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Las mil y una rutas del narcotráfico en Rosario: «Se necesitan controles estrictos y estratégicos»

Lo dijo Hernán Kovacevich, abogado penalista y ex investigador federal, sobre la entrada y el paso de estupefacientes a través de vías terrestres, en nuestra región, no sin antes analizar las otras alternativas que usan las bandas locales e internacionales, como fluvial y aérea

La escalada de violencia que llegó a un extremo en Rosario a principios de mes con el asesinato de cuatro trabajadores de parte de bandas por el solo hecho de mandar un mensaje al gobierno santafesino, y que continúa casi a diario con intimidaciones de todo tipo, tuvo sus repercusiones en los ejecutivos de las provincias limítrofes: Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires reforzaron sus fronteras para evitar la migración de organizaciones criminales ante la llegada de refuerzos de fuerzas federales. A esta problemática, Hernán Kovacevich, abogado experto en inteligencia criminal, docente universitario de derecho penal y ex investigador federal, suma un plus y es que «la ruta terrestre de la droga no posee controles estratégicos», por lo que la facilidad para el abastecimiento tanto del narcomenudeo local como para otras provincias sigue siendo sencillo y redituable para las bandas. Además, advierte sobre el crecimiento del tráfico de drogas de este último tiempo en la zona que comprende la ciudad santafesina de Venado Tuerto, el noroeste de Buenos Aires y llega incluso hasta la localidad pampeana de General Pico, en la que en el último tiempo hubo aumentos en los hallazgo de estupefacientes. Todo ello sin contar la vía fluvial y la aérea, que incluye bombardeo de avionetas cuyas cargas pueden ser lanzadas en el río Paraná o bien en campos de toda la región, sin necesidad de que la aeronave aterrice.

Vale la pena recordar que la provincia de Santa Fe es un punto estratégico por estar en el centro del país: la atraviesan las principales autopistas y rutas que son vías rápidas para conectar con otras provincias, como las limítrofes Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero y Buenos Aires. A esto hay que agregarle que tiene los puertos en su gran mayoría privados del Gran Rosario, que en 2022 se ubicaron como el segundo nodo portuario agroexportador más importante del mundo.

Informe presentado por el Banco Central.

 

El tráfico narco

Kovacevich hace un repaso de las diferentes logísticas y características de los transportes usados para traficar drogas. «La cocaína y marihuana siguen liderando el mercado ilegal, detrás están las drogas sintéticas en menor medida y por último el paco, el cual hay muy poco» en nuestra región, describe.

El especialista en delitos complejos explica que «los cargamentos de drogas que llevan las avionetas conllevan más riesgos. Llevan mucho caudal, son fáciles de identificar y demandan más logística por las pistas clandestinas. Todo esto lo hace mucho más costoso y, por ende, encarece el producto».

Un ejemplo es la causa federal del narcoempresario boliviano Jorge Adalid «Fantasma » Granier Ruiz, quien tenía contactos en Salta con el clan Loza a través de Adelaida «Reina Titi» Castillo, quien llegaba a Capital Federal, y en el gran Rosario con laderos de Esteban Alvarado, a quienes les cobraba 320 mil dólares los viajes de los taxis aéreos que llevaban 400 kilos de cocaína desde Paraguay y Bolivia a las ciudades de Córdoba, Salta y Santa Fe.

Procesan al narcoempresario Fantasma Granier Ruiz por traficar casi 400 kilos de cocaína en campos de Santa Fe 

El abogado penalista y ex investigador, que trabajó por más de dos décadas en la Policía Federal, también mencionó que en Rosario y la región casi no existen las denominadas mulas, que se refiere a la utilización de una persona para que pase la sustancia, ya sea ingiriéndola, adhiriéndosela al cuerpo o disimulándola en su equipaje. «No hay registro de operativos donde se encontraran drogas llevadas bajo esta modalidad como ocurre en los pasos fronterizos del norte del país y en los aeropuertos con destinos internacionales como pueden ser los de Buenos Aires», describió.

El experto en inteligencia criminal también se refirió al transporte marítimo e hizo alusión a que una de las operaciones que llevan adelante las bandas narco, pero ya de alcance internacional, es la utilización de buzos para carguen por la noche la droga en los buques que pasan por los puertos del Gran Rosario.

En este punto muchos especialistas hacen hincapié en que su estratégica posición en la Hidrovía Paraná-Paraguay hizo que Rosario se transformara en uno de los puntos de operación del narcotráfico internacional en el país. Las explicaciones son multicausales, pero en general coinciden en que los débiles controles aduaneros y la corrupción en uno de los complejos portuarios más grandes de América latina, por donde sale el 80 por ciento de las exportaciones del país, lo hacen atractivo como lugar de partida de los estupefacientes al viejo continente o bien a Oceanía, previas escalas en Brasil o países africanos.

Para dar un ejemplo, Kovacevich recordó los 100 kilos de cocaína incautados en noviembre pasado: uno de 25 panes en el río a la altura de Pueblo Esther y el otro de 75 dentro de una lancha en las costas frente a Puerto Norte.

Encontraron otros 25 panes de cocaína flotando en el Paraná: los engancharon pescadores

Estos casos hicieron que la Justicia federal buscara establecer si detrás estaba una organización internacional que se apoya en bandas locales de Buenos Aires, Rosario y San Lorenzo para introducir drogas en embarcaciones que salen de Sudamérica con destino a Oceanía. Es que entre mayo de 2022 y octubre de 2023 detectaron tres cargamentos en Australia en barcos que habían pasado por puertos del departamento San Lorenzo. Justamente, también está el caso del buzo que la Policía australiana encontró muerto en la costa de Newcastle y a pocos metros 50 panes de cocaína: la sospecha recayó en que la droga estaba en un buque que había pasado por el puerto de Timbúes, vecino a la ciudad de San Lorenzo.

Otra vez: policía de Australia encontró 200 kilos de cocaína en un buque que partió de San Lorenzo

Las rutas de la región

En cuanto al tráfico de sustancias terrestres, el especialista describe que sigue siendo una constante en lo que respecta a la cocaína y marihuana. «El transporte por tierra, ya sea en autos particulares, remises, camiones o colectivos es más barato, ya que no llevan grandes cantidades, por lo que el riesgo es menor y al dispersarse pueden pasar desapercibidos», explicó Kovacevich para señalar de inmediato que las bandas tienen una lógica empresarial por lo que también buscan abaratar costos, en contraposición a los taxis aéreos, para poder posicionar su producto.

Respecto del narcomenudeo en Rosario, el especialista destacó que la venta de drogas ya no es a través de lugares que guarden grandes cantidades. «Se volcaron mucho al delivery y esto fue pasando a medida que vinieron las fuerzas federales. Hubo una reconvención de las bandas porque los grandes proveedores y jefes narco están presos, entonces las últimas líneas se van abriendo, transformándose. Siguen acatando órdenes pero se quedan algo para ellos, y se van convirtiendo en pymes. Los narcos buscan las ciudades más pobladas porque justamente venden más y también consiguen su mano de obra. En Rosario hay mucha captación de adolescentes y jóvenes: los atraen al ofrecerle 1.500 dólares al mes para cubrir sus ventas, que están estimadas en unos 7 u 8 kilos por día entre todos los estupefacientes que se ofrecen acá», por cada punto de venta, dijo al dar una definición a grandes rasgos sobre la lógica de la venta al menudeo dentro de la ciudad.

Destacamentos antidrogas fijos en fronteras

Luego de los cuatro homicidios de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, el colectivero Marcos Daloia junto al del playero Bruno Bussanich, se presentó el undécimo desembarco de fuerzas federales desde 2014 para recuperar el control de las calles rosarinas. Esta medida encendió las alertas a las provincias limítrofes y por temor a que la narcocriminalidad migre empezaron a blindar sus fronteras.

En Córdoba, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich presentó la Unidad Antimafia, cuyos agentes federales llevarán investigaciones poniendo el foco en los estupefacientes y reforzaron los controles vehiculares en rutas de las ciudades limítrofes.

En Entre Ríos, montaron un operativo donde habrá las 24 horas una brigada canina junto a los policías en Victoria, que está a 70 kilómetros de Rosario por el puente que conecta ambas ciudades.

A su vez, el  gobernador bonaerense, Axel Kicillof,  presentará la semana próxima la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas en San Nicolás. Esta fuerza especializada de la Policía bonaerense se enfocará en la detección de narcóticos y tendrá su base en la en el límite con la ciudad santafesina de Villa Constitución.

Kovacevich coincidió con esta última medida como una forma para desalentar el ingreso de sustancias al territorio. A la vez que remarcó que «hay una deficiencia en los controles debido a que no son constantes ni estratégicos», por lo que «las rutas tanto provinciales como nacionales así como también los caminos alternativos siguen teniendo la misma constante en los cargamentos de estupefacientes».

El penalista reparó en los registros que dejan los cargamentos interceptados por las fuerzas federales en el último tiempo en Rosario y ciudades de las provincias limítrofes. «Se registraron secuestros en Rafaela, Venado Tuerto, Rosario junto a Frontera y San Francisco (Córdoba), incluso han sido creadas divisiones antidrogas en esas localidades».

Para el abogado las drogas llegan a territorio santafesino desde Buenos Aires  y viceversa como también desde el norte, utilizando como autovías estratégicas la ruta nacional 33 y luego la 34, sin contar con la clásico ruta 11 que cruza el Litoral hacia Paraguay.

«Hay una zona que está creciendo en el transporte de estupefacientes que incluye a Venado Tuerto, General Pico (La Pampa) y la zona noroeste de Buenos Aires. Las organizaciones usan la ruta 33 pasan por Santiago del Estero y llegan a Salta sino también usan caminos rurales paralelos», dijo Kovacevich sobre este triángulo, un poco más amplio que el clásico triángulo que dos o tres décadas atrás se presentaba como el paraíso de la piratería del asfalto, en esas mismas rutas.

Agrega que los cargamentos que provienen desde Bolivia ingresan un poco antes de Rafaela para dividirse: «Algo queda en Rosario mientras que lo demás sigue para Frontera y San Francisco. También hubo secuestros en Esquina (Corrientes) y en el norte de Santa Fe. Otra parte va a Venado Tuerto y Rufino –estratégica por sus límites con Córdoba y Buenos Aires– y a General Pico. Por último, en Buenos Aires lo que llega se distribuye entre Capital Federal y el partido bonaerense de San Martín, el lugar donde secuestran la mayor cantidad de drogas», enumeró para señalar que la ruta 8 que va a Pergamino también es utilizada para el tráfico terrestre de marihuana y cocaína.

Con base a esta información, el ex investigador federal remarca la necesidad de destacamentos fijos. «Se necesitan controles estrictos y estratégicos para desalentar el ingreso de drogas en estas ciudades como también en Gato Colorado (departamento 9 de Julio que limita con Chaco), en Cayastá, en Selva (Santiago del Estero) porque entran y salen personas continuamente, como pasa por la ruta 9 que va a Villa María. No hay controles específicos, sí vehiculares, pero los antinarcóticos son pocos y esporádicos. Nuestra provincia debería tener destacamentos fijos para detectar posibles ingresos de drogas», concluyó.

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