Este jueves 18 de mayo tiene lugar una movilización conjunta entre la Unidad Piquetera y la Utep. La jornada se realiza en el marco de un agravamiento de la crisis social y económica y del ajuste del gobierno nacional al servicio del FMI, denuncian los organizadores, integrantes de organizaciones referenciadas tanto en la oposición como en el oficialismo. La acción central, en la Ciudad de Buenos Aires con una movilización al Ministerio de Desarrollo Social, mientras que en Rosario, a las 10 de Plaza Sarmiento al Monumento a la Bandera.
Melisa Molina, dirigente del Polo Obrero de la provincia dijo “Este principio de acción en común muestra que el ajuste del gobierno es intolerable, al punto de empujar a sectores oficialistas a salir a las calles a reclamar. Esta unidad debería ser un ejemplo para la clase obrera ocupada frente a la inmensa pérdida salarial, exigiendo y organizando desde abajo un paro general por aumento de emergencia de salarios y jubilaciones, mientras la CGT permite que el salario mínimo esté bajo la canasta de indigencia”.
A su vez, señaló: “Tolosa Paz ajusta la entrega de alimentos, cada vez de peor calidad y cuando salta el dato de que 6 chicos de cada 10 en nuestro país son pobres. Es una ministra desalmada, rica en un país de pobres y desde el Polo Obrero y la Unidad Piquetera reclamamos que se vaya. Es ella la que usa a los niños para atacar al movimiento piquetero, cuando es su gobierno el que los hambrea”.
Por su parte, la precandidata a gobernadora por el Frente de Izquierda, Carla Deiana dijo: «Mientras algunos partidos políticos atacan a las organizaciones sociales, desde el Partido Obrero las apoyamos e impulsamos, porque son esas organizaciones una barrera de defensa contra el copamiento del narcotráfico en los barrios y contra la captación de una juventud hambreada a economías criminales que están masacrando a adolescentes cada vez más niños. Hoy la lucha de los desocupados para que las familias tengan al menos un plato de comida en Argentina es clave, porque este gobierno del FMI va a la deriva mientras crecen la fuga de capitales, el endeudamiento y la inflación, empobreciendo a ritmos acelerados a la población. Desde la izquierda no vamos a ser cómplices y aceptar que en un país productor de alimentos falte en la mesa trabajadora la carne, el pan y y la leche ”.
