Desde este martes la Universidad Nacional de Rosario (UNR) reservará al menos un 5% de los ingresos para quienes trabajan en las distintas facultades y espacios educativos o de investigación para travestis, transgénero o transexuales. El cupo, similar al logrado en 2017 en la Municipalidad de Rosario, venía siendo empujado por distintos colectivos de activistas desde hace años, pero encontró en la nueva gestión del rector Franco Bartolacci y la proactividad de la decana de Psicología, Soledad Cottone, cómo volverse realidad.
El único requisito será que tengan más de 18 años. “No pediremos certificados de conducta porque se trata de un colectivo que ha sido fuertemente perseguido por la Policía y la sociedad”, explicó en diálogo con El Ciudadano, Cottone momentos después de la presentación oficial del cupo en la sede de gobierno de la UNR.
La política laboral llevará el nombre de Alejandra González, quien trabajaba en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacias y pertenecía al colectivo LGTBI rosarino. La UNR seguirá el camino iniciado por las universidades de La Plata, La Pampa, la de Tierra del Fuego y la que reúne a estudiantes de la Patagonia: la Universidad Nacional del Comahue (UNCo).
En Santa Fe, mientras el Senado debe resolver la aprobación del proyecto para quienes trabajan en el Estado que ya tuvo media sanción de la Cámara baja, los municipios fueron incorporando la política, siempre a partir del activismo LGTBI. Hoy el cupo funciona en Santo Tomé, Capitán Bermúdez, Chañar Ladeado, San José del Rincón, Gálvez, San Justo, Venado Tuerto y la ciudad de Santa Fe.
En Santa Fe el colectivo está formado por alrededor de 900 personas que hicieron el trámite de cambio de DNI. Desde la subsecretaría de Diversidad Sexual estiman que sumando a quienes no lo hicieron el número asciende a 1.100.
Lugar y derechos
El proyecto que ganó en la universidad rosarina empezó en el colectivo travesti que se reúne en el centro cultural La Casa de las Locas. Sumaron apoyo de legisladores locales y no docentes para llegar al Consejo Superior y lograr el okey. “El proyecto lo gestaron en el colectivo y nosotros hicimos lugar y dimos los recursos académicos y administrativos. Fue muy importante hacerlo en homenaje a Alejandra González, quien tuvo, como gran parte del colectivo, una muerte temprana. El promedio de vida trans es de 35 años”, recordó Cottone.
El sitio La Tetera replicó la carta de la poeta y escritora Susy Shock que compartió luego de la muerte de González, histórica militante de Comunidad Trans Rosario.
https://latetera.com.ar/2018/05/02/hermanas/
Sensibilidad
Según explicó la decana de Psicología, quienes ingresen irán a trabajar a distintas unidades académicas después de integrar un listado único entre todas las facultades y centros educativos o de investigación que dependen de la UNR. “El requisito es tener más de 18 años. No es necesario saber qué grado de estudios tiene ni que presenten un certificado de conducta porque entendemos que son parte de un colectivo perseguido y maltratado donde la inserción laboral les es muy dificultosa”, agregó Cottone.
Este lunes autoridades de la UNR entregaron un reconocimiento a cuatro trans que trabajan en distintas partes de la universidad.
El cupo trans en la UNR llega por el trabajo y esfuerzo de activistas y después de una serie de luchas que llevaron a políticas hoy estables en la universidad. Se crearon la Secretaría de Derechos Humanos y Género –para sostener políticas de gobierno que apunten a la inclusión– y la Dirección de Género y Sexualidades, desde donde, por ejemplo, lograron que Psicología permita el uso del lenguaje inclusivo en la comunicación interna, institucional y en las producciones académica de estudiantes.