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Las elecciones en EEUU, primera prueba para los cuestionados cambios que impulsa Musk en Twitter

Desde que el hombre más rico del mundo compró la red social a fines de octubre avanzó a paso acelerado con su autoproclamada visión "absolutista de la libertad de expresión", que en los papeles implica una moderación de contenidos menos estricta
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Por Camil Straschnoy – Agencia Télam

La elección de mitad de mandato en Estados Unidos del próximo martes es la primera prueba de fuego para la nueva era de Twitter, ahora bajo el mando del multimillonario Elon Musk, aunque especialistas alertaron a Télam que los cambios anunciados en moderación de contenidos, cuentas verificadas y el despido masivo de personal anticipan un aumento de la desinformación, los discursos de odio y la polarización política.

El hombre más rico del mundo compró la red social por 44.000 millones de dólares y desde que tomó su control el 27 de octubre pasado avanzó a paso acelerado con su autoproclamada visión «absolutista de la libertad de expresión», que en los papeles implica una moderación de contenidos menos estricta.

Entre otras consecuencias, esto ya envalentonó la difusión de cataratas de tuits racistas, misóginos y antisemitas, según publicó The Washington Post, y la reaparición de grupos de extrema derecha como el caso de Britain First, previamente vetado de la red social y que desde su nueva cuenta publicó una serie de videos contra la inmigración en el Reino Unido, de acuerdo a The Guardian.

«A las pocas horas de que Musk tomara las riendas, la plataforma se vio inundada de epítetos y memes vulgares, incluyendo una oleada de discursos de odio racistas, antisemitas, islamófobos, homófobos y transfóbicos. A menos que Twitter controle esta retórica de odio, se extenderá cada vez más. Y no terminará bien», indicó a Télam Eddie Perez, miembro de la junta del instituto OSET, una organización con sede en California que trabaja en mejorar la confianza en la tecnología electoral.

Perez, exdirector de producto de Twitter, afirmó que esta situación «podría potenciar la polarización y la malicia a pocos días de las elecciones de mitad de mandato» en la que se definirá la composición del Congreso y más de una treintena de gobernadores estatales, y alertó también sobre consecuencias el mismo día de los comicios.

«Una parte fundamental de la política de integridad cívica de Twitter es prohibir la difusión de información falsa que pueda afectar a la participación electoral, por ejemplo, sobre horarios y lugares de votación, cómo votar, etc. Musk está recortando el personal de la empresa, lo que significa que podría no tener las manos suficientes para reforzar esta política», manifestó.

Cerca del 50% de los 7.500 empleados de la plataforma fueron despedidos el viernes, incluyendo a miembros clave de los equipos que trabajan en derechos humanos, accesibilidad y la moderación de contenidos, informaron medios estadounidenses.

Las organizaciones de derechos civiles expresaron su preocupación también por la posibilidad de que la red social restablezca cuentas bloqueadas, incluida la del expresidente estadounidense Donald Trump, expulsado poco después del asalto por parte de sus simpatizantes al Capitolio, el 6 de enero de 2021.

«Una prueba crítica de la influencia de Musk será si Twitter reintegra a algunos de sus más notorios proveedores de mentiras electorales y permite que la desinformación se extienda durante el período de recuento postelectoral», apuntó Perez, en referencia al rol trascendental que tuvieron las redes sociales para difundir las denuncias de fraude nunca probadas del magnate republicano y sus seguidores tras los comicios presidenciales de 2020.

«Musk declaró que quiere hacer de Twitter una plataforma ‘cálida y receptiva’ para todo el mundo, al tiempo que planea restablecer las cuentas vetadas por violar repetidamente las normas. Hay una fuerte contradicción entre tener un entorno receptivo y no querer regular la desinformación perjudicial y el discurso de odio», opinó a esta agencia Filippo Menczer, profesor de Informática y Ciencias de la Computación y director del Observatorio de Medios Sociales en la Universidad de Indiana (Estados Unidos).

«No existe la libertad de expresión absoluta: al inundar la red de cuentas (incluyendo las no auténticas) se le quita libertad de expresión a los demás. Así que necesitamos un debate más profundo sobre el significado de la libertad de expresión en un mundo en el que las plataformas permiten la difusión viral y pueden ser manipuladas», añadió.

Entre los cambios que anticipó Musk para la red social están los de crear un consejo de moderación de contenidos, compuesto por representantes con opiniones muy diversas, así como también esperar algunas semanas antes de volver a autorizar cuentas vetadas como la de Trump. Estas promesas no acallaron las críticas de organizaciones sociales.

Además, la aplicación móvil de la plataforma ya empezó a ofrecer una actualización que permitirá a los usuarios registrarse en la nueva versión de Twitter Blue, que Musk anunció que costará ocho dólares al mes y que ofrece la marca azul que señala una cuenta como verificada.

«Esto no solo crearía una especie de sistema de castas, amplificando las voces de los que pagan en detrimento de los que no lo hacen, sino que también crearía un entorno propicio para la suplantación de identidad y el acoso, amplificando las voces de los agentes del caos y los actores malintencionados en detrimento de las voces de la verdad y la razón», lamentó Perez.

Ante este contexto, más de 40 organizaciones de la sociedad civil publicaron esta semana una carta en la que instan a grandes empresas a que dejen de publicitar en Twitter si «Musk sigue minando la seguridad de los usuarios». Grandes firmas como General Motors y Volkswagen ya suspendieron su pauta en la plataforma.

«Los racistas y los conspiranoicos están probando hasta dónde pueden llegar con la difusión de mentiras, el acoso y el abuso, y la desinformación sobre las elecciones de mitad de mandato es inescrupulosa», escribió en esa misiva Jessica J. González, co-CEO de Free Press, una ONG que promueve democratizar el acceso a los medios de comunicación y las plataformas tecnológicas.

Los planes de flexibilizar la moderación de contenido también causaron la reacción del alto comisionado de derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, que instó a Musk a hacer del respeto a los derechos humanos un tema central de la red social.

«Twitter tiene la responsabilidad de evitar amplificar contenidos que puedan dañar los derechos de las personas», dijo Turk en una carta abierta.

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