El proyecto que prevé poner en marcha el sistema de bicicletas públicas de alquiler en la ciudad viene con algunos retrasos. El 6 de septiembre pasado la Secretaría de Transporte de la Nación -en el marco del Plan de Transporte para Áreas Metropolitanas (Petuma)- abrió los sobres de la licitación para la provisión de los 400 rodados especiales que planea la red. Sin embargo, esos trabajos (al igual que el desarrollo del software del sistema) no se adjudicaron y la licitación no avanzó.
Hace exactamente un año la Secretaría de Transporte de la Nación lanzaba el llamado a licitación del sistema de alquiler de bicicletas.
Lo que se busca es poner en la calle 400 rodados en 15 estaciones para que los ciclistas las usen por hora, día o mes pagando a través de la Tarjeta Sin Contacto del transporte urbano. El proyecto se sostiene en base a una donación del Fondo Global para el Medio Ambiente dependiente del Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Las estaciones elegidas fueron el Museo de Arte Contemporáneo (Macro), Distrito Centro, Parque España y Monumento Nacional a la Bandera. Además, estarán en: Centro Universitaria (La Siberia), Facultad de Ingeniería-UNR, Pellegrini y Entre Ríos, plaza del Foro, Facultad de Ciencias Económicas-UNR, plaza Sarmiento, plaza 25 de Mayo, plaza Pringles, Facultad de Derecho-UNR, Facultad de Medicina-UNR y la terminal de ómnibus Mariano Moreno.
La idea original era que el 18 de marzo del año pasado se abrieran los sobres con las ofertas y, una vez adjudicado el proceso licitatorio, la firma ganadora tuviera seis meses (a partir de esa fecha) para poner el sistema en funcionamiento. Así, todo iba a estar listo antes de que finalice el 2013. Pera nada de eso ocurrió.
La Secretaría de Transporte recién abrió los sobres para la fabricación de los 400 rodados el 6 de setiembre. Sin embargo, las altas exigencias técnicas y económicas planteadas en los pliegos llevaron a que esos trabajos nunca se adjudicaran y a licitación se cayó.
En diálogo con El Ciudadano, la secretaria de Servicios Públicos local, Clara García, manifestó que el Ejecutivo “tuvo que gestionar” que “el Banco Mundial aceptara bajar algunas condiciones que permitan, sobre todo, que fabricantes locales puedan presentar ofertas” y tener chances reales de quedarse con la obra.
“Ellos finalmente aceptaron bajar esas exigencias y la licitación que se está preparando ahora se está haciendo bajo nuevos términos”, agregó la funcionaria.
En tanto, también en septiembre del año pasado el Ente de la Movilidad de Rosario (EMR) firmó un convenio con el Polo Tecnológico de Rosario para que sus profesionales se encarguen de desarrollar el sistema de funcionamiento con la Tarjeta Sin Contacto. El plástico activará el retiro de la bicicleta al pasarlo por los lectores que tendrán las paradas de los rodados.
Ninguna de las empresas que integran el Polo avanzó con el desarrollo del software del sistema. “Se está trabajando para definir los lineamientos técnicos de estas tareas”, explicó García.
La funcionaria aceptó luego en torno a todo el proyecto “algunas diferencias respecto de los tiempos originales”.
“Lo que sucede es que todo lo que tiene que ver con licitaciones internacionales es excesivamente caro y está complicado. Esperemos que lo precios se tranquilicen para que podamos licitar”, auguró la secretara de Servicios Públicos municipal.
Sus deseos también se enmarcan en la fuerte devaluación que propició el gobierno nacional en enero, lo cual complica aún más el avance de proyectos con financiación internacional.
Los detalle del proyecto
Con la iniciativa se plantea desarrolar bicicletas diferentes a las convencionales para evitar que las piezas puedan ser utilizadas para las bicicletas comunes. El proyecto apunta a turistas, estudiantes y vecinos que demanden recorrer distancias cortas.
Las obras comprenden, además, la instalación de un mecanismo de estaciones automatizadas donde los usuarios podrán retirar, utilizar y regresar las bicicletas -a otros puntos de estacionamiento- mediante un crédito disponible en las Tarjetas Sin Contacto.
La idea es también que el mecanismo cuente con un sistema de alarmas al centro de monitoreo, para organizar el estacionamiento de los rodados, y que las paradas no queden sin espacio ni acumulen bicicletas disponibles en un solo lugar
Varias ciudades de Europa, Estados Unidos, el Distrito Federal de México y Río de Janeiro, en Brasil, ya tienen este sistema que pretende llegar a Rosario, pero aún no muestra avances.
Reunión por el tránsito
En el marco de los temas relacionados con el tránsito en la ciudad, el Ejecutivo convocará para esta semana a todos los bloques del Concejo con el fin de intentar destrabar los proyectos vinculados a la movilidad en el área central. El municipio pretende una rápida aprobación de la prohibición parcial para estacionar en nueve calles del centro, la extensión de carriles exclusivos para el transporte público y la ampliación de las peatonales Córdoba y San Martín. También interesa al Ejecutivo poder utilizar el material que registran las videocámaras para labrar multas. El diálogo comenzará esta semana con los ediles de la comisión de Obras Públicas. Y la idea es que luego se extienda a otras comisiones de trabajo y con todos los concejales que quieran participar de la negociación.
En Buenos Aires marcha sobre ruedas
El sistema de bicicletas públicas está en marcha desde hace tiempo en Buenos Aires y, según el gobierno de esa ciudad, funciona muy bien.
De acuerdo a lo que informó el gobierno de Mauricio Macri, en octubre del año pasado se alcanzó un nuevo récord de 5.834 viajes en un solo día. Además, el promedio diario de 2013 ronda los 5.400 viajes.
En tanto, también se señaló que desde la inauguración del sistema se han realizado más de 1.850.000 viajes.
“La tasa de crecimiento interanual del uso de la bicicleta en la Ciudad es del 60% «, destacó a fines del año pasado el subsecretario de Transporte porteño, Guillermo Dietrich. La estación que más préstamos de bicis concentra es la de Retiro, con un promedio superior a las 400 diarias.
«Hoy las dos ruedas dejaron de ser en nuestra ciudad un elemento solamente recreativo y se convirtió en el medio de transporte que se elige cada vez más», agregó por entonces Dietrich.
Desde la Subsecretaría de Transporte porteño destacaron que hay más de 87.000 usuarios y que solo el 5% son extranjeros.