El Consejo del Salario mínimo, vital y móvil que será convocado por el gobierno nacional antes de fin de mes será escenario de un duro debate, ya que los sindicatos insistirán con un aumento del 40 por ciento en el mínimo, mientras que las cámaras empresarias ya adelantaron su rechazo a este incremento porque “está por encima del crecimiento inflacionario”. Por su parte, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio De Mendiguren, se desentendió ayer del reclamo de la Confederación General del Trabajo (CGT) de elevar a 2.600 pesos el salario mínimo, vital y móvil, al asegurar que ya se abona “esa cifra” en los sueldos “básicos” del sector.
Aunque aún no hay una fecha exacta del día de la convocatoria del Consejo del Salario, el ministro de Trabajo dela Nación, Carlos Tomada, aseguró que el encuentro se realizará antes de que termine agosto.
Parala Unión Industrialel aumento del salario mínimo deberá ser debatido de acuerdo con el sector empresarial que se trate, mientras quela CGTyla Centralde Trabajadores dela Argentina(CTA) ya plantearon que, en conjunto, reclamarán subir de1.840 a2.600 el haber básico.
El titular de la central fabril, De Mendiguren, dijo: “Siempre cuando se inicia una negociación, el sindicalismo pone una cifra y el empresariado otra, pero un índice de un 40 por ciento para aumentar es demasiado, tomando en consideración los niveles de inflación que tenemos en el país”. En este sentido, el empresario consideró: “Me parece que es una cifra que dejó el sindicalismo para que se vaya negociando como es lógico”.
Más adelante, el presidente dela UIAargumentó: “Hay sectores cuyo básico ya supera esa cifra y hay otros más atrasados” pero, al mismo tiempo sostuvo que “el hecho de que muchos sectores dela Unión Industrialestén por encima del salario mínimo no significa que nos dé lo mismo y por lo tanto no debemos dejarnos influenciar para subir todos los salarios”.
Por su parte, el titular dela CGT, Hugo Moyano, aseguró que la cifra del 40 por ciento “es razonable” y adelantó que el porcentaje de mejora ya fue acordado con el sector dela CTAque conduce Hugo Yasky y que ese será el pedido que llevarán al Consejo. En línea con Moyano, el secretario de Derechos Humanos dela CGT, Julio Piumato, ratificó ayer la decisión de la central obrera para llevar el reclamo de un piso salarial de 2.600 pesos.
“Los empresarios ganaron plata, y mucha. Los 2.600 pesos son el piso, y hasta podemos llegar a ser criticados por quedarnos cortos”, sintetizó el sindicalista.
Por último, Yasky afirmó que la central que encabeza “defenderá a muerte” el salario mínimo y puntualizó que, por ejemplo, enLa Riojaalgunos trabajadores cobran 1.200 pesos, aun menos de lo actualmente estipulado. El titular del sector dela CTAafín al kirchnerismo reclamó también un ajuste en el tope del impuesto a las Ganancias, que “está cercenando” haberes. “Ese tope debe elevarse porque se está cercenando el salario, y no son ganancias (de los trabajadores) lo que se está tocando” a partir de cumplir con el pago del gravamen a las Ganancias, explicó el gremialista en declaraciones radiales.
Sin embargo, para Yasky, en lo que resta del 2011 “no se puede plantear como una norma general” la reapertura de las paritarias y estimó que esta iniciativa “perjudicaría” a “muchos sindicatos”. Según el dirigente dela CTA, la posición “común” que se asumirá conla CGTapunta a dar “más solidez y fortaleza” en el encuentro que convocaría el Ministerio de Trabajo esta semana, y donde también participan “distintos sectores empresarios”.
Yasky desestimó la posibilidad de alcanzar un acuerdo de unidad con el sector que conduce Pablo Micheli, y estimó que la división que sufrió la central de trabajadores “va a depender de los afiliados que tendrán que juzgar las conductas” de la dirigencia sindical de la organización. Además, Yasky señaló que “sería emblemático” que el próximo gobierno que asuma en diciembre le dé la personería gremial a la CTA y estimó que esto “cerraría un ciclo de larga postergación”.
Desde la UIA también pretenden que en el Consejo del Salario se debata sobre el trabajo en negro. “Sería bueno tratar la informalidad, porque siempre volvemos a hablar de los trabajadores que están bajo convenio y el 38 por ciento sigue en la informalidad. Para los trabajadores es muy grave, y también para los industriales por la asimetría de costo”, dijo De Mendiguren.