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La Universidad Nacional de Rosario reconoció a sus nuevos graduados por el Programa Regresar

El Área Académica y de Aprendizaje de la Universidad Nacional de Rosario reconoció a los últimos 45 graduados que se recibieron en el marco del programa. Además entregó a las y los 182 tutores certificados por su participación dentro de este innovador dispositivo

El programa de la UNR que posibilitó que muchos estudiantes regresaran a sus aulas para recibirse, cerró un nuevo año lleno de emociones.

El Área Académica y de Aprendizaje de la Universidad Nacional de Rosario reconoció a los últimos 45 graduados que se recibieron en el marco del Programa Regresar. Además entregó a las y los 182 tutores certificados por su participación dentro de este innovador dispositivo.

Cabe recordar que ya son 85 personas que pudieron retomar sus estudios y lograr sus títulos universitarios, un número alentador teniendo en cuenta que el programa fue puesto en marcha a mitad del año pasado. «Entendíamos que este programa era necesario y está dando sus frutos. Lo que construimos acá no pasa en ninguna otra parte del país”, explicó el rector Franco Bartolacci, y agregó: “Está es de las cosas más maravillosas que hicimos en el último tiempo como Universidad, terminar un año tan difícil entregando diplomas a quienes tuvieron el valor de volver para cumplir sus sueños es algo muy emocionante. Es un ejemplo enorme, una gran caricia al alma, y nos produce mucho orgullo. Que hayan tomado la decisión de volver y cerrar esa etapa es algo totalmente extraordinario. Quiero también valorar y agradecer a la familia y amigos que ayudaron a que esto pueda suceder, son una parte muy importante de este proceso”.

El Rector detalló que “algo que destacan quienes se han graduado a través de este programa es el valor de haberse sentido acompañado por la institución”, y recordó que volver a estudiar nunca es una decisión simple. “Sabemos que un primer problema es dar el paso de volver, pero un segundo es que en ese camino no exista una nueva frustración. Por eso es tan importante el acompañamiento y el seguimiento para poder vivir este regreso a la Universidad».

Este dispositivo busca acompañar a los y las estudiantes para que puedan finalizar sus estudios universitarios. El programa pone especial atención a estudiantes que han dejado su recorrido académico y adeudan el 30% de la carrera y/o que les falte realizar el trabajo final o tesina para graduarse, o que no hayan regularizado/aprobado alguna asignatura en los últimos diez años de todas las carreras de grado de la UNR.

Las y los tutores llevaron a cabo una tarea de acompañamiento muy importante para las y los estudiantes que retomaron sus estudios. La tarea, además, permitió que la reincorporación a la Universidad sea más fácil y orgánica.

El rector Franco Bartolacci enfatizó en la importancia que este programa tiene para la Universidad y la relevancia del trabajo de cada uno de los que participaron a lo largo de este año. “Quiero reconocer a todo el equipo del Área Académica y de Aprendizaje por su trabajo y gran gestión en circunstancias muy difíciles», y agradeció: «La UNR es una institución muy grande, y en ocasiones es muy complicado generar cambios y transformaciones. Este dispositivo efectivamente lo pudo hacer, buscamos que genere un contagio para que más personas puedan animarse a regresar a la Universidad y conseguir su título universitario”.

El Rector valoró «la sensibilidad» de la comunidad universitaria y la forma de asumir los desafíos que se plantean. «Se construye desde un lugar distinto y provoca un impacto diferente. No es lo mismo poner en marcha un programa de estas características para una unidad académica que pensarlo para la Universidad entera, con el volumen y dimensión que tiene. Los números lo ponen en evidencia, cientos de personas inscriptas en las primeras horas de habilitada la primera convocatoria y el mismo éxito tuvo nuestra segunda edición», y detalló: “Muchas veces las mismas estructuras burocráticas son las que conspiran e imposibilitan que se cumpla el objetivo de la institución, por esto todas estás historias deben servir como mensaje para nuestra comunidad y para todos aquellos que aún están en la duda. En parte cuando hablamos de devolverle legitimidad a lo público, hablamos de que hay que trabajar para dejar de construir instituciones sin corazón ni alma. Nosotros queremos que las y los estudiantes dejen de ser números de legajos, sino saber que cada una y cada uno es una historia particular de vida”.

Este dispositivo que puso en marcha la UNR se presenta como complemento de los programas y políticas de retención, promoción y egreso que ya se vienen desarrollando, cuya finalidad es atender a problemáticas socioeconómicas, académicas y de adaptación a la vida universitaria.

La responsable del Área Académica y de Aprendizaje, Romina Pérez, valoró el camino recorrido, el esfuerzo de las y los estudiantes para cumplir el objetivo, y el acompañamiento constante de los tutores. “Hoy celebramos 85 historias de vida, relatos en primera persona demuestran que cuando se quiere, se puede. Cuando hay compromiso, decisión, vocación y esfuerzo. Cuando la búsqueda es por lo que queremos llegar, vencer a los obstáculos graves, imaginarios, los miedos, las inseguridades, los ejercicios, y al mismísimo paso del tiempo. Los caminos por los que nos lleva la vida no son en línea recta, pero siempre estamos a tiempo de reanudaremos y confiar que todo es posible”.

Pérez resaltó que gracias al compromiso colectivo, la vida de muchas personas ha cambiado y terminar la carrera universitaria ya no es una frustración sino nuevamente una posibilidad. “Frente a tanta desesperanza y desilusión, queremos que la Universidad siga siendo una posibilidad”.

Además, resaltó que el desafío era grande y las expectativas altas, ya que los antecedentes de este tipo de políticas, en otras Universidades o espacios educativos, siempre habían sido más pequeños. “No había una iniciativa semejante que comprenda todas las carreras de grado de una Universidad. Con el trabajo sostenido de un equipo de colaboradores muy dedicado y con el compromiso de docentes de todas las unidades académicas, pudimos llegar a muchísimas personas que habían abandonado sus estudios universitarios».

Por último, detalló que desde la inclusión de este programa, la Universidad Pública ya no es la misma. «Este año, tan convulsionado a nivel país, y sobre todo para la Universidad Pública, no nos detuvo, logramos sostener cada una de nuestras acciones y potenciarlas. Esto es fruto del aporte de muchas personas, principalmente el esfuerzo y la dedicación de nuestros estudiantes, hoy graduadas y graduados, pero también lo es de su familia, afectos, amigos y amigas que estuvieron ahí acompañándonos, de los docentes, autores, equipos de gestión, personas no docentes, cada uno en su lugar, pusieron de su parte para que el programa sea un éxito. Felicitaciones de corazón a cada una y cada uno de nuestros graduados y graduadas del programa rEGRESAR».

Regresar a graduarse

Hay historias que prueban que no hay tiempos ni distancias imposibles cuando se trata de cumplir el sueño de obtener un título universitario.

En 2012, Carolina Costa rindió la última materia de la Licenciatura en Estadística, pero la vida la llevó lejos: se mudó a Chile. Sin embargo, el lazo con la Universidad Pública que tanto le había dado nunca se rompió. Años después, al regresar a la Facultad de Ciencias Económicas para solicitar su historia académica, algo en su interior despertó. Carolina sintió que tenía una deuda pendiente con esa casa de estudios que le había abierto las puertas al conocimiento y al crecimiento personal.

«Siempre tuve pendiente el poder terminar la carrera, y consolidar mi validación propia. Me fui a un país donde la educación es paga completamente, lo que me hizo valorar la posibilidad tan grande que tenemos en Argentina, que muchas veces no nos damos cuenta», explicó.

Fue entonces cuando, a través de su mamá, conoció el Programa REGRESAR y no lo dudó: se inscribió, trabajó con su tutor, y viajó especialmente para rendir su tesina. Este 18 de diciembre, Carolina dejó de ser estudiante para convertirse, finalmente, en Licenciada en Estadística.

«Tengo una sensación de mucha alegría de haber cumplido una etapa, de lograr lo que uno está esperando desde el momento en el que pisa la facultad por primera vez».

Por su parte, Estefanía Debay, hace poco se recibió de la Licenciatura en Comunicación Social. Su vínculo con la universidad comenzó en 2004, pero las dificultades familiares y laborales del último año la llevaron a abandonar el desarrollo de su tesina. Veinte años después, con tres hijos pequeños y una vida construida en Portugal, decidió que era el momento de cerrar un capítulo que siempre había quedado inconcluso. Se unió al rEGRESAR y hoy no solo logró su ansiado título universitario, sino que disfrutó muchísimo del proceso.

“Necesitaba cerrar una etapa, concluir tantos años de estudio y esfuerzo. No podía dejar inconclusa una carrera universitaria que amé y disfruté estudiar, que me regaló a mis mejores amigas y, también, a mi esposo, el padre de mis hijos. Hacerlo era demostrarme a mí misma ya mis hijos que era capaz de alcanzar mi meta”, compartió Estefanía.

Con su título en mano, reflexionó sobre el camino recorrido. “Tuve el privilegio de disfrutarlo. Elegí un tema de tesina que me apasionaba, lo trabajé junto a profesionales de la carrera y nunca imaginé que, con los años, a esta altura de mi vida, podría disfrutar tanto de esta experiencia. Cerré esta etapa de la mejor manera gracias a la Universidad Pública”, afirmó emocionada.

María Belén Gramajo, ingresó a la Universidad en el año 2005 para estudiar la Licenciatura en Estadística. Se fue a estudiar y a vivir a Barcelona y fue estando allá que conoció el Regresar gracias a su hermana. “La verdad es que siempre quiere recibirme de estadística, pero por momentos lo veía muy lejano, me desanimaba y era volver a creérmelo. El programa me sirvió para confiar y ver qué si podía y espero que estás experiencias sirvan para que otros también confíen en eso y puedan lograrlo”.

Hoy, después de tantos años, puede decir orgullosamente que es graduada de la universidad pública. Su paso le dejó principalmente la confianza en las posibilidades  infinitas y en las cosas ilimitadas que podemos lograr para ir hacia un mundo mejor. “El acompañamiento y seguimiento fue increíble, cada mes compartíamos nuestros avances con la profe encargada de regresar en estadística. Fue tan maravilloso el incentivo y calidez que se sintió que todos teníamos ganas de trabajar y conectarnos. Fue una experiencia increíble, nunca pensé cerrar mi etapa universitaria así, está vez pude crear lazos y sobre todo muy humanos”.

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