Tras ocho años, el socialismo recuperó la conducción de la FUR (Federación Universitaria de Rosario). Andrés Lanaro, que proviene de la Facultad de Medicina, llegó a la presidencia de la federación que agrupa a los estudiantes de la Universidad Nacional de Rosario a través del Frente Progresista MNR, que contiene a las agrupaciones estudiantiles vinculadas al PS más GIO de Odontología y DEM de Derecho.
Lanaro, en diálogo con El Ciudadano, cuestionó la falta de “proyecto académico” en la UNR, pidió mayor participación para los estudiantes en la definición de “las políticas de bienestar estudiantil” y solicitó activar políticas de inclusión, sobre todo hacia los jóvenes rosarinos, ante la caída “año a año” de la matrícula en la universidad.
—Te he escuchado decir que la UNR está “vacía de contenido”, ¿a qué te referís?
—Nosotros tenemos dos planteos que nos preocupan y nos ocupan. Uno tiene que ver con la cuestión de un proyecto académico. No vemos hoy en la universidad un proyecto que nos contenga, que nos dé sentido, la universidad funciona más como una federación de facultades donde cada facultad está librada a la suerte de cada una de sus unidades académicas y su funcionamiento. Falta un programa que justamente aglomere a las doce facultades, que junto con las tres escuelas superiores dan un sentido de identidad mucho más de universidad, de una institución que realmente nos trace a cada una de las facultades, a cada una de las carreras. Y en ese sentido ese programa tiene que tener cuestiones centrales como la inclusión. Vemos con gran preocupación la caída año a año en la matrícula de la universidad. Vemos cómo mutó muchísimo la proporción de estudiantes de Rosario versus los estudiantes de afuera en la universidad. Esto habla de que aquel estudiante que viene de afuera, que tal vez tiene que afrontar un alquiler, un viaje, que en definitiva habla de que tienen determinados recursos para afrontar la carrera, está ingresando a la universidad y aquellos estudiantes que son de Rosario, que deberían tomarse un colectivo urbano para llegar a la facultad, no están llegando. Y eso para nosotros es una gran preocupación.
No vemos que en la universidad se generen políticas efectivas para contrarrestar esto. La universidad restringe a una participación ínfima dentro de lo que es la expocarreras, donde básicamente está la oferta privada. Sabemos que la competencia es fuerte, el mercado de las universidades privadas es muy grande, sale a buscar a los estudiantes, en este caso para ellos como clientes. Y no vemos que desde la universidad pública haya una política para poder difundir esto.
—¿Ven como competencia a las universidades privadas?
—Claramente la universidad privada sale a generar oferta. Tenemos un problema muy grande en las mayorías de las facultades que es que no hay cursado en el turno noche, entonces la universidad privada termina siendo, lo cual es absolutamente contradictorio, la oferta para el trabajador. Lo vemos con la UTN que es una universidad pública: por su tradición de universidad obrera sostiene en gran medida su turno noche y para el estudiante que trabaja es una de las ofertas, cuestión que nosotros no podemos garantizar en la UNR.
—¿Están conformes con el espacio que le dan a los estudiantes en la estructura de la UNR?
—No, creemos que es una voz que tiene que tener más participación. El estudiantado es claramente el elemento vivo y le da sentido a la universidad. Creemos que falta participación puntualmente en todo lo que tiene que ver con las políticas de bienestar estudiantil, con presupuestos que realmente son interesantes y no podemos discutir qué se beca, cómo se beca, para qué se destinan esos fondos. Falta poder generar mayores espacios de participación para que el estudiante pueda volcar su opinión ya que somos en definitiva el actor interesado fundamental en esos procesos.
—¿Cómo evalúan la gestión de Darío Maiorana en el Rectorado de la UNR?
—Tenemos una visión bastante crítica por las cuestiones de funcionamiento, del vaciamiento de las políticas de bienestar. Hoy no contamos con residencias, un centro de salud de estudiantes que ha perdido su razón de ser; también nos preocupa muchísimo la erosión de la propia institucionalidad de la universidad: Consejos Superiores convocados muy esporádicamente, con temarios cerrados, dificultades para generar espacios de discusión. Creemos que la universidad en esta recuperación de un programa, un proyecto, una identidad, tiene que también recuperar respeto por su estatuto y por su funcionamiento.
“Educación pública, gratuita y de calidad”
—Venís de la Facultad de Medicina y en este último tiempo se conoció la gran cantidad de alumnos extranjeros que cursan en la UNR. ¿Cómo ves esta incorporación de estudiantes de fuera del país a la universidad?
—Más allá de que uno tiene muchas veces una mirada crítica sobre el sistema educativo argentino y creemos que hay mucho para mejorar, estas situaciones son reflejo de las virtudes que tiene nuestro sistema. No con pocas luchas estudiantiles nuestra universidad es pública, gratuita y de calidad. Es el objetivo que hace tan atrayente la oferta educativa de nuestro país para los estudiantes de otras nacionalidades, fundamentalmente la carrera de Medicina que por su concepción más histórica, hegemónica, tradicional, es todavía más cerrada su posibilidad de ingreso en otros países. También está atado a la situación cambiaria que nuestro país sea hoy económicamente accesible. En el caso particular de la Universidad Nacional de Rosario es la única carrera de medicina de todo el país, y esto para nosotros es un valor muy importante, que no tiene examen de ingreso. Hay otras cuestiones que hay que discutir pero todos los estudiantes sean de nacionalidad argentina o de otras nacionalidades que se inscriban comienzan su cursado regular dentro de la facultad y eso también es otra de las opciones que hace que particularmente Rosario sea elegida por sobre otras universidades.
—No estás de acuerdo con ninguna restricción de cupo o arancel a los extranjeros.
—No. Estamos convencidos de que para lograr la mayor calidad educativa necesitamos las bases más grandes. Creemos que la excelencia y la cantidad son dos elementos que se compensan y no por el contrario. Y creemos en ese sentido que la universidad tiene que estar abierta para todos. Estamos convencidos y orgullosos de que nuestro sistema educativo sea lo que es, sabemos que tiene mucho que ver con lo que fueron los movimientos estudiantiles a lo largo de la historia, lo siguen siendo y creemos que tiene que seguir siendo así.
Paros de los docentes
—Con respecto a los paros de los docentes universitarios en reclamo de la apertura de paritarias, hubo estudiantes que apoyaron ese reclamo y otros que pidieron que no se afecte el cursado. ¿Cuál es tu postura?
—Nosotros apoyamos la reivindicación de la lucha docente. El sueldo inicial de un docente universitario está muy atrasado. Creemos que además de los paros hay que buscar formas mucho más activas de lucha. Necesitamos poner a las autoridades de la UNR como un actor central, si bien hay paritarias a nivel nacional, tienen posibilidad de incidencia, no son simples actores que puedan mirar lo que pasa en Buenos Aires. Sabemos que nos afecta a los estudiantes y pedimos una solución. Pero entendemos que no podemos recaer sobre los docentes que son, en este caso, los afectados.