Una sirena grave sale de los altavoces del aeropuerto de Fisherton. Al costado de la pista de aterrizaje lenguas de fuego nacen de una porción de avión destrozado. El humo negro tapa a más de una decena de tripulantes desparramados sobre el pasto. Otras sirenas se suman y los vehículos de emergencia se apresuran. Autobomba, ambulancias y hasta helicópteros a la carga. Desde el primer piso de la estación aérea pasajeros en espera, azafatas y personal de seguridad no parecen alterados por la tragedia. Nadie se espanta por la escena y alzan cámaras de video o celulares. Saben que no es real sino un simulacro que le permitirá al aeropuerto retener su categoría dentro de la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci). Y aún más importante, afinar los engranajes entre las distintas fuerzas de seguridad y sanidad que intervienen en casos de accidentes aéreos. Un operativo como el de ayer no se hacía desde 2009 y tardarán unas semanas en tener los resultados de cómo se aplicó el plan de emergencia. Sin embargo, las distintas fuerzas municipales, provinciales y nacionales confiaron que fue una experiencia positiva.
Cerca de las 13.30 la terminal aérea rosarina restringió su operatividad. Por tres horas solo podían hacerse vuelos sanitarios, de emergencias o en misión oficial. El motivo fue que unas 120 personas y unos 30 vehículos estuvieron abocados a probar el plan de emergencia para accidentes aéreos en la estación. La situación ficticia era la siguiente: un accidente de una aeronave en la zona operativa con 13 pasajeros y su tripulación. A esto se agregó que otros actores se hicieron presentes como familiares de víctimas en búsqueda de información frente a los mostradores de la compañía aérea. Desde que sonó la alarma casi todos los vehículos llegaron en no más de 12 minutos al sitio del supuesto despiste de la aeronave. Y esto incluyó un helicóptero con asiento en Puerto General San Martín. “Se pretendía responder en forma inmediata y eficaz a la situación, minimizando la cantidad de víctimas fatales, dando atención y apoyo a las personas que resultaren ilesas y a los familiares”, detallaron desde la Administración de Aviación Civil (Anac).
En diálogo con El Ciudadano, el subdirector de Defensa Civil, Gonzalo Ratner evaluó como positivo el resultado de la prueba: “Se puso a prueba el protocolo que tiene la ciudad para estas situaciones. Es una de las hipótesis de riesgo un accidente de aeronave. Estamos muy conformes con la actuación de la emergencia. Fueron entre 12 y 13 minutos de respuesta que ya están establecidos”. Según indicó el funcionario, no es la primera vez que se da este simulacro. Hubo uno en 2009 con similares características y otros diferentes los años siguientes. “Igual, siempre es positivo poner los protocolos a prueba para verificar que los accesos están despejados, y la coordinación de los vehículos de emergencia incluidos los helicópteros”, agregó Ratner.
También presente, el subsecretario de protección Civil, Antonio Moyano explicó: “Es un ejercicio de turno donde se manejan hipótesis de riesgo y ponemos en práctica protocolos de acción. En función de esto, vemos la interacción de los organismos municipales, provinciales y nacionales. Allí analizamos los errores que podemos corregir de manera tal que si ocurre alguna vez un siniestro de estas características podamos estar mejor preparado para afrontarlo”. Para Moyano la estación cuenta con un grupo de profesionales de la Anac, Defensa Civil, Bomberos Voluntarios, la Brigada Aérea de Policía, entre otros, preparados para estas situaciones. “Este aeropuerto hace de forma periódica ejercicios similares. Pero siempre es bueno buscar situaciones diferentes para estar mejor preparado”, coincidió con Ratner.