Con la idea de profundizar la política habitacional, el gobierno provincial anunció la creación del Programa de Integración de Asentamientos Irregulares, el cual se desarrollará dentro de la Secretaría de Estado del Hábitat. Luego de poner marcha para sectores medios y trabajadores el proyecto “Mi tierra, mi casa”, ahora desde la administración santafesina apuntan a los sectores más vulnerables. Según explicaron, la idea es trabajar fundamentalmente en la urbanización de barrios precarios o de emergencia.
La flamante área de gestión estará a cargo de Alicia Pino, quien se venía desempeñando como directora provincial de Vivienda y Urbanismo. El secretario de Estado del Hábitat, Gustavo Leone, señaló en diálogo con este medio que el programa apunta a “trabajar específicamente con la integración y urbanización de asentamientos irregulares».
El programa funcionará coordinadamente con el que lleva adelante Gabinete Social provincial, el cual está integrado por los ministerios de Desarrollo Social, Salud, Educación, Cultura y Seguridad. Leone recordó ayer que estas tareas incluyen (entre otras tantas) la entrega de documentación, programas de vacunación y el recientemente lanzado proyecto que busca que los jóvenes que dejaron el colegio secundario retomen y finalicen sus estudios. Allí ya se viene priorizando la intervención en los barrios más vulnerables, sobre todo de las dos ciudades más pobladas de la provincia, Rosario y Santa Fe.
La letra chica
En un escrito que desarrolló el propio Leone, y al que tuvo acceso El Ciudadano, se destacan algunas acciones específicas. La idea de la provincia en un principio es crear un registro de asentamientos y barrios irregulares. Tras eso se “articularán” acciones con municipios y comunas. El funcionario dijo que la prioridad que tendrán Rosario y la capital se justifica en la cantidad de personas que habitan allí en barrios con viviendas precarias y sin servicios.
En tanto, a la par de esa movida se prevé (siempre según el borrador al que tuvo acceso este medio) identificar el “suelo vacante” urbanizable en cercanías de esos asentamientos irregulares previamente registrados. Tras eso, el plan es buscar mecanismos de “gestión asociada” mediante los cuales los propietarios privados aporten ese bien en “un esquema «consorciado» de lotes urbanizados”. Asimismo, se promoverá la asignación de lotes con servicios a familias afectadas por “operatorias de relocalización producto de apertura de calles o construcción de equipamiento social”.
“Se trabajará con el fin de relocalizar familias, pero también en mejorar las condiciones habitacionales de las que vayan quedando en los barrios, con la idea de darles la titularidad o la tenencia segura del suelo”, explicó Leone. En concreto, en Rosario los esfuerzos estarán puestos en esta primera etapa en barrio Las Flores, Tablada, Santa Lucía e Industrial.
Con todo, tras eso el funcionario recordó que los cambios que vienen son grandes, ya que su cartera no tenía hasta ahora un desarrollo tan fuerte hacia los estratos sociales más castigados, y que ahora, con este programa, serán prioridad. “Nosotros veníamos trabajando con los sectores de nivel de ingresos medios en el plan «Mi tierra, mi casa»”. Y ahora con esto empezamos a intervenir en los asentamientos”, concluyó Leone.
