A esta altura ya no lo es, pero el viaje de Carla Vizzotti, viceministra de Salud de la Nación, a Rusia, fue en secreto y con el objetivo de analizar en el terreno cómo funciona la vacuna contra el covid-19 que desarrolló el gobierno de Vladimir Putin, la Sputnik V.
Vizzotti es infectóloga y especialista en medicina interna de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Desde el inicio de la crisis sanitaria, se transformó en la cara visible del gobierno, más allá de su superior Ginés González García, en los anuncios sanitarios sobre la pandemia.
«Estamos buscando oportunidad, cantidad y precio», dijo Ginés González García sobre la vacuna
La Sputnik V es la primera vacuna para desactivar el virus sars-cov-2 registrada en el mundo, en agosto. Fue entonces, que en la batalla de poder global que también involucra a la pandemia, el presidente ruso anunció que había ganado la carrera mundial por la «solución». En ese momento, como toque personal, dijo que se la había inyectado su propia hija.
Fuentes oficiales de la cartera sanitaria citadas por medios porteños admitieron el viaje de Vizzotti, que desde el Ejecutivo no anunciaron, y agregaron que fue en el marco de la estrategia para contar con una vacuna de eficacia comprobada lo antes posible. Con el antecedente de una segunda ola de contagios en Europa, que en algunos países es más virulenta que la primera, el gobierno pretende que no se replique la misma secuencia en la Argentina cuando se acerque el próximo invierno.
Aspectos principales de la ley que declara de interés público a la vacuna contra el coronavirus
La Sputnik V, desarrollada por el Centro de investigaciones epidemiológicas y microbiología Gamaleya, es una de las opciones porque se encuentra en la fase 3 de los ensayos clínicos –aplicación masiva– y, además, la administración de Putin señaló que están en proceso de “vender la propiedad intelectual” de la vacuna.
Más allá de las otras apuestas del Ejecutivo nacional, como la alianza con el laboratorio AstraZeneca para elaborar en el país la vacuna desarrollada en Oxford y también en fase 3 de prueba, el propio presidente Alberto Fernández insistió en varias oportunidades que su gestión observa todos los avances científicos para una cura del covid con el fin de poder inmunizar canto antes a los argentinos.
La opción rusa es atractiva. La prestigiosa revista médica The Lancet publicó que el cien por ciento de los adultos sanos participantes en los ensayos clínicos de Fase I y II de la Sputnik V experimentaron una fuerte respuesta inmune frente al sars-cov-2. La etapa III tendrá una duración de seis meses, e involucrará a más de 40.000 voluntarios.
La Sputnik V no tiene, a diferencia de otros desarrollos, ningún elemento del coronavirus en su composición. La presentación es en forma liofilizada, como un polvo que se mezcla con agua para disolverlo y administrarlo por vía intramuscular.
El martes último, las autoridades rusas pidieron ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) la preclasificación de su vacuna, un paso clave para obtener la aprobación mundial para su distribución y utilización.
¿Todo cerrado?
El viaje de Vizzotti, quien estuvo acompañada por otros funcionarios nacionales y de la provincia de Buenos Aires, todos ya de regreso en la Argentina, además de representantes del laboratorio HLB Pharma Group, con siento en plantas en territorio bonaerense, sintoniza con una reunión, en su caso sin secretos y posterior. Este jueves, en una jornada de sesiones parlamentarias para tratar varios proyectos de ley, la presidenta del Senado y vice de la Nación, Cristina Fernández, recibió en su despacho al embajador de la Federación Rusa en Buenos Aires, Dmitry Feoktistov. También estuvo el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara alta, Jorge Taiana.
A falta de voces oficiosas sobre posibles acuerdos con Rusia para la vacuna, el portal Noticias Urbanas, del periodista Fernando Riva, quien tiene contactos aceitados con Moscú, deslizó que está el camino allanado para la venta de la la Sputnik V a la Argentina a través de Pharma Group, mediante un acuerdo que podría sellarse en diciembre. No para producción local, sino envío de la vacuna ya elaborada. La misma fuente mencionó una primera tanda de entre 6 y 10 millones de dosis en cuya administración tendrían prioridad los profesionales de la salud y la población en riesgo.