42.200.000 de pesos (u$s 7.726.107,75 IVA incluido), y apunta a la compra de los tableros de media tensión (13,2 kilovoltios) para la construcción de los nuevos centros de distribución Mendoza y Catamarca, emplazados en Mendoza al 700 y en Catamarca y Ovidio Lagos, que alimentan un vasto sector del centro de la ciudad.
La versión de Cantalejo
Desde el inicio de la tercera ola de calor, hace algunos días, el titular de la EPE, Daniel Cantalejo, aún no había salido a dar explicaciones por los cortes de luz. Por medio de un comunicado que la firma estatal envió a los medios de comunicación, el funcionario anunció ayer que se reforzarán las cuadrillas que trabajan para reparar los desperfectos.
En el escrito Cantalejo aseguró que a los 300 operarios que trabajan en las cuadrillas técnicas de la firma se sumarán otros 60 para atender la situación “extraordinaria” que afecta a la ciudad.
El funcionario argumentó que los problemas en el tendido eléctrico se dieron por lo que definió como “una tormenta seca” en relación con la ola de calor extendida. Aseguró que en el verano realizan un promedio de 300 labores diarios de reparación y en este esa cifra creció a 400.
