Si la NBA School que comenzará a funcionar en noviembre en Rosario es de por sí una gran novedad, el equipo de trabajo que se está formando para perfeccionar a los jugadores y jugadoras genera impacto, porque se trata de profesionales de renombre y prestigio.
Uno de los elegidos para acompañar a Mariano Junco es Gustavo Lalima, quien viene de temporadas exitosas en Provincial tras haber encabezado otro proceso histórico en El Tala. Experiencia, conocimiento, vigencia al servicio del crecimiento de los jugadores.
“Me invitó Mariano Junco a ser parte del proyecto y es algo nuevo, distinto. Ahora el deseo es estar a la altura para llevarlo a cabo”, contó Lalima, quien volverá luego de mucho tiempo a una labor netamente formativa sin el plus de la competencia: “Hace un tiempo bastante largo que no estaba abocado a ese tipo de enseñanza, pero cuando llegó la propuesta la analicé y vi que es un lugar en el que será interesante trabajar y muy cómodo. Es innovador y se trata también de aprendizaje. Todo lo que sea para cargar en la mochila de entrenador, bienvenido sea”.
“Tuve que volver a insertarme en ese mundo y lo que tiene de diferente es que lo vamos hacer exclusivamente para el crecimiento del jugador”, resumió Tete, quien entiende que, aunque no hay competencia, también existen presiones y responsabilidades: “No hay nada relajado, porque uno se autoimpone presión para hacer el trabajo de la mejor manera. Sí es diferente, porque no está la presión de la competencia, pero hay responsabilidad en que el jugador o jugadora vaya y vea que la herramienta que nosotros le damos la puede utilizar y queden satisfechos”.
El complejo Rosario Arena Sport es un lugar impresionante y Lalima lo ve como un escenario ideal para el desarrollo de todos: “La verdad es que es algo que no vi, tiene estilo americano y será muy bonito poder trabajar allí y disfrutarlo. Creo que toda la ciudad y zona deberían disfrutarlo”.
Lalima también apuesta al grupo de trabajo que se está armando: “Es un equipo lindo, ya participamos de charlas de planificación de trabajo y de las capacitaciones de la NBA. El lugar y la propuesta se presta para que sea una parte más del desarrollo del básquet de Rosario y zona”.
La consulta obligada para Lalima pasa por conocer si esta nueva función significa un alejamiento de la dirección técnica de equipos o las chances de volver al ruedo en el corto tiempo están presentes: “Esto es día a día. Ahora tengo la cabeza en esta nueva propuesta que significa volver a hacer lo que me gusta y entusiasma después de un tiempo. No aparto para nada la faceta de entrenador de equipos en competencia. Dije hace tiempo que el básquet es el mismo en todos lados, lo que cambia es la competencia en la que uno se desarrolla y en este caso trabajaremos para que los chicos y chicas puedan llevarse algo y evolucionen”.