La guerrilla colombiana sugirió la posibilidad de un diálogo con el próximo gobierno de Colombia y expresó su disposición a conversar para buscar un nuevo rumbo para el país. «Reunirse para conversar de canje y de solución política supone plenas garantías para hacerlo, libres de toda presión, si el gobierno de turno posee la voluntad de encontrar caminos para el diálogo», redactaba el comunicado.
La organización agregó que una fórmula para iniciar un camino a la paz es que se le reconozca el estatus de fuerza beligerante, posibilidad rechazada por el gobierno saliente de Uribe, lo cual la define como fuerza liberadora de un sistema opresivo y representante del pueblo.