La restauración y puesta en valor del patio central se enmarca en el Proyecto de Recuperación del valor arquitectónico y el patrimonio edilicio de la Facultad de Humanidades y Artes, en el que se destacan la puesta en marcha de numerosas obras. Además de la renovación del patio, comenzaron a restaurar la fachada.
El rector de la UNR, Franco Bartolacci, agradeció a la comunidad universitaria por su fuerte compromiso durante la crisis sanitaria, destacó que todas las acciones que surgen desde la Universidad son el producto de “una comunidad que trabaja para cumplir con los objetivos”, y resaltó especialmente la continuidad de un “plan de obras sin precedentes, que hoy tiene intervenciones en todas las facultades y escuelas medias de la UNR, y que en sólo un año, ya inauguró dos nuevos comedores, terminó un nuevo edificio en la Siberia y ahora el patio totalmente renovado de esta Facultad extraordinaria”.
“Hace un año, cuando asumimos, anunciamos que convocábamos a salir de nuestra zona de confort, sacudir la modorra para poder construir la Universidad que queremos. Que sucedan cosas tan buenas en tan poco tiempo, no es consecuencia de la voluntad de un rector, un decano o un equipo de gestión, sino de una comunidad que tiene claros sus objetivos y que empuja todos los días los límites de lo posible para poder concretarlos”, destacó el rector.
Bartolacci agradeció al Secretario General y al decano por su compromiso, al área de Infraestructura y a las autoridades de la Fundación de la UNR por el trabajo y resaltó el esfuerzo que hay detrás de cada uno de los proyectos que se están desarrollando en la UNR. “Todos los que gestionamos lo público sabemos que no es fácil: que los recursos no sobran, que las gestiones se traban, y aún con esas dificultades acentuadas en un contexto tan particular como el que transitamos, vamos cumpliendo uno a uno, cada uno de los objetivos que nos propusimos”, destacó.
El rector resaltó la decisión tomada de enfrentar la pandemia redoblando esfuerzos para sostener los vínculos, reconoció el trabajo de la comunidad para poder hacer ese desafío posible y para avanzar en este tiempo con las obras programadas. “Va a haber gente que cuando vuelva a la Facultad se va encontrar con mejores condiciones de estudio y trabajo. Por eso quiero hacer una convocatoria: nosotros no tenemos derecho a hacer lo que a veces hacemos con nuestros edificios. Defender la Universidad Pública también es defender y cuidar sus espacios, cada una de las intervenciones es consecuencia del esfuerzo que hace la sociedad y nosotros tenemos la responsabilidad colectiva del cuidado”, aseguró.
El decano Alejandro Vila señaló que las reformas del patio forman parte de un proyecto integral de mejoras y puesta en valor del histórico edificio de Entre Ríos al 700, en el que se contemplaban tres grandes etapas de obras, la construcción del nuevo edificio de calle Corrientes, la refuncionalización del área central de la Facultad, la puesta en valor del edificio histórico y por último las reformas en el patio. Para el decano “el patio es el corazón de la facultad, un espacio donde se desarrolla la vida social, académica y política”, y lo considera patrimonio, no sólo de la Facultad y de la Universidad sino de toda la ciudad. “Este patio, que es el mismo, tenía que proyectarse al futuro, por eso es un patio verde que da cuenta de una política de sustentabilidad y del cuidado del ambiente, y esto es muy significativo tanto para la historia como para el futuro de nuestra Facultad”, agregó.
En el evento se presentaron las banderas que ondearán en el histórico patio: la argentina, la wiphala y la de la diversidad.
El acto contó con la participación del rector de la Universidad, Franco Bartolacci, el vicerrector, Darío Masía, el secretario general, José Goity, el decano, Alejandro Vila, la vicedecana, Marta Varela, junto a un reducido número de representantes de la comunidad académica. El evento se transmitió por las redes sociales de la UNR y de la Facultad de Humanidades para cumplir con los protocolos sanitarios exigidos por la pandemia.
La obra
Con una importante inversión de la Universidad Nacional de Rosario y con fondos propios de la Facultad de Humanidades y Artes, comenzaron las obras de demolición del piso del histórico patio, para luego trabajar en la extracción y renovación de desagües cloacales, y de la Escuela de Historia, que ya cuenta con un nuevo espacio renovado en la Facultad. En un segundo momento, se procedió a extraer y renovar desagües pluviales, al saneamiento de árboles, colocación de equipamientos y luminarias y a la recuperación de las arcadas originales.
Se ejecutó un piso intertrabado de adoquines de hormigón que constituye la mayor parte de la superficie del sector, recuperando así su función de patio cívico, un uso que históricamente se le ha dado a este espacio emblemático de la ciudad, testigo de momentos que marcaron su historia como institución educativa y democrática.
Cabe destacar que, en la segunda etapa de obras, se incorporaron nuevas superficies de espacios verdes como soporte de la arboleda existente, generando un pequeño pulmón verde en el corazón de la urbanizada ciudad.
Esta obra de restauración implicó también el planteamiento de un nuevo concepto para el histórico patio, incorporando políticas vinculadas a la sustentabilidad. Entre las acciones se destacan: la colación de un bebedero y de dos estaciones solares que proveen iluminación y carga de equipos eléctricos mediante puertos USB, la instalación de un punto de recolección de colillas de cigarrillos -que luego serán acopiadas y tratadas químicamente para constituir ladrillos- y la colocación de tachos para uso exclusivo de separación de residuos.
Las obras de restauración integral del patio siguieron desarrollándose en el marco del aislamiento social y preventivo dispuesto por las autoridades nacionales. Este ambicioso proyecto, que comenzó a pensarse a fines del año 2018, junto a distintos actores universitarios, fue iniciado en un contexto de crisis y desfinanciamiento de la Universidad Pública y concluye, en 2020, pese a las dificultades suscitadas frente a un contexto de emergencia sanitaria que afecta al mundo entero.
Tareas arqueológicas
La obra civil fue monitoreada por el Departamento de Arqueología de la propia Facultad. Se realizaron tareas arqueológicas las cuales arrojaron datos relevantes y hallazgos de materiales que pueden adscribirse a fines de siglo XIX o principios del siglo XX. El material arqueológico recuperado será exhibido en el mismo patio.
El hallazgo más sorprendente fueron los restos de un contrapiso y desagües que pertenecieron a una cervecería que funcionó en el predio desde 1870 a 1899.