El Nuevo Mas propone la única alternativa electoral encabezada por una figura femenina. Manuela Castañeira es la precandidata a presidenta y referente de un espacio que se presenta como una nueva generación que ingresa a la política y una renovación a la izquierda tradicional.
“Nos estamos presentando en 11 provincias como Nuevo Mas por primera vez, como resultado de construir una alternativa que plantee anticapitalismo y feminismo”, apuntó Castañeira.
Desde el espacio que encabeza junto a Eduardo Mulhall, proponen poner en el centro de la discusión los intereses de los y las trabajadoras y “aportar algo que la sociedad le pide a la izquierda, vinculación y sensibilidad con los que luchan”.
La expectativa inicial del Nuevo Mas está puesta en superar el 1,5% del padrón electoral en las Paso (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) y posibilitar una presencia femenina en el debate presidencial.
—El Nuevo Mas, ¿representa una renovación de la izquierda tradicional?
—Antes había una idea de que le izquierda estaba por fuera de la sociedad y sin propuestas, y hoy estamos mostrando que hay una nueva generación que ingresa a la política, que quiere militar para transformar el mundo, que es feminista y socialista anticapitalista. Las jóvenes y los jóvenes que nos sumamos a la militancia hoy le cambiamos el contenido a lo que era la izquierda en su momento. La fórmula con Eduardo es parte de esa nueva combinación, con gente que ingresa a la política, con gente del movimiento de mujeres y elige la tradición socialista anticapitalista de los trabajadores en Argentina.
—¿Cuáles son los principales ejes de campaña?
—Hay dos grandes temas en la elección, uno es cómo salir de la crisis. Nosotros proponemos poner en el centro los intereses de los y las trabajadoras, con reincorporación de todos los despedidos durante el macrismo, eliminación del impuesto al salario, eliminación del IVA y que eso lo pongan los grandes capitales del campo y de las finanzas. Ha crecido mucho la campaña en ese sentido. El otro gran tema de campaña es el rol de las mujeres en la sociedad y la legalización del aborto.
—¿Por dónde se empieza a resolver la cuestión económica?
—Poniendo en el centro a los trabajadores. No es que no hay dinero en Argentina, está concentrada en unas pocas manos, sin medidas anticapitalistas, no hay salida de la crisis. La primero sería retenciones al agro, a la soja, eliminación de impuestos a los salarios, impuesto a los bienes suntuarios, a las grandes riquezas. También es importante el control de la moneda, frenar la fuga de divisas, son medidas que cuestionn que sea el mercado libre el que ordene a la economía y la sociedad.
—¿Cómo se puede plantear una alternativa que esté por fuera del sistema en este contexto de polarización?
—Nosotros proponemos una verdadera alternativa a la polarización con contenido, porque hoy los únicos atributos que tienen Macri y Fernández es que uno es menos malo que el otro, ninguno es bueno y es bastante triste. Yo igual no creo que estamos en el escenario de polarización que dicen, esos dos candidatos tienen tercios de la intención de voto, hay sectores de la sociedad que quiere gente joven, que quiere gente que se haya hecho de abajo.
—Las diferencias en el armado con el FIT Unidad, ¿tiene que ver con una idea que tuvieron ustedes de introducir nuevos conceptos?
—Nosotros propusimos ir a una Paso con Nicolas del Caño y que en una interna se defina el resultado y tener una lista común en octubre. Del caño nos clavó el visto, ni contestó a la propuesta de ir a una Paso. Nuestro argumento era que en el país de la marea verde la izquierda tenía que tener una candidata mujer. La izquierda siempre se ha caracterizado por mostrar a aquellos sectores que están luchando, a ellos evidentemente no les pareció importante. Quizás están más preocupados por temas internos como la situación con Jorge Altamira que por presentar una propuesta unitaria.
—¿Pretenden representar una nueva opción para los jóvenes?
—Acá hay una nueva generación en este país que se está informando, que ha participado, que quiere ser escuchada y que tiene sus preocupaciones sobre lo que el capitalismo le está haciendo al mundo. Ese sector tiene su propia visión y se lo trata como un porcentaje más del padrón electoral al cual venderle algo y no los integran. Nosotros tratamos de integrarlos incuso en las listas, esos jóvenes eligen mucho a los sectores de izquierda porque piensan en el futuro, y hay una gran percepción que con el capitalismo no hay futuro.
—Los precandidatos que vemos en la escena electoral, ¿representan a todos los sectores de la sociedad argentina o cada uno le habla a su electorado?
—Hoy los candidatos están de espaldas a esa sociedad y hay un giro de la campaña hacia la derecha que no se condice con lo que es la sociedad Argentina. En este país tenés la tradición de la lucha viva que los sectores tradicionales no saben como frenar. Argentina es el país que le dijo no al 2×1 a los genocidas en la calle, la que le dijo no al recorte a los jubilados en diciembre y se movilizó, es el país de la marea verde y Ni una menos. La lucha que hay en Argentina tiene que ver con una tradición de la lucha en la calle. El 11 de agosto puede haber un choque entre expectativas y realidad, entre un pueblo trabajador que no quiere que la salida sea el ajuste y que sabe que la calle es su lugar para defender derechos. Argentina no es solo sus candidatos a presidente, es su sociedad movilizada.