Desde el viernes, la Unidad Penitenciaria Nº 3, de Riccheri y Zeballos, cuenta con un flamante salón de usos múltiples y un gimnasio, que fueron construidos con fondos de la propia penitenciaría, y el trabajo del personal y los propios internos. La inauguración de los flamantes espacios contó con la presencia del ministro de Seguridad, Raúl Lamberto.
Fuentes del gobierno provincial indicaron que se construyeron un total de 117 m2, un gimnasio, un entrepiso, un vestuario y sanitarios nuevos, con el objetivo de contar en los lugares de detención con espacios para la recreación y el ocio. También se consideró un espacio para una oficina para uso del personal.
En el acto, Lamberto indicó: “Nos alegra cuando vamos incorporando actividades que permitan ocupar el tiempo libre y jerarquizar el movimiento intelectual del interno para generarle oficios y poder pensar en una salida laboral, para él y para su familia”.
“El sistema penitenciario se tiene que jerarquizar, las detenciones a largo tiempo deben hacerse en el Servicio Penitenciario y no en las comisarías”, destacó el ministro, al tiempo que enumeró las acciones encaradas en este sentido: “Vamos incorporando lugares de detención como la alcaidía para mujeres en Piñero y el minipenal en el camino a Pérez; pero para eso tenemos que trabajar en el cuidado del interno, en el estímulo y también prepararlo para que, cuando logren la libertad, tengan la posibilidad cierta de conseguir eso que tanta dignidad les da: un trabajo”, concluyó.
El gimnasio cuenta con una superficie total de 76,5m², donde también se construyó un entrepiso, un sector destinado al vestuario y sanitarios. Además, en el salón de usos múltiples se logró recuperar un espacio para reuniones, proyecciones de películas y conferencias.