Desde agosto del 2017 hasta abril de 2021 el servicio de cromatografías del Laboratorio CG-Masa de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de UNR estudió 1.422 muestras de aceite de cannabis que llegaron primero a través de organizaciones cannábicas y luego, cuando fue más conocido, por particulares. Desde entonces los resultados que entregan ayudan a mejorar los tratamientos de salud de quienes piden el testeo. En el mejor de los casos, son personas acompañadas de profesionales de la salud. Este año el laboratorio rosarino y su par en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) participarán en la primera producción de aceite del Estado santafesino. El Ciudadano accedió al informe histórico.
Análisis de los testeos
Esta semana desde la UNR contaron que de las 1.422 muestras testeadas desde 2017 hasta abril de este año “unas 900 aproximadamente arrojaron resultados inquietantes para quienes sostenemos que la calidad de los fitopreparados utilizados en tratamientos terapéuticos debe ser óptima”. Es que tenían menos de 1 miligramo por mililitro de THC y/o CBD, dos de los componentes más conocidos del cannabis. Incluso más fino en la estadística dijeron que uno de cada 10 tenía menos de 0.1 miligramo por mililitro de ambos componentes.
En el global significa que 6 de cada 10 aceites testeados en Rosario tenían por encima de 1 miligramo por mililitro cuando las concentraciones promedio de los aceites industriales como el Charlotte´s Web o el Tilray tienen de 50 a 100 miligramos por mililitro de CBD, por ejemplo. Sin embargo, los bajos valores no son sinónimo de que no tengan propiedades terapéuticas.
Para quienes trabajan hace años en Aupac, una de las organizaciones que integra el Consejo Consultivo de la nueva reglamentación de la ley de cannabis, no debe asemejarse el producto industrial al artesanal. “(Los importados) se presentan en formulaciones de 50 y hasta 100 miligramos por mililitros de CBD, cuyo alcance terapéutico es reducido por ser preparados de variedades de Cannabis Sativa (Cáñamo), planta reconocida por su baja producción de fitocannabinoides”, escribieron desde Aupac.
Más cannabis regional
En su mayoría, las muestras analizadas en la UNR tenían más concentración de THC que de CBD. Desde el laboratorio también registraron más variedades de plantas ricas en THC, que también tiene marcadas aplicaciones terapéuticas. Y también que subió la cantidad de las que tienen mayor CBD, el componente reconocido por su poder analgésico, antinflamatorio y usado en tratamiento contra la epilepsia, por ejemplo, por su capacidad neuroprotectora y regeneradora.
Según explicaron desde la UNR, los valores en aceites presentados por las organizaciones cannábicas se mantienen constantes y por arriba de la media analizada. “Vemos fundamentalmente reflejado el acompañamiento profesional y a través de capacitaciones que fuimos aportando a la ciudad y la provincia”, escribieron desde Aupac y completaron: “Apostamos a derivados de ratios equilibrados para evitar efectos indeseados. Se puede percibir como el conocimiento se ha ido contagiando y se ha ido perfilando un producto cada vez más acertado para quienes tienen esta necesidad”.
Juira, bicho
Este año quien pide el examen de un aceite puede sumarle un control microbiológico en conjunto el área Bacteriología y el Centro de Referencia de Micología (CEREMIC) de la Facultad para ver si tiene bacterias y hongos potencialmente nocivos. Por ahora, los aceites analizados en la UNR están dentro de los límites permitidos por la Farmacopea Argentina para productos farmacéuticos de uso oral.
Desde el laboratorio de la UNR señalaron: “Los desafíos de contar con un aceite de cannabis, inocuo y de utilidad para los usuarios no solo se presentan a la hora de controlar los principios activos del producto finalizado, sino que demanda abrir nuevas líneas de investigación como el control de hongos y patógenos bacterianos en la planta, cuantificar terpenos, medir presencia de plaguicidas, entre otras determinaciones”.
Además, recordaron que la última modificación de la ley 27.350 facilita el proceso en las líneas de investigación en cannabis y una prioridad para la UNR.
Producción de cannabis santafesino
Tal como publicó este jueves El Ciudadano, el laboratorio estatal de Santa Fe LIF anunció que está listo para producir aceites de cannabis medicinal. Esperan que Nación les apruebe el ingreso de materia prima –cristales de cannabis con alta concentración de CBD y THC– para hacer los preparados. Primero los testearán en los laboratorios de la UNR y la UNL, luego producirán los aceites y más tarde volverán a controlarlos en las universidades. El último paso será un análisis de la Inspección de Farmacias de la provincia. De ahí podrá ir a los hospitales públicos y también a cubrir la demanda de quienes lo reciben a través de la obra social Iapos, vinculada a los empleos estatales de Santa Fe. Y, si todo marcha bien, podrán producirlo para otras provincias y el Ministerio de Salud nacional como el misoprostol.
Sobre la producción santafesina desde Aupac agregaron que “las organizaciones tenemos conocimiento acerca de las cepas, el abordaje terapéutico, el acompañamiento y también poseemos el germoplasma valuado en esta provincia con el fin de poder trabajar con variedades locales que seguramente tiene más que un cannabicultor. Es necesario que el Estado, mediante programas y capacitaciones con el INASE y el INTA, contemple a los verdaderos actores de esta problemática como somos las organizaciones de la sociedad civil”.
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Que te quiero verde: se triplicaron los testeos de aceite de cannabis en Rosario