La Universidad Nacional de Rosario y la Municipalidad firmaron un convenio para la instalación de un centro experimental, de producción científica y educación ambiental en la zona de islas que son propiedad de la ciudad, pertenecientes al llamado legado Deliot en las que formalmente se estableció la Reserva Tres Cerros. El proyecto supone la participación de unos 60 investigadores de diferentes disciplinas con el norte puesto en generar conocimiento científico sobre la diversidad biológica del humedal, los impactos sobre ese frágil ambiente que producen las actividades humanas y las estrategias de preservación de una región reconocida por sus servicios ecológicos, como la amortiguación de crecidas y bajantes o de extremos climáticos.
“Pusimos en marcha con el municipio una amplia agenda de trabajo para la protección del ambiente en general, del cuidado y la defensa de nuestros humedales en particular. El planeta da señales dramáticas de agotamiento todos los días, producto del destrato y la explotación, de la depredación sistemática a la que sometemos a la tierra», resumió este viernes el rector de la UNR, Franco Bartolacci.
Adelantó que ya la semana próxima, un equipo de investigadores involucrados en proyectos ambientales estarán en las islas frente a Rosario para instalar oficinas y un módulo sanitario, parte de la infraestructura que permitirá una presencia y trabajos continuos.
«Necesitamos construir una nueva cultura del cuidado, un compromiso colectivo para la preservación de la tierra que habitamos. Lo que ha pasado este año con las islas ha motorizado el compromiso de la sociedad en su conjunto y del municipio en defensa de nuestros humedales. Este es un aporte más de la Universidad Pública, una base en el territorio para defenderlo, pero también para que la información científica que se produzca le sirva al Estado como insumo para el diseño y la implementación de políticas públicas”, continuó Bartolacci con mención directa a los incendios, en su mayoría iniciados intencionalmente, que este mismo viernes inundaban otra vez el ambiente de humo.
El rector agradeció al intendente Pablo Javkin su aporte y voluntad de avanzar con celeridad en el proyecto.
“Tenemos un problema gravísimo que no es nuevo, pero sí que requiere respuestas nuevas. Debemos hacer muchas cosas de las que no se hicieron, y una es producir investigación científica de lo que sucede en el humedal, para conocer cómo se puede defender mejor y como se altera la fisonomía de este cuando se registran prácticas regulares», completó el jefe del Ejecutivo rosarino. «Contar con este centro científico de la Universidad trabajando en el territorio, midiendo el aire, cuidando lo que sucede con la flora y fauna, es un gran aporte en pos de construir herramientas para solucionar el problema”, siguió Javkin.
Parte de las acciones proyectadas son estudios sobre el suelo, la flora y fauna de las islas, el agua y la calidad de aire, el diseño y montaje de un sistema de alerta temprana sobre focos de incendio, estrategias de preservación y cuidado del ambiente y un proyecto educativo ambiental. El despliegue estará a cargo no sólo de investigadores, sino también de estudiantes y graduados de diferentes carreras.
La producción científica que se construya será pública, abierta a la comunidad y a los ámbitos de decisión pública de todos los niveles, desde el local hasta el nacional. Un puntal de la iniciativa será el Observatorio Ambiental de la UNR.
Un abanico de producción científica pública
El centro de experimentación que comenzará a montar su estructura, y a funcionar, la semana próxima, tendrá un cúmulo de objetivos:
• Albergar un Centro de producción científica con base en los humedales que funcione como sede los proyectos de investigación de todo el ámbito universitario dedicados a la temática.
• Constituir una red interdisciplinaria de expertos y de organizaciones de la sociedad civil que aporten, desde sus respectivos campos de conocimiento, lo requerido para el diseño y desarrollo de estudios científicos que brinden información de calidad y transparencia en un tema de gran relevancia social, como es la calidad del ambiente.
• Ejecutar estudios in situ que permitan elaborar una línea base sobre el estado natural, social y productivo de las islas que integran la Reserva Municipal Los Tres Cerros.
• Analizar la variable “Calidad de Aire”, y el desarrollo de indicadores que posibiliten identificar el tipo de contaminantes que pueden estar involucrados, la concentración y peligrosidad.
• Evaluar el impacto sobre la biodiversidad acuática de las prácticas de quema de la flora del humedal, a partir de monitoreos de las variaciones en la biodiversidad acuática y de los parámetros fisicoquímicos del agua.
• Realizar muestreos mensuales en cada sitio y en base a ello, estimar parámetros fisicoquímicos del agua y, analizar la biodiversidad total alcanzada.
• Promover proyectos de investigación que permitan obtener datos certeros sobre el impacto que generan –a corto, mediano y largo plazo- los procesos económicos y productivos en el medio ambiente en general, y en la calidad del aire en particular. En este sentido, se implementará un análisis sobre cómo impacta la contaminación del aire, generada por las actividades productivas llevadas a cabo en la zona de islas, en la salud de la población.
• Efectuar un estudio intensivo sobre la fauna de la zona de islas para el monitoreo de calidad de vida, atento a que los marcadores de fauna permiten detectar las disrupciones que puedan ocasionarse en el ambiente de islas.
• Realizar seguimientos y establecer procesos de observación de alerta temprana, con base en los Humedales.
• Establecer un espacio didáctico educativo para la región que ponga en relevancia la importancia de los humedales, la biodiversidad y el ambiente.
• Proveer a los estados Municipal, Provincial y Nacional los datos arrojados por las investigaciones realizadas para el diseño de políticas públicas que tengan en miras la preservación del ambiente en general y de forma particular, la de la flora y fauna de la zona de islas.