El 12 de mayo pasado, una caravana de tres vehículos que circulaba por la autopista Santa Fe-Rosario fue interceptada por policías antinarcóticos federales a la altura del peaje del acceso Sur a la localidad de San Lorenzo. En uno de los autos los uniformados se incautaron de 20 panes de cocaína de máxima pureza sellados con el logo de las conejitas de Playboy, lo que derivó en la detención de siete personas acusadas de conformar la banda de los Lagartos, una organización delictiva dedicada a la venta de cocaína en Rosario y localidades aledañas, según la imputación judicial. La investigación estuvo a cargo del juez federal José Luis Casals, de la localidad misionera de Eldorado, quien procesó a cinco hombres y dos mujeres, en una resolución que ya fue apelada, según informaron las defensas a El Ciudadano.
La operación Lagarto surgió de escuchas que comenzaron en 2009 en torno de Slawmir Andrzej Polus, alias Francés, sindicado como el Zar de la Marihuana en la frontera argentino-paraguaya con residencia en tanto en Misiones como en la ciudad de Granadero Baigorria, quien está procesado y preso en el penal de Resistencia, Chaco, en el marco de otra causa por drogas en la que se le incautó un celular cuyos contactos dieron pie a nuevas pistas investigativas.
En una resolución de más de 500 fojas, el juez Casals procesó a fines del mes pasado a los siete detenidos en mayo último por integrar una banda de narcotraficantes denominada Los Lagartos con distintos roles dentro del grupo. Como líder de la organización y cerebro operativo sindicó a Víctor Fabián Grgicevic, de 39 años, y a su padre Víctor Hugo, apodado Lagarto, como financista. En tanto Marcelo A. fue ubicado como el transportista de la banda, ya que era quien conducía el Peugeot 307 gris donde fueron incautados los 20 kilos de cocaína de máxima pureza. Otro hombre de apellido R. quedó vinculado como el organizador del evento del transporte y su mujer, Constanza B., como partícipe necesaria. La pareja viajaba con una niña de tres años en un VW Bora, con el que se supone escoltaba al que llevaba la droga. Por último a Daniel O. le quedó el título de proveedor de automotores para la organización y Mónica G., quien viajaba en uno de los autos, como partícipe necesaria.
Según el fallo del juez, la banda no sólo conseguía cocaína fuera del país y la vendía en la Argentina sino que también la cortaba con diferentes procesos químicos. Tras el golpe federal en la autopista Brigadier López, siguieron ocho allanamientos en inmuebles de Roldán, Funes y Rosario. En uno de ellos, ubicado en barrio Acindar, funcionaba un “laboratorio” donde se estiraba la cocaína, en tanto que en un galpón hallaron unos 70 kilos de sustancias de corte, como creatina y manitol.
“No es una organización”
La abogada de los sindicados cabecillas de la banda, Susana Zulkarneinuff, apeló el procesamiento ante la Cámara Federal de Posadas, Misiones, y dijo no estar conforme con la resolución del juez Casals: “No estamos para nada de acuerdo con el auto de procesamiento. Nos parece que es un procedimiento, no diría armado pero sí interpolado. Venía una persona transportando una sustancia toxicómana y luego se une a esta investigación a través de un contacto, que no tiene nada que ver con el tema de estupefacientes. Para nosotros no es una organización”, dijo la letrada.
En ese sentido recordó que las escuchas que derivaron en la causa Lagartos arrancaron en 2009 con la investigación que llevó tras las rejas en febrero de 2013 al Francés, quien según la acusación empezó a tomar contacto con distintas organizaciones a los efectos de armar una gran banda narco. Y al quedar detenido se comenzaron a investigar todos sus contactos de su celular. Pero desde entonces hasta el momento no existió “ninguna otra concesión ni contacto telefónico que sugiera que esta gente estaba planificando, como pretende el juez, cuestiones de narcotráfico que impliquen la existencia de un organizador, un financista”, dijo la abogada. Al respecto, Zulkarneinuff agregó que “hay llamadas telefónicas, pero no tienen nada que ver con el narcotráfico”.
Esta semana, las dos mujeres detenidas como “partícipes necesarias” consiguieron arresto domiciliario en tanto que los cinco hombres procesados fueron trasladados al penal de Marcos Paz.
Berni a la cabeza
La operación Lagarto estuvo encabezada por el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien en su momento destacó que “con los 20 kilos de cocaína y los 70 de precursores la banda pretendía hacerse de 80 kilos de cocaína, con la cual habrían ganado una cifra millonaria”. En esa oportunidad también aclaró que la investigación provino de la detención del Francés, quien fue condenado a 11 años de prisión en 2003 en Rosario. Y agregó Berni que los Lagartos serían los rangos intermedios de su organización. Lagarto, como se apoda al sindicado financista Grgicevic según el juez Casals, había sido condenado en 2000 a cuatro años de prisión por el Tribunal Federal Nº 1 de Rosario, en una causa por tenencia por comercialización originada un año antes. Su nombre volvió a sonar en agosto de 2011, cuando efectivos de la subcomisaría 20ª que respondieron al disparo de una alarma hallaron en un galpón de Caupolicán al 300, en el sur de Rosario, 250 kilos de marihuana. En un utilitario Chevrolet que estaba en el lugar había un formulario del colegio de mandatarios A y B a nombre de Grgicevic. Tres años después, en mayo pasado, las cuatro personas detenidas en ese galpón fueron condenadas a penas de entre 4 y 6 años de prisión, tras un juicio oral en el apareció el nombre del Lagarto, ya que era quien contrató la alarma que permitió descubrir el depósito de marihuana.