En una cumbre en la sede del Comité Nacional de la UCR, los principales dirigentes de la conducción del radicalismo hicieron un balance sobre la situación del partido con fuertes autocríticas y diseñaron un plan de acción para reconstruir la base de apoyo de cara a las legislativas de este año. La posible alianza con el FAP que lidera Hermes Binner estuvo en el centro de la discusión.
Luego de varias semanas de ostracismo veraniego, integrantes de todos los sectores del partido se reunieron anteayer para intercambiar opiniones sobre lo hecho en los últimos meses y para delinear la estrategia a seguir en este arranque del año. Es que durante el primer mes del año el radicalismo tuvo un perfil muy bajo, con escasa presencia en los debates sobre los principales temas de la coyuntura, y ahora buscará recuperar protagonismo, en simultáneo con la discusión sobre las candidaturas.
Hubo quejas, reproches, opiniones encontradas y hasta algún intercambio en tono elevado, aunque también una coincidencia: la necesidad de retomar el diálogo interno a fin de sentar postura orgánica sobre los temas de agenda, evitando las contradicciones habituales entre los dirigentes del partido.
El posible acuerdo con el Frente Amplio Progresista también fue uno de los principales temas de discusión: un grupo de dirigentes coincidió en la importancia de acelerar el contacto con Binner a fin de que defina si tiene voluntad de acuerdo electoral con la UCR.
De esta forma, el radicalismo busca evitar que se repita el escenario de las presidenciales de 2011, cuando el acuerdo cayó a último momento, y así contar con cierta seguridad para el armado del terreno electoral a nivel nacional en caso de ir solos.
“Se habló de la importancia de estar preparados para que no nos sorprenda ninguna opción. No podemos estar hasta último momento a la espera de la decisión de Binner”, señaló a Noticias Argentinas uno de los principales referentes de la UCR nacional.
Además se fijó para el próximo 26 de febrero un encuentro de senadores y diputados nacionales en la ciudad de Mendoza, a fin de dar una señal de unidad en base a la definición de una batería de iniciativas parlamentarias.
Según la agencia DyN, uno de las preocupaciones que se reiteró durante el encuentro fue la situación mendocina, donde el ex gobernador Roberto Iglesias y el intendente de la capital, Víctor Fayad, amenazan con una ruptura si Julio Cobos es elegido como candidato a diputado nacional.
Los dirigentes opositores más duros del partido cuestionaron además cierta tibieza en los pronunciamientos de la UCR en el escenario político, no sólo hacía el kirchnerismo sino también al sciolismo y el macrismo, en una crítica dirigida no sólo al presidente, Mario Barletta, sino especialmente a sus pares bonaerenses y de la ciudad de Buenos Aires.
Del debate participaron los diputados Ricardo Alfonsín y Ricardo Gil Lavedra; los senadores Ernesto Sanz, Gerardo Morales y José Luis Cano; los dirigentes Jesús Rodríguez y Juan Manuel Casella; la conducción partidaria encabezada por Barletta y la titular de la Convención Nacional, Lilia de Stubrin, entre otras autoridades.
Los encuentros en el Comité Nacional serán semanales y servirán para aceitar las relaciones internas para las legislativas, en las que el radicalismo tendrá el gran desafío de conservar la gran cantidad de bancas que pone en juego.