La mujer que fue víctima de un brutal ataque en la localidad de Puerto Deseado, Santa Cruz, emprendió este martes el regreso a la provincia de Salta, donde vive, junto al féretro de su hijo de 4 años, asesinado en el mismo hecho. En tanto, el padre de uno de los acusados le pidió «perdón» por lo ocurrido y dijo que su hijo tiene que «pagar» por lo que hizo.
El juez de la causa, Oldemar Villa aguardaba informes psicológicos y psiquiátricos de rigor a los dos detenidos, quienes ya fueron indagados, dijeron fuentes de la investigación.
Este lunes por la tarde, el magistrado se había trasladado hacia la localidad de Fitz Roy para indagar al mayor de los detenidos, Omar Alvarado, de 33, quien está alojado en una dependencia de Caleta Olivia y fue llevado hasta allí especialmente para cumplir con esa diligencia.
Los voceros explicaron que tras ello el magistrado retornó a Puerto Deseado y aguardaba que tanto Alvarado como el otro acusado, el adolescente de 16 años, sean sometidos a estudios con el fin de establecer su estado mental y si son o no imputables.
Fuentes sanitarias consultadas por Télam dijeron que Alvarado recibió asistencia psiquiátrica en el hospital de Puerto Deseado y que es un paciente ambulatorio que acudía asiduamente a buscar sus medicamentos.
Sobre el menor detenido, los mismos voceros dijeron que no existen registros de enfermedades mentales en su historia clínica.
Lo mismo dijo este martes su padre, Julio, quien en diálogo con la prensa aseguró que su hijo no tiene problemas psiquiátricos y pidió perdón a la víctima y a su familia.
«La verdad es que estoy quebrado, nunca pensé que iba a hacer esto, la verdad es que estoy muy dolido», expresó el hombre, quien reveló que su hijo le relató lo sucedido y le dijo que «estuvo (en el lugar) pero no hizo nada».
«Me comentó que él estuvo, se quebró, lloró, que él estuvo pero no hizo nada, que el chico (por el otro detenido) lo amenazó con que iba a matar a uno de sus hermanos si no lo acompañaba, que él vio nomás», relató Julio.
Y agregó: «Lamentablemente, aunque no tocó nada es como cómplice, así que va a tener que pagar (…) pido perdón a la familia de la víctima, ya sé que eso no va a cambiar nada, que pague lo que tiene que pagar».
Este lunes, el adolescente había confesado ante el juez haber participado en la violación de la mujer y el crimen de su hijo y aportó datos que permitieron hallar el teléfono celular que le habían robado a la víctima.
Tras esa diligencia y, bajo custodia policial, el joven fue trasladado a la ciudad de Río Gallegos y alojado en Centro Preventivo Juvenil, donde quedó a disposición judicial.
En tanto, este martes por la mañana, a las 7.30, la víctima junto con su esposo y tres de sus hijos partieron con el féretro del menor asesinado rumbo a la ciudad de Comodoro Rivadavia, desde donde abordarán un vuelo rumbo a Salta, previo paso por Buenos Aires, con destino a la ciudad de Rosario de la Frontera, donde viven.
Anoche, horas antes de partir, la víctima y su familia salieron a la puerta del hospital de Puerto Deseado y agradecieron a los vecinos y a la prensa el apoyo brindado.
Antes, durante la tarde, en una rueda de reconocimiento, la mujer había identificado al adolescente como la segunda persona que participó del ataque y que se llevó a su hijo, que finalmente apareció asesinado a golpes.
Tras esa medida, el ministro de Seguridad de la provincia, Lisandro de la Torre, aseguró a Télam que «a nivel policial el caso está esclarecido y los dos sospechosos puestos a disposición de la Justicia».
El ataque
El hecho ocurrió este jueves cuando la mujer y su hijo de 4 años, quienes estaban de visita en Puerto Deseado, caminaban por la playa Cavendish.
De acuerdo a los datos que pudo aportar la víctima a los investigadores, en ese momento ambos fueron sorprendidos por dos hombres que los amenazaron, la obligaron a caminar hasta una cueva, ya que el lugar está rodeado de acantilados, y luego la atacaron con el objetivo de abusar sexualmente de ella.
Según lo que relató, en medio del ataque sexual y mientras uno de los agresores amenazaba a su hijo con un cuchillo, la mujer se desvaneció, por lo que los atacantes, al creerla muerta, se llevaron al chico, a quien finalmente asesinaron a golpes y dejaron abandonado a pocos metros de donde se hallaba su madre.