Después de una lucha interna que la dejó acéfala, la seccional Rosario de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) retomó el camino de la recuperación. Busca consolidarse para estar a la altura de las necesidades de sus afiliados en una ciudad que en los últimos años experimentó un vertiginoso crecimiento del llamado “boom inmobiliario”.
Carlos Vergara fue designado en agosto de 2010 por la conducción nacional de la Uocra como el delegado normalizador de la sede local, con la misión de retomar las riendas del gremio, que había quedado a la deriva. “Cuando llegué, no había nada de todo esto”, resume Vergara, de pie en el medio de una amplia sala de computación instalada en el primer piso del edificio de Oroño al 800, donde funciona Construir Salud, la obra social de la Uocra. “Era un deterioro total, todo abandonado. Estas computadoras no existían, las trajimos nosotros. La gente, además, estaba descreída. Entonces hubo que ponerse a trabajar… Yo me quedé con dos colaboradores del proceso anterior, Irrazábal y Córdoba, y ahí empezamos. Un ejemplo: en ese momento el gremio tenía 22 o 23 delegados; hoy llegamos a los 120”, dimensiona.
La ausencia del gremio era evidente en la relación con los 16 mil afiliados que se reparten en una vasta zona del sur provincial. “Lo notaba en la calle, la Uocra no existía para el afiliado. Por eso pusimos mucho esfuerzo en recomponer la relación con el afiliado. Instalamos la sala de computación para brindar un servicio acorde a estos tiempos, habilitamos una oficina para que los trabajadores en edad de jubilarse puedan iniciar los trámites acá mismo, y armamos la Fundación. Lo último fue la creación del Departamento de Higiene y Seguridad, que supervisa las obras junto al Ministerio de Trabajo. Y todavía queda mucho por hacer, y en eso estamos”, describe.
La continuidad de Vergara como delegado normalizador no tiene fecha de vencimiento. “Se comenta que en diciembre podría haber elecciones, pero no sabemos si habrá o no. Eso no es lo más importante, lo que nos interesa es seguir como hasta ahora por los trabajadores y sus familias, para que cuenten con todos los servicios que la Uocra es capaz de brindar. Es cierto que también estamos en las tareas de formar nuevos cuadros gremiales, gente con ganas de ponerse al hombro la tarea de pelear por sus compañeros”, señaló.
“En líneas generales, la situación del obrero de la construcción hoy no está mal”, define Vergara como prólogo a un tema recurrente: la seguridad laboral. Y completa: “La acción gremial dio sus frutos y, medianamente se cumple con el trabajador en distintos aspectos. Es cierto que queda mucho por hacer, porque hay empleadores que no la quieren entender, pero se mejoró. Aunque no es el ideal, las cosas van mejorando”.