Por Jorge Giles / Agencia Timón
El empresario Pedro Etchebest se presentó hace unos días ante el Juez Federal de Dolores, provincia de Buenos Aires, Alejo Ramos Padilla y denunció que un tal Marcelo D’Alessio, abogado mediático, lo estaba extorsionando en nombre del fiscal Carlos Stornelli, exigiéndole la suma de 500.000 dólares, que luego fueron 300.000, a cambio de no llevarlo a prisión por la causa de las fotocopias de los “cuadernos”.
Según la denuncia, el presunto extorsionador le habría dicho a Etchebest que fue acusado por un “arrepentido” de dicha causa.
O le pagas a Stornelli o vas en cana. Sería el resumen de esta escandalosa denuncia.
Se presentaron ante la justicia pruebas de la maniobra: fotos y videos donde se pueden apreciar los momentos decisivos de la extorsión y las personas directamente involucradas, Stornelli incluido.
¿Quiénes son algunas de las personas señaladas, en distintos tramos y con distinta participación, en la investigación publicada por el portal “El cohete a la luna” que dirige el prestigioso y respetado periodista Horacio Verbitsky?
Prestá atención: Patricia Bulrrich, Daniel Santoro (periodista de Clarín), Carlos Stornelli, Mario Montoto, Gustavo Sáenz, (Intendente de Salta), Marcelo D’Alessio (director regional de la DEA y sobrino del Escribano General del gobierno del presidente Macri).
Sugerimos leer la profusa documentación publicada por Verbitsky en las últimas horas para ahondar en la podredumbre que envuelve desde un principio toda esta causa mediática judicial que actúa como una segunda parte de la saga tenebrosa iniciada con la llamada “causa Nisman”.
Mienten, aprietan, extorsionan, condenan y cobran.
Ahora sabemos a ciencia cierta que las cloacas desbordadas de tribunales de Comodoro Py no eran sólo una cruel metáfora de lo que viene pasando con un sector determinante, hasta ahora, del poder judicial.
La mierda, literalmente hablando, saltó definitivamente para afuera. Y tanta mierda no nos merecemos tragar los argentinos de bien. Y no deberíamos tragar. Y no podemos tragar. Hay que sanear y honrar a la República que somos, de una vez por todas.
Digamos también que el acoso político, judicial y mediático a Cristina Fernández de Kirchner se nutrió también de toda esta mierda.
¿Se acuerdan de aquella señora que de un día para otro se hizo famosa televisivamente afirmando que ella vio “pesar bolsos” con dinero mal habido gracias al lugar privilegiado de su oficina en Casa Rosada en tiempos de Néstor Kirchner presidente?
Fue mentira. Se comprobó que todo era parte de una operación política.
¿Se acuerdan de ese otro arrepentido yuppie-lumpen llamado Fariña? ¿Saben quién es el abogado y nexo de Fariña con la ministra Bullrich según esta investigación? Acertaron: Marcelo D’Alessio.
¿Se acuerdan que cuando inauguraron la operación “cuadernos de Centeno” hablaban literalmente de “cuadernos”? Pues bien, ya sabemos que no existen, que son meras fotocopias porque dicen que el “cuaderno” fue quemado y que por lo tanto no se puede periciar la letra, esa letra que a simple vista de las fotocopias algunos afirman que parecieran ser de diferentes personas, según lo que se aprecia en las imágenes difundidas públicamente.
Pero nada más grave que la cloaca que ahora se destapa.
Que el fiscal de la causa “cuadernos” sea involucrado en el modus operandi de una extorsión relativa a esa misma causa, haría caer toda la investigación en cualquier país serio y democrático del mundo civilizado.
El fruto del árbol envenenado, le dicen los académicos del derecho.
Nosotros preferimos ser más directos y acordes con la realidad: la mierda de las cloacas desbordadas.
¿Será por esto que quieren cerrar C5N? ¿Será para encubrir esta y todas las extorsiones que podrían salir a flote desde las cloacas de Comodoro Py? ¿Será para allanar el camino al posible fraude electoral? ¿Será para ocultar el derrumbe fatal de la economía de Macri y el FMI y las movilizaciones populares que se avecinan? ¿Será por el crecimiento en las encuestas de Cristina?
Será por todo esto, seguramente.
Desde ya que el periodismo en su conjunto, no los operadores y mercenarios del poder mediático, salió a respaldar, a defender y a abrazar a nuestros colegas trabajadores de prensa del único canal que, te guste o no, muestra la realidad como tal.
Ahora es esperar que la justicia, esa justicia en la que seguimos creyendo, actúe rápidamente y proceda como debe proceder ante esta denuncia, antes que la mierda nos tape a todos.
Que así sea.