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Ladrillo por ladrillo, el hospital “del pueblo” que soñó Carra

Por Luciana Sosa.- A dos semanas de la desaparición física de su fundador, el Hospital de Niños Zona Norte sigue creciendo.

Tras la pérdida el pasado 28 de diciembre de su creador, el médico traumatólogo Roberto Carra a los 97 años, el Hospital de Niños Zona Norte sigue adelante con el proyecto de nuevas guardia, salas de terapias intensiva e intermedia, y la cristalización al fin lo que fue el sueño de Carra: un hospital de renombre. Norma Gasparini Rodríguez, una de las cofundadoras del efector, y Hernán Odone, actual director, coincidieron en que el hospital “es del pueblo”.
La historia de este efector de salud comenzó ante la inquietud de Carra por la salud de los niños de la zona norte de Rosario. En diálogo con El Ciudadano, la cofundadora relató que el médico vivía en el barrio de Alberdi “y vio cómo murieron tantos chicos en la ciudad por poliomielitis, muchos de ellos sin llegar a tiempo a la atención médica”.
“Supongo que esa situación fue el empuje para este proyecto que hoy está tomando un impulso importante y promete ser imponente”, dijo Gasparini Rodríguez, quien recuerda a Carra como un humanista y “un socialista de alma”.
Ante la crisis sanitaria que se había desatado en la década de 1950, cuando habían regresado con toda virulencia los brotes epidémicos de veinte años antes, en Rosario era común escuchar las sirenas de las ambulancias todos los días y a toda hora. Pero un gran sector de la ciudad carecía de acceso al único hospital pediátrico: el Víctor J. Vilela. “El tranvía llegaba hasta la calle Martín Fierro y muchos de los vecinos de zona norte quedaban marginados de ese efector. El doctor Carra supo ver cómo muchas familias no tenían ni las monedas para tremendo viaje que representaba el tranvía por aquellos años, y les dio una solución”, manifestó Gasparini.
A Carra también se lo recordó como un gran bailarín de jazz: “Nunca voy a olvidar que cuando cumplió 90 años vino la Jazz Band y bailó a más no poder con su esposa. El doctor tenía mucha energía. Y «esto»”, dijo la mujer señalando con un dedo su cabeza, refiriéndose a las ideas que el médico tenía constantemente. “Fue siempre muy positivo, tenía muchas ideas y buscaba la manera de concretarlas, ha sido un ejemplo”, remarcó.
Odone, el actual director del Zona Norte, agregó: “Era tal su presencia en el hospital que cuando se inauguró el servicio de laparoscopía, y se realizó la primera cirugía, el doctor se puso su chaqueta y presenció la intervención”.
Piedra por piedra, plano por plano
Gracias al material recabado por los trabajadores del Hospital de Niños Zona Norte, se pudo conocer gran parte de la historia del efector de salud. Todo comenzó en 1960, cuando Carra manifestó que la existencia de un solo hospital de niños situado en la zona sur de Rosario “dificultaba la internación de un niño que su estado de salud así lo requiera, ya que los hospitales existentes no internan niños menores de 12 años”.
Otro de los puntos que tuvo en cuenta Carra fue que la zona norte y su área de influencia en constante crecimiento albergaba en sus colegios gratuitos alrededor de 10 mil niños entre los 6 y 12 años, que sumado al número entre recién nacidos y 6 años, sumaban otros 10 mil, y que la distancia entre esta zona y la de su influencia al Vilela constituía para la población de escasos recursos económicos un motivo importante de impedimento, además de dificultar a los padres por razones de trabajo el desplazamiento. Estos motivos fueron expuestos por el médico ante los socios del Rotary Club, formación a la que pertenecía, y desde la cual recibió el máximo apoyo a la iniciativa de un nuevo hospital de ñiños para la zona norte.
Además del Rotary, tras estudiar el proyecto se sumaron otras ONG de la ciudad a la iniciativa, como la Asociación de Comerciantes e Industriales de la zona, clubes como Náutico Avellaneda y entidades vecinales y barriales. Fue así como se pudo tener, en primera instancia, la primera Comisión Pro-Hospital presidida por Santiago Roca y luego encabezada por el doctor Roberto Carra.
En ese mismo año se aprobaron los estatutos elaborados por Elvio Prado y el contador Roberto Bruera, y al año siguiente se obtuvo la personería jurídica. El gobierno provincial de Carlos Sylvestre Begnis donó el terreno de 7.252 metros cuadrados en el Parque Alem, donde el 22 de diciembre de 1962 se colocó la piedra fundamental.
“Ese predio estaba repleto de árboles de eucaliptos, y se trabajó muy duro en cuanto a la recaudación de fondos, con cenas y fiestas que organizamos”, relató Gasparini.
Casi dos años más tarde, el 23 de noviembre de 1964, una entidad allegada a la Unesco, constituida por jóvenes argentinos y de otras nacionalidades, dirigidos por el ingeniero Mario Perfumo y el arquitecto Roberto Díaz (autor del proyecto edilicio), comenzaron a cavar los cimientos y a colocar los primeros ladrillos. Según recordó Gasparini Rodríguez, “uno de esos jovencitos voluntarios era Vicente Rodríguez, hoy titular  de Café La Virginia”.
“Los chicos trabajaron mucho y muy duro, era emocionante ver las ganas que tenían”, recuerda hoy.
“Al fin un hospital”
Gasparini remarcó que los gobiernos justicialistas no respondieron a los pedidos de ayuda del efector. “Fue una mala idea darle el hospital a la provincia para poder sostener el personal (en 1984), pero fue hace mucho tiempo y hemos sobrevivido a la gestión de (Jorge) Obeid, que nos daba justo menos de lo que necesitábamos para avanzar aunque sea un pasito. No quiero hablar de política, pero el gobierno de Hermes Binner nos ayudó muchísimo”, mencionó Gasparini Rodríguez.
Mientras tanto se ha continuado con la ayuda y la solidaridad de los ciudadanos, como fue en 2008, con la campaña de llaves, cuyo bronce fue vendido para poder invertir en el hospital.
Paralelamente, recordó emocionada el encuentro que tuvo Carra con el gobernador Antonio Bonfatti y el ministro de Salud Miguel Ángel Cappiello el pasado 13 de diciembre, durante el recorrido que la comitiva provincial hizo en por el hospital en el marco del proceso de modernización. “El doctor Carra le dio un apretón de manos al gobernador y le dijo con una sonrisa imborrable: «La verdad, gobernador, debo darle las gracias porque ahora sí tenemos un hospital»”.
Según marca Odone, el hospital está complejizándose: “Se está pasando de un segundo a un tercer nivel de complejidad y estamos con las construcciones en marcha tanto de la sala de terapia intermedia como la intensiva. Vamos a tener en la intensiva 11 camas de las cuales se habilitarán 8 antes de fin de año y se contará con el total de las camas de la terapia intermedia, que son doce. También –agregó– habrá un traslado del sector de pediatría desde el hospital Provincial hacia nuestro hospital, lo cual dará muestra de nuestra optimización de recursos y prestación de servicios”.
Por otra parte se está ejecutando un nuevo sector administrativo de unos 300 metros cuadrados de superficie, que implicará una reestructuración de todo el hospital.
A su vez, según lo informado por Odone, se está finalizando en proceso de remodelación del servicio de diagnóstico por imágenes, donde se instaló un intensificador de imágenes, se compraron también 2 ecógrafos de última generación, se equiparon las mesas de anestesia y también en quirófano se incorporó un arco en C (sirve para realizar diagnósticos dentro de una misma cirugía) y se adquirió equipamiento para laparoscopia (cirugía que se hace por video).
Por si esto fuera poco, Odone también detalló que se dará a conocer en breve el proyecto de ampliación de 5 consultorios externos, la construcción y ampliación del servicio de laboratorio y bacteriología.
En materia de recursos, el director afirmó que se está hablando de unos casi 4 millones de pesos en el total de los trabajos en plena ejecución y los que están a punto de comenzar.
En tanto, confirmó que para la guardia que el hospital Roberto Carra espera, se necesitarán entre 5 y 6 millones de pesos para su construcción y equipamiento.
Los números son cada vez más, pero la ayuda que recibe el nosocomio de parte del gobierno provincial también, según el director. Mientras tanto, el impulso, las ideas y el recuerdo de Carra siguen intactos, al igual que el trabajo incansable de la cooperadora y el grupo de voluntarias. Gasparini reclamó “que se sumen más jóvenes al equipo de trabajo del hospital” y adelantó que el ministro Cappiello le prometió la creación de la Fundación del Zona Norte. A su vez, como afirmó Odone: “La muerte del doctor Carra fue muy angustiante. Si bien todos sabíamos la edad que tenía, no era algo esperado, estaba muy entusiasmado con los cambios que se vienen en el hospital. Por suerte pudo verlos y saber de estos planos que quedan en la espera”.

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