De vuelta a casa. En abril el artista plástico Jorge Molina, egresado de Bellas Artes de la UNR, volverá a la Facultad de Humanidades, esta vez como docente. Junto a Camila Guerra –alias China del Río– y Marcela Philipp integrarán la nueva propuesta educativa que reivindica el muralismo callejero. Al respecto, Molina explicó: “Es un fuerte apoyo institucional que vigoriza y legitima la creación de murales callejeros y coloca a la UNR a la vanguardia de una necesaria renovación del arte impulsando la enseñanza del arte mural urbano como expresión artística autónoma, contemporánea, en contacto vivo y directo con lxs ciudadanxs y merecedor, como verdadero arte popular, de un espacio académico propio”.
Pintado
Molina integra la larga nómina de artistas urbanos que transforman las paredes de Rosario. Sus personajes son fácilmente reconocibles y ayudaron a muchas escuelas, centros culturales y bares a dejar de ser blanco de las disputas territoriales de hinchas de fútbol o política. Los murales, por su expresión y esfuerzo, ganan el respeto a tal punto que la UNR decidió darles una Diplomatura de Pregrado en Arte Mural Urbano. Ese es el nombre de la nueva formación universitaria.
Según contó Molina, la diplomatura está abierta a cualquier persona mayor de 18 años que haya terminado la secundaria. No hace falta tener conocimientos previos. Entre sus objetivos, la formación que durará 8 meses, propone capacitar en la producción de arte mural urbano con perspectivas críticas y reflexivas respecto de su entorno social. También, conocer y ejecutar las diversas técnicas del muralismo urbano mediante la experimentación, investigación y aplicación en producciones artísticas tanto en la construcción creativa personal, grupal y en el mundo del trabajo. Y por último, generar obras murales donde poner en juego lo aprendido, tanto técnica como simbólicamente.
Afuera, adentro
El dictado de la diplomatura será de 9 a 13 durante los días sábados y tendrá lugar dentro de la Facultad de Humanidades y Artes y en las calles de Rosario. Esta búsqueda es cercana a Molina, quien no gusta del ámbito universitario cerrado. Menos de las galerías de arte o los museos. “Hay que romper con el lugar común de que sólo hay algunos que entienden de arte. Es una excusa para poder controlar la cultura y hacer plata”, explicó a El Ciudadano.
Molina formó un grupo de muralistas en el barrio Barracas en Buenos Aires llamado Bumbao, bautizado por el sonido que hace alguien al decir bombucha en francés. Es que para pintar murales en el barrio de tradición fabril primero cargaban bombuchas con pintura de látez y las tiraban contra las paredes. Era la base sobre la que iba luego el mural.
El artistas también participó del grupo Filete Colectivo y pasó ocho años haciendo murales en escuelas del país con comunidades educativas envueltas en problemas de violencia y consumo. Venía de una idea del ex ministro de Educación Daniel Filmus que se llamó “Murales que hablan”.
Agenda
Quienes deseen conocer más sobre la diplomatura pueden participar el lunes 21 de febrero a las 20 horas y el viernes 25 de febrero a las 18 horas de dos reuniones virtuales a través de la plataforma Meet y el siguiente link.
