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La UNR aprobó el protocolo contra la violencia de género

Después de escraches a docentes en las facultades de Arquitectura y Ciencias Médicas atenderán de manera coordinada las denuncias

El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) aprobó este martes por unanimidad un protocolo y un plan de acción para atender y visibilizar situaciones de violencia de género en las doce las facultades, los tres institutos y todas las dependencias de la casa de estudios. La discusión en torno al documento ganó fuerza en las últimas semanas después de una serie de escraches que hicieron alumnas a docentes de las facultades de Ciencias Médicas y Arquitectura. A través del hashtag #Cuéntalo, que fue viral en mayo en Argentina, denunciaron situaciones de acoso y abuso de poder con carteles en los pasillos de las facultades y a través de las redes sociales. Las denuncias llegaron a los medios de comunicación y encontraron respuesta en el trabajo que desde hace cuatro años lleva adelante el Área de Género del gremio docente, que hace en mayo de 2017 presentó un proyecto casi idéntico al aprobado. La propuesta gremial respondía a la necesidad de que la UNR se ponga a la par de más de 30 universidades del país que ya aplican protocolos. “A cien años de la Reforma Universitaria es un paso fundamental para democratizar y construir una universidad más igualitaria. No se trata sólo de tener una herramienta para contener a quienes denuncian sino que sirve para trabajar en la prevención y en la celeridad las causas para que estas violencias no se sigan produciendo”, explicó en diálogo con El Ciudadano Noelia Figueroa, docente y una de las autoras del protocolo.

El protocolo y el plan de acción fue aprobado por todos los integrantes del Consejo Superior de la UNR. Antes de las denuncias públicas, cinco facultades habían implementado protocolos. La primera fue la de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Le siguieron Humanidades, Psicología, Ingeniería y Derecho. Con los escraches se sumaron las de Ciencias Médicas y de Arquitectura. Según explicó Figueroa, la UNR venía atrasada en relación a las más de 30 casas de estudios del país que desde 2015 pusieron en práctica iniciativas similares.

El Área de Género de Coad presentó la iniciativa en mayo del año pasado, pero no obtuvo tratamiento. Después de los escraches, las representantes del gremio se reunieron con el Área de Asesoría Jurídica de la UNR y armaron un proyecto consensuado para llevar al Consejo.

La iniciativa define la creación de un protocolo y un plan de acción. El protocolo genera un espacio de atención y acompañamiento centralizado que trabajará en coordinación con las facultades. También atenderá denuncias de cualquier dependencia de la universidad, como los institutos, el gimnasio o la sede de gobierno. “Nos permite unificar porque venía muy desigual la aplicación según la facultad y el trabajo previo en cada una. Hablamos de una comunidad de 100 mil personas”, explicó Figueroa.

El plan de acción apunta a la prevención y al trabajo de sensibilización sobre las distintas formas de violencia de género. “Buscamos que las y los estudiante no tengan impedimentos por género o por orientación sexual para llevar adelante sus carreras. No sólo queremos terminar con la impunidad de determinados docentes sino trabajar en la concientización y prevención para que no haya más situaciones de acoso y abuso”, explicó Figueroa. Una de las novedades del protocolo es la incorporación del concepto de celeridad, que pretende que las denuncias no queden en un trámite burocrático. Para ganar rapidez mientras dure la investigación administrativa habrá medidas provisorias para cuidar a las denunciantes. También sumaron la la solicitud de intervención con un mediador como medida previa a la sanción en los casos de situaciones de menor gravedad. Para poner en práctica el plan de acción y el protocolo serán creados cuatro cargos rentados – ver aparte– a través de concurso. Dos para trabajar políticas de prevención y dos que coordinarán con los representantes de cada facultad y trabajarán con los mediadores.

En la reunión del Consejo Superior el decano de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Franco Bartolacci, reconoció el trabajo de los colectivos de mujeres docentes, investigadoras y estudiantes que desde hace años pelean por el protocolo, así como de las agrupaciones estudiantiles. “La perspectiva de género ha permitido construir desde abajo una experiencia institucional saludable y un camino que hoy encuentra un punto sustancial con un protocolo unificado. Este es un día muy importante para la comunidad universitaria”, dijo.

Un triunfo de abajo hacia arriba

Para Figueroa la aprobación del protocolo y el plan de acción respondieron a una dinámica doble de acción de las mujeres. “El proceso gana fuerza desde 2015 con el Ni Una Menos. Quienes estamos comprometidas con la temática y trabajamos desde los feminismos en las facultades y en el gremio propiciamos la discusión haciendo propuestas normativas y jurídicas a la universidad. Además trabajamos conectadas con otras universidades de país. A eso se suman las denuncias de las estudiantes que recurrieron a la universidad pero no encontraron respuesta. Los escraches pusieron la discusión sobre el tapete y aceleraron los tiempos. Los dos factores evidencian una forma de construcción del movimiento de mujeres argentino, que es de abajo para arriba y gana por insistencia y prepotencia de trabajo”.

Cuéntalo en la UNR

Los escraches a docentes por situaciones de acoso y abuso de poder empezaron en la facultad de Arquitectura hace tres semanas. Las estudiantes usaron el hashtag #Cuéntalo que fue viral en los países de habla hispana a principios de mayo y tuvo a Argentina como líder de las denuncias. Con carteles en los pasillos de la facultad las estudiantes apuntaron a los maltratos de tres docentes. «Las medianeras son iguales que las mujeres: una de 20 años vale mucho más que una de 50»; «Cuál es el electrodoméstico que más consume en la casa? Qué raro que ninguna mujer dijo la plancha»; «Estás más buena que comer pollo con la mano»; «Qué buen lomo tenés, nunca te había visto parada»; «Si vamos a hablar de lo que les conviene, a las mujeres les conviene llevar la pollerita bien corta y a los hombres jugar al fútbol»; «Mandame un mail con una foto tuya. Pero ojo, una en la que no estés desnuda», fueron algunas de las frases colgadas a las que se sumaron otras en redes sociales. Días después la ola llegó a la Facultad de Ciencias Médicas. A través de una cuenta de Instagram llamada Cuentalo.fcm, alumnas escracharon a docentes de la Facultad de Ciencias Médicas, Fonoaudiología y Enfermería. La cuenta se abrió el domingo y en pocas horas cosechó 15 publicaciones y más de 1.300 seguidores.

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