Las autoridades y demás trabajadores hospitalarios del país coincidieron en señalar que tras el «gran estrés y angustia» que se experimentó en los picos de contagios de Covid-19, los cuales pusieron al límite la atención en las unidades de terapia intensiva (UTI), la actual situación epidemiológica de fuerte caída en el número de enfermos y fallecidos propicia un «alivio en lo personal» y la posibilidad de que los establecimientos en los que trabajan puedan atender con mayor dedicación otros tipos de patologías.
«Estamos aliviados porque durante mucho tiempo no se pudo dar respuesta a un montón de patologías comunes», explicó Teresita Ghio, directora del Hospital Provincial de Rosario, uno de los principales centros de atención para pacientes de coronavirus en la provincia de Santa Fe.
«Hubo momentos donde se juntaban personas con síntomas, pero todos tuvieron su espacio. Se hizo intercambio de pacientes, cambiándolos de camas y demás, pero no dejamos a nadie sin atender, eso es un gran logro para la salud pública», dijo la profesional al ser consultada por Télam en relación al impacto de la caída de casos de Covid-19 en la UTI del hospital.
Rosario supo tener colapsadas sus camas críticas para atender pacientes que demandaban cuidados intensivos.
Para superar esa situación, el personal de salud se mantuvo en permanente capacitación, a través de cursos brindados por Infectología y el Colegio Médico de Rosario, «para saber cómo protegerse al atender a esta gente, que sirvieron para no tener empleados que se contagiaran de Covid dentro del hospital»..
Y agregó: «El gran estrés y el desafío que asumimos al afrontar nuevos estudios sobre una enfermedad que desconocíamos lo pudimos capitalizar en conocimiento, equipamiento y relaciones humanas, lo cual fue algo muy importante».
Con todo, Ghio apuntó que, si bien en la actualidad no hay pacientes internados en terapia intensiva por coronavirus, «el hospital tampoco tiene camas libres».
Y detalló que eso se debe a que «se están atendiendo patologías de traumatología, de clínica, de cirugía, etcétera. Todo lo que quedó relegado tanto tiempo porque no pudimos brindar la prestación».
Mientras, el director del Hospital Zonal de Bariloche, Leonardo Gil, evaluó como «muy positiva» la curva descendente de pacientes Covid-19 en la UTI de ese establecimiento.
«Hoy (por el viernes) tenemos un solo paciente en cama de UTI. Se trata de un hombre muy mayor, quien ya está curado, pero requiere cuidados intensivos por su cuadro general pos Covid, y tenemos solamente dos camas de terapia intermedia con pacientes positivos», añadió Gil.
Desde el 17 de septiembre pasado, en que falleció un paciente domiciliado en la vecina localidad de Dina Huapi, no se registran fallecimientos en el Hospital Carrillo de Bariloche.
El último parte oficial indica que hasta el día de ayer se contaba con 292 casos activos en la localidad, sobre un total de 24.378 casos recuperados desde el inicio de la pandemia.
Los casos de Covid-19 están disminuyendo a diario en la costa atlántica bonaerense, donde las UTI de distintos municipios ya no están con ocupación por pacientes de este tipo.
El titular de la Zona Sanitaria VIII, Gastón Vargas, dijo a Télam que «en Mar del Plata existen 464 casos activos de Covid-19 y no hay pacientes internados en las UTI».
«El Hospital Modular ubicado en el predio del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) hace ya más de 15 días que no tiene pacientes internados» aseveró, al tiempo que consideró «en el Hospital de la Comunidad (HPC) y la Clínica Pueyrredón las áreas de Covid han quedado vacías».
Vargas remarcó que «hoy el total de casos de toda la región sanitaria VIII que está integrada por 16 municipios solo existen 4.126 casos»
Por su parte, el Secretario de Salud del partido de La Costa, Marcelo Melgarejo, contó a Télam que «la primera semana de primavera reafirmó la tendencia a la baja en el número de casos activos de Covid-19 y el jueves pasado se registró el tercer día sin nuevos casos desde septiembre de 2020, según lo informó el Comité Epidemiológico».
El funcionario manifestó «con 67 testeos que se recibieron del Hospital Modular y los Hospitales de Mar de Ajó, Santa Teresita y San Clemente, y todos con resultados negativos para Covid-19, el distrito alcanzó su tercer día sin nuevos contagios».
En tanto, la secretaria de Salud de Necochea, Ruth Kalle, enfatizó ante esta agencia que «en el distrito solo contamos con 11 personas hasta el día de hoy positivos de Covid-19».
«Tampoco existen pacientes internados en el sector Covid, que fue el espacio que se armó en un terreno lindero al Hospital municipal «Emilio Ferreyra», donde se atendió a lo largo de esta pandemia a los pacientes con la enfermedad», señaló.
«Vivimos momentos muy duros, de angustia, tristeza, y que hoy cumplamos un mes sin internados por Covid-19 es una mezcla de sensaciones por los que están y los que no están», dijo Rosana Roldán, directora del hospital zonal de Nueva Esperanza, ubicado al norte de Santiago del Estero.
Con la voz quebrada, Roldán no dudó en remarcar que se siente «orgullosa de ser médica rural, de ser médica en nuestro interior no solo por la atención sanitaria que se brinda a la población sino por la contención, empatía y solidaridad que existe».
Santiago del Estero viene registrando las últimas semanas una caída en la curva de contagios y son más de 20 ciudades y localidades las que se encuentran libres de Covid-19, sin casos activos ni pacientes internados.
El hospital de Nueva Esperanza es uno de los ejemplos de los tantos establecimientos que tienen sus salas vacías, sin pacientes Covid, al igual que el hospital Distrital de San Pedro de Guasayán, al oeste de la provincia santiagueña.
Leandra Salazar, es enfermera en Nueva Esperanza y en diálogo con Télam dijo que «hoy siento una inmensa alegría que no tengamos casos Covid en nuestra ciudad», porque «la verdad pasamos por muchos momentos de desesperación y tristeza».
En ese sentido recordó «la angustia que sentíamos cuando dimos todo y no podíamos hacer más nada por pacientes que nos pedían a gritos, otros sin poder hablar entre lágrimas, nos dejaban un gran dolor en el alma».
Luis Alberto Guerra, enfermero del mismo nosocomio dijo sentir «una gran satisfacción de haber cumplido con mi labor junto a mis compañeros, de haber ayudado a los pacientes que nos necesitaron en los momentos más críticos que nos tocó atravesar por el Covid».