Algo falló. Los choferes del transporte urbano e interubano de pasajeros finalmente no tuvieron este viernes depositadas las mitades del sueldo de julio y del primer medio aguinaldo. Ante la situación, la Unión Tranviarios Automotor dio por caído el acuerdo de paz social que aseguraba ambos ingresos y lanzó un plan de lucha que arrancará a la cero hora de este próximo martes con un nuevo «corte de crédito laboral», un cese de tareas por 24 horas, medida de fuerza que el gremio advirtió que irá endureciendo si no hay respuestas a sus reclamos.
La determinación se tomó en una reunión de delegados en la que los trabajadores volvieron a dar cuenta del profundo malestar en el sector, ya que no logran que se estabilice su situación salarial. Los choferes vienen de cumplir dos paros que resultaron los más extensos en la historia del gremio local, y ahora están ingresando de lleno en un nuevo conflicto. El compás de espera para la medida de fuerza es para dar una chance a privados y Estado a que se pongan al día, pero todas las miradas apuntan –de nuevo– a la Nación: otra vez el escenario es con los trabajadores de la principal seccional de la UTA del país, la que corresponde al área metropolitana de Buenos Aires, con sus sueldos al día, y en el interior cobrando a cuentagotas y con conflictos dispersos. El más largo es el de Paraná, la capital de Entre Ríos, donde los trabajadores del transporte llevan cerca de 40 días sin prestar servicio. Y otro lugar de conflicto, aunque más reciente, es Bariloche, en Río Negro. Como se trata de panoramas diferentes y puntuales de cada zona, la UTA nacional resolvió dar respaldo general y que cada seccional resuelva el camino a seguir.
En Rosario y la región será con plan de lucha. No es que los trabajadores no hayan cobrado nada, pero recibieron apenas el 20% del salario, cuando tenían comprometido el 50%; y lo pactado era que el 50% restante se iba a acreditar el próximo lunes 24, de lo cual tienen todas las dudas. Y del 50% comprometido del primer SAC (sueldo anual complementario) recibieron la mitad, alrededor de un 25%, según estimó el titular de la UTA Rosario, Sergio Copello. Al no cumplirse ya la primera parte del acuerdo, todo queda en incertidumbre: según el dirigente gremial, los choferes prestarán servicio normalmente durante el fin de semana largo, el martes dejarán de hacerlo y el miércoles, con servicios retomados, los delegados evaluarán el resultado de la medida de fuerza y las propuestas oficiales, si hay, para resolver cómo sigue la pulseada.