En un aula alumnos diseñan un torno de control numérico de tratamiento variable de superficie; en el salón contiguo, otro grupo de chicos intercepta un satélite brasileño en el espacio; enfrente, un profesor de química, pipeta en mano, explica cómo se forman determinado tipo de gases; mientras tanto, en el taller un grupo perfecciona una camioneta a escala con elementos que ellos mismos reciclan; en el primer piso, personal de Siemens dicta una conferencia sobre los últimos adelantos de comunicaciones a otra división. Todo esto ocurre al mismo tiempo, en un día de clases normal, enla Escuelade Educación Técnica Nº 464 Ingeniero Manuel Bahía, ubicada en Tucumán y Pueyrredón, que festeja hoy sus primeros 75 años instruyendo a jóvenes en electrónica, electromecánica y electromedicina.
“Históricamente los egresados de esta escuela son requeridos por su capacidad. Hay ex alumnos trabajando enla Ferraride Italia, enla Nasa, en Estados Unidos o en empresas líderes nacionales y, lo que es más importante, no pierden el contacto con la escuela”, cuenta orgulloso Carlos Sardegna, vicedirector del establecimiento al que muchos lo siguen llamando con cariño “la Técnica2”, como cuando funcionaba en Salta 2553 en sus orígenes.La EET, que tiene más de 1.000 alumnos repartidos en los turnos mañana, tarde y noche, festeja hoy desde la 9.30 con un acto al que fueron invitados el gobernador Hermes Binner, la ministra de Educación Élida Rasino y el intendente Miguel Lifschitz, además de autoridades de escuelas técnicas de la ciudad y la región.
El vicedirector Sardegna es ex alumno, trabaja en la escuela desde hace 40 años y deja en claro un principio: “Además de formar buenos técnicos nos interesa que los chicos sean buenos hombres y ciudadanos. Se los prepara con las herramientas necesarias para que por sí solos puedan perfeccionarse y puedan entrar al vertiginoso avance de la tecnología actual, más en el rubro de nuestra escuela, que es la electrónica. Pero por sobre todo se forman grupos humanos muy lindos, se juntan incluso a lo largo de su vida. La promoción 54, por ejemplo, vino esta semana a recorrer las instalaciones y a sacarse una foto. Por eso digo con orgullo, y como egresado de la escuela, que se forman excelentes grupos humanos y ciudadanos excelentes”.
Sardegna recuerda la crisis de los 90 y la escasa salida laboral de entonces: “En esa década la educación tuvo una crisis muy grande con la inserción de la ley Federal de Educación. Las escuelas que mantuvieron la especialización fue por el esfuerzo de los docentes y directivos. A eso se agregó la crisis industrial y la mano de obra calificada estaba sin trabajo”.
Muchos de los egresados siguen la carrera de Ingeniería y la capacitación que logran en su paso por la secundaria, en los talleres donde aprenden los avances de la electrónica, “hace que a la hora que se presenta un trabajo tengan prioridad, porque los egresados son muy buscados por su capacitación”, recalca Sardegna.