La restitución de los bienes de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil será un hecho a partir de hoy a las 15, cuando la actual comisión directiva de la institución y el gobernador Antonio Bonfatti le pongan firma al acta de entrega de la totalidad de bienes que pertenecieron alguna vez al proyecto y que fueron decomisados y saqueados durante la última dictadura. Marcelo Abaca, actual autoridad de la Vigil, resaltó que este acto será “un paso más de los tantos que se han dado y están por darse” en la concreción de años de lucha por la continuidad del proyecto educativo que quedó trunco. “La Vigil” se emplazará ahora en la Unidad Administrativa (Gaboto 450), la Biblioteca Popular (Alem 3078) y la ahora ex sala Saulo Benavente (Alem 3170). Las escuelas y jardines que funcionan en propiedades que corresponden a la biblioteca continuarán allí, aunque ahora la provincia pagará una suerte de alquiler a la Vigil.
“Volvemos a los orígenes. Es la concreción de años de lucha”, marcó Abaca, tratando de resumir qué significa que haya una ley y que la ley se cumpla en los plazos dispuestos. Pero, claro está, no le alcanza. La reparación será en parte, siempre, porque los socios y dirigentes desaparecidos no volverán, ni los libros quemados, ni tampoco los objetos destruidos.
Al barrio le queda la memoria y en Tablada estuvo vigente siempre. El proyecto cultural más grande que se dice alguna vez tuvo Latinoamérica y que nació en Rosario se reconstruyó paso a paso, jornada tras jornada, en una lucha muy larga. El paso de hoy es uno de los más importantes: el Estado devuelve, restituye, lo que ilegalmente quedó en sus manos.
La ley provincial Nº 13306 fue promulgada por el gobernador Antonio Bonfatti el 6 de diciembre de 2012. En su artículo Nº 5 da un plazo “no superior e improrrogable” de un año para que los bienes muebles e inmuebles estén en posesión de la Vigil. La normativa señala también que la transacción se efectuará “con cargo de continuar con los objetivos y fines sociales, educativos, culturales y mutuales, debiendo asegurar la donataria el permanente destino de dichos bienes para tales finalidades”. En junio de 2013 la unidad administrativa de la Vigil volvió a sus verdaderos dueños. De esa manera, la institución comenzó a funcionar en un lugar concreto, tangible y suyo. Arrancó casi de cero, con 350 socios de los 20 mil que tuvo en un momento. Seis meses más tarde son 700 socios y unas cuatro mil personas que han pasado por el establecimiento, participando de charlas, recitales y distintas actividades culturales que se gestan en el lugar. Este sábado a las 12 se realizará el acto de reapertura de la Biblioteca Popular en Alem 3078, el lugar que le corresponde por ley y lucha. En conjunto, el resto de inmuebles volverá a sus manos. Las instituciones educativas (escuelas primarias, secundarias y terciarias; y jardines maternales) continuarán sus actividades normales, aunque a partir de ahora la provincia pagará una suerte de alquiler a Vigil.
Reparación
La reparación aprobada por ley de lo que antes de la última dictadura se había alzado como uno de los proyectos educativos más singulares del país contempla una importante cantidad de bienes cuya lista da una dimensión de lo que fue la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil. Entre ellos se cuentan:
Los aproximadamente cincuenta mil libros de la entidad, que quedaron en custodia a cargo de la Biblioteca Pedagógica Provincial “Eudoro Díaz”, institución que ocupa el edificio de lo que fuera el Servicio Bibliotecario de la Vigil y a la que el gobierno de Santa Fe debe reubicar.
Los elementos constitutivos de la mapoteca, discoteca, hemeroteca, diapoteca, entre otros.
El telescopio refractor Coudé Zeiss de 150 milímetros de diámetro y 1.850 milímetros de distancia focal, de 300 aumentos; un telescopio reflector con un espejo parabólico de 300 milímetros de diámetro y 3.200 milímetros de distancia focal para obtener hasta 800 aumentos; un filtro monocromador “Lyot” para la transmisión de la longitud de onda “H-alfa” de emisión de hidrógeno; una cámara Ross de 400 milímetros de distancia focal y 100 milímetros de apertura; un prisma objetivo; un fotómetro fotoeléctrico; relojes, lectora de microfilm, entre otros.
Las piezas de animales embalsamadas y colecciones del Museo de Ciencias Naturales de la institución.
Los cuadros de los pintores, Oscar Herrero Miranda, Julio Vanzo, Carlos Uriarte, Roberto González, Juan Batlle Planas, Carlos Alonso, entre otras valiosas obras.