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Las maniobras del campo para retener sus granos

El campo, aquello que así se conoce, es decir los grandes exportadores de granos están dispuestos a no alzar ninguna voz en contra del gobierno de Cambiemos ya que los cambios en los derechos de exportación, las retenciones, que se aplicarán no les hará ninguna mella.

El campo, aquello que así se conoce, es decir los grandes exportadores de granos están dispuestos a no alzar ninguna voz en contra del gobierno de Cambiemos ya que los cambios en los derechos de exportación, las retenciones, que se aplicarán no les hará ninguna mella. Es que los cuatro pesos que el sector deberá tributar por cada dólar exportado tenderán a licuarse en  poco tiempo por el contexto de suba permanente de la moneda norteamericana y por el efecto no menor de la inflación.

Por estas mismas razones, los productores esperarán todo el tiempo del mundo para liquidar sus granos, lo que producirá un efecto poco menos que el buscado con la implementación de las retenciones.

Ya la semana pasada, los exportadores no comercializaron sus cosechas y la baja en ese segmento llegó a un 56 por ciento en comparación con el volumen comercializado en el mismo periodo de 2017.

Consejos de un conocedor

Luego de oficializadas las retenciones, el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere –ex presidente de la Sociedad Rural– aconsejó a los productores en busca de un consenso. Les dijo que el importe se hará en el momento del embarque de los granos, lo que no significará una erogación que les perjudique. Les dijo textualmente: “Cualquiera que saque las cuentas, que tenga en cuenta eso. Cuánto van a valer esos cuatro pesos el año que viene, en junio o julio, comparado con lo que significa ese porcentaje hoy (que es de un 12 por ciento)”.

A esto habría que agregar que sobre fines de agosto hubo un fuerte movimiento de los llamados contratos “forward” (que son contratos a largo plazo entre dos partes con el objetivo de comprar o vender un activo a un precio fijado) en soja y en maíz, según datos consignados por la Bolsa de Comercio de Rosario, que marcó la friolera de casi 800 mil toneladas de esos granos.

Agosto fue el mes cuando se profundizaron las operatorias de este tipo de negociados, cuando ya se veía venir el recurso de las retenciones que el gobierno necesitaba para paliar los desbordes económicos-sociales que él mismo provoca.

Negocios adecuados

Durante agosto el volumen comercializado de soja fue de 3,13 millones de toneladas, que versus los 2,47 millones de julio, mostró una alza del 26,7 por ciento. Esto es debido a lo entregado en los dos últimos días previos a las retenciones. Las ventas diarias venían en promedio cerca de las 100 mil toneladas. De este modo puede verse que los exportadores están absolutamente atentos a cuál es el momento de obtener las mayores ventajas con sus cosechas.

A principios de setiembre y ya con conocimiento de cómo funciona la tablita de las retenciones, las ventas fueron por 532.629 toneladas, una cifra muy inferior a la anterior y más aún en la relación anual cuando la soja entregada fue de 1,21 millones de tonelada. La merma, en este caso fue del 56,2 por ciento.

Porcentajes descendentes

Algunos analistas señalan que si el tipo de cambio asciende a 50 pesos por dólar, el 10 por ciento actual pasará a ser el  por ciento, con lo cual el tipo de cambio se comerá gradualmente el impuesto y que si el Gobierno sigue necesitando fondos, lo más probable es que se corra todo para arriba. E insisten en que si todo se queda como está, los exportadores lo verán como un incentivo para no vender nada, aunque deslizan también que en el actual contexto de baja de la soja –por las fluctuaciones del mercado mundial–, se podría complicar la rentabilidad del productor y esto les haría liquidar algunas cosechas. Además restan cerca de ocho millones de toneladas de soja en poder del campo, que las tendrá como moneda de presión ante cualquier ofensiva oficial. Esas toneladas están hoy valuadas en tres mil millones de dólares.

Todo esto conduce a que este tipo de derecho de exportación que fijó el gobierno no hace más que alentar nuevamente la sojización, algo por lo que los productores asociados en la Rural vienen bregando con todos los recursos que tienen a su alcance desde hace mucho tiempo pero que con el actual gobierno han logrado fehacientemente, obteniendo ganancias multimillonarias con la excepcional transferencia de recursos por la quita de las retenciones primero y ahora apareciendo como los “que contribuyen” para paliar la crisis mientras que continúan con las más finas especulaciones y presionan para que el billete verde trepe con prisa y sin pausa.

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