Dos muchachos de 34 y 22 años, el primero en sillas de ruedas, fueron imputados ayer por el crimen de Jesús David Machado. El hecho, con un trasfondo narco, ocurrió en abril pasado en barrio Las Flores cuando la vivienda de la víctima fue atacada a tiros. Si bien la defensa cuestionó fuertemente los testimonios de los familiares de Machado, quienes vinculan a sus clientes con la agresión, la jueza Patricia Bilotta dictó prisión preventiva sin plazo para el dúo. A su vez dispuso la realización de informes médicos forenses para constatar el estado de salud del imputado hemipléjico y dejó abierta la posibilidad de solicitar una morigeración; por el momento, permanecerá en una unidad penitenciaria con enfermería.
Jesús Machado dormía la siesta en la precaria vivienda que compartía con su familia en Heliotropo al 2000 el 27 de abril último. Las paredes de la casa son de chapa y en el único dormitorio del lugar la víctima descansaba mientras su madre miraba la televisión, sostuvo el fiscal Rafael Coria. En esas circunstancias la mujer contó que escuchó una explosión y se asustó, por lo que se tiró al suelo mientras le gritaba a su hijo. Los disparos calibre 40 continuaron al menos en 8 oportunidades. Cuando el fuego cesó, la mujer se levantó y al destapar al muchacho que estaba en medio de un charco de sangre vio que tenía un tiro en la cabeza: falleció el 5 de mayo tras agonizar más de una semana.
Su madre dijo que al ver a su hijo herido corrió a pedir auxilio y observó cómo por el pasillo lindero con su vivienda un hombre en silla de ruedas, quien tenía un arma en la mano, escapaba remolcado por otro que iba en bicicleta, sostuvo el relato. La madre de la víctima identificó al joven lisiado como “Iván” mientras que los vecinos le dijeron que el otro era “Bebote”. Y sostuvo que los atacantes fueron a matarlos “a todos”.
Ramona explicó que hace 35 años vive en esa casa pero que hace un año y medio que se fue a la vivienda de una hija por una enfermedad y quedaron dos de sus hijos allí. Afirmó que uno de los agresores fue a comprarle la casa y Jesús le dijo que no, porque era de su propiedad, y desde allí comenzaron a amenazarlo. Mientras que un hermano de Machado, quien dormía en una habitación lindera con la casa de su madre, sostuvo que su vivienda también limita con el pasillo por donde ingresaron los agresores y desde un agujero que tiene la pared, también de chapa, observó a Mario Iván M., conocido en el barrio como “el Iván”, sacar un arma de la silla de ruedas, pararse y disparar. La familia duda que el imputado sea paralítico y dice que en varias oportunidades su casa fue baleada porque querían usurparla.
Venta de drogas
El fiscal hizo referencia a otro posible móvil del crimen vinculado con el robo de un arma por parte de la víctima a Iván M. Mientras que un testigo de identidad reservada sostuvo que esa tarde estuvo en el patio de la casa de la víctima con otras personas, entre ellas los dos hermanos Machado, donde fumaron marihuana. Relató que se fueron cuando Jesús decidió tomar una siesta y, si bien no observó la balacera, dijo que uno de los agresores se llama Iván y está en sillas de ruedas. Refirió que este joven tuvo una bronca con Jesús porque le daba drogas para vender y éste le robó. Desde hacía unos tres meses lo buscaba pero como no pudo encontrarlo decidió disparar contra su casa.
Prontuariados
Coria pidió la prisión preventiva de Mario Iván M., de 34 años, y Emanuel Jesús Z. de 22, alias Bebote, y afirmó que ambos tienen antecedentes condenatorios. Iván M. fue condenado por una tentativa de robo calificado ocurrida el 17 de agosto de 2005. El ahora imputado le robó, junto con otros cómplices, la bicicleta a un policía que iba de civil por Pineda al 6700. Según la investigación, cuando huían el funcionario policial dio la voz de alto y le contestaron a los tiros, por lo que disparó e hirió entre la octava y novena vértebra a Iván M, quien quedó hemipléjico. Si bien el muchacho fue condenado por el intento de robo, se le aplicó una pena natural por la lesión que sufrió. En tanto, Bebote posee una condena a 6 meses de ejecución condicional, a la que se arribó en marzo pasado a través de un juicio abreviado, por el delito de robo simple.
A su turno el defensor Leopoldo Monteil cuestionó la evidencia que presentó el fiscal en el caso, puntualmente los testimonios de la familia de la víctima, que hizo referencia al escape de uno de los agresores por un pasillo de cemento, remolcado por una bicicleta, lo que tildó de “disparate”, a lo que agregó que uno de ellos dijo que su cliente se paró cuando no puede hacerlo. El letrado solicitó la libertad, subsidiariamente un arresto domiciliario o un plazo de un mes de prisión preventiva. La jueza Bilotta, por su parte, resolvió dictar la prisión preventiva por 60 días contra ambos imputados y dispuso que Iván M. fuera derivado a una unidad penitenciaria con enfermería. A su vez determinó la realización de un informe médico forense para evaluar la lesión a los fines de determinar si corresponde una morigeración a la medida cautelar.
Machado y Oviedo
Jesús no es el único Machado que perdió la vida de forma violenta. Dos de sus hermanos también fueron asesinados, uno antes y otro después de su muerte. A fines de diciembre de 2014 en pasaje 501 al 900 se encontraba un grupo de jóvenes que fuer atacado a balazos por un solitario tirador que pasó en moto. Sergio Nicolás Machado recibió un disparo mortal mientras que su agresor, un adolescente de 17 años, fue reconocido en el hospital cuando fue a curarse un roce de bala. Entretanto, Ismael Machado, de 35 años, fue asesinado en barrio de la Carne el 18 de mayo pasado cuando dos jóvenes lo fueron a buscar a la casa de su hermana y le dispararon.
Por otra parte, Franco Damián Oviedo tenía 20 años y era amigo de los Machado. Su homicidio se produjo en mayo de 2015 en Lirio y Guaria Morada, también en Las Flores. Según un vecino “era una bronca por ver quién era el más poronga que fue subiendo de tono” y sindicó a “Iván y Emanuel” como los tiradores, aunque nunca hubo acusación formal contra este par de muchachos.