Uno de los espectáculos más destacados de la temporada teatral rosarina 2018, Cuna de lobos, obra escrita y dirigida por Maru Lorenzo, regresó el fin de semana a la cartelera local con algunos cambios en el elenco.
La historia, que hilvana situaciones reales acontecidas en la ciudad que transcurren en El Descanso, un country de Funes surgido de la ficción, transcurre en febrero de 2016.
Se trata de un barrio privado que desde los años 70 cobija a sus fundadores y familias quienes reflejan una serie de oscuridades. Durante ese verano, una presencia inesperada romperá la falsa calma del barrio. Se trata de la llegada de Dalma, una chica que ascendió en la escala social. Ella no sólo consiguió tener una empresa con oficina en Puerto Norte sino que también logró enamorar al hijo de una de las familias más prestigiosas del predio y allí compró una casa frente a la laguna. Coincidiendo con su llegada, una sorpresiva invasión de perros siberianos amenaza la paz del clan, y la comisión directiva del country no perderá el tiempo y tomará cartas en el asunto.
Cuna de lobos es un neogrotesco urdido al calor de los nuevos paradigmas de una derecha que se mofa de todo y de todos y saca provecho del clima de época, a partir de las lógicas de una comedia con retazos de vodevil que va camino a la tragedia.
En el country El Descanso, detrás de un cerco, se escoden las miserias, secretos, muertes, estafas varias y negocios espurios de una parte de la sociedad que, en su mayoría, hoy le pone un pie en la cabeza a los que menos tienen.
La obra, cuyo texto surgió hace unos años de una investigación del Laboratorio Teatral Saccani-Lorenzo, transcurre en febrero de 2016, a poco de la asunción del actual gobierno nacional, no casualmente cuando empiezan a despuntar los primeros atisbos de una gestión que, en adelante, no disimulará para nada su intención de romper con las lógicas socio-políticas de lo que se había gestado en el país en la década anterior. Y por lo mismo, tampoco es casual que se sientan “empoderados” los singulares habitantes de este country cercano a Rosario, un lugar que desde los años 70 cobija a sus fundadores, sus respectivas familias y a todo lo escuro, rancio y siniestro que los envuelve.
“La obra pone en cuestión discursos y prejuicios naturalizados que hoy volvemos a escuchar en todos lados, que se reproducen con mucha naturalidad. Para abordar esas situaciones, con los actores hicimos una investigación que iba por fuera del trabajo en el espacio escénico; todo salió desde la improvisación, que fue disparador para armar este universo, pero todo ese afuera real fue de gran inspiración para dar forma a este mundo que apela a los entramados de poder que se dan dentro del mismo country, las relaciones endogámicas que allí se despliegan entre los habitantes, particularmente la lealtad y el código común entre una generación y la que le sigue, que es algo que no están dispuestos a quebrantar”, dijo Lorenzo a El Ciudadano.
Cuna de lobos cuenta ahora con las actuaciones de Lucho Alva, Charo Colonna, Julieta Lancellotti, Melina Playa, Carolina Torres, Carolina Casella y Juanchi Vidoletti.
Para agendar
Cuna de lobos se presentará todos los sábados de abril y mayo, a partir de las 20, en el Cultural de Abajo, de Entre Ríos 579, con entradas populares